Tal y como nos revelan varios estudios clínicos, una deficiencia de calcio y magnesio puede producir insomnio. Nuestra dieta, cada vez más deficitaria por la falta de calidad de los alimentos o por nuestros hábitos de vida, afecta de forma directa a nuestro descanso nocturno. Tenerlo en cuenta, y cubrir en el día a día el aporte en estos dos minerales, nos hará ganar en bienestar.
Lejos de ser un problema puntual o de reducirse únicamente a un trastorno del sueño, hay un aspecto que considerar. Estudios, como el llevado a cabo en el Departamento de Neurociencia de la Universidad de Génova, por ejemplo, nos señalan que una buena parte de los accidentes de tráfico estarían detrás de este mismo problema: el insomnio, la falta de atención.
El índice de siniestralidad se situaría entre el 10 y el 20%. Ahora bien, además de este problema de gravedad evidente, también hay otros factores. En caso de que nuestro insomnio sea crónico, podemos experimentar también alteraciones del estado de ánimo. Seremos más vulnerables a diferentes trastornos, como la depresión.
La falta de una buena calidad del sueño, como vemos, puede ser peligrosa. Tener en cuenta los factores que están detrás de este problema puede sernos de ayuda. Por tanto, cuidemos de nuestra alimentación, ahí donde no olvidar dos minerales clave: el calcio y el magnesio.
Dormir menos de seis horas cada día puede ocasionarnos serios déficits cognitivos.
nutrientes representando cómo la deficiencia de calcio y magnesio
La deficiencia de calcio y magnesio puede producir insomnio
Hay una serie de nutrientes que por sus efectos y procesos en los que median favorecen el sueño nocturno. Ahora bien, tal y como nos señalan los nutricionistas, muchos de nosotros damos por sentado que nos estamos alimentando de forma correcta. Pensamos que tenemos todos los nutrientes cubiertos. Cuando en realidad, no es así.
Un ejemplo, nuestros suelos, las tierras donde se cultivan frutas y vegetales, son cada vez menos ricos en magnesio. Asimismo, hay otro aspecto esencial que tener en cuenta: el modo en que cocinamos los alimentos puede hacer que se pierdan muchos minerales esenciales que estos tienen de modo natural.
Sería bueno, por tanto, aumentar el consumo de verduras, semillas y frutas de manera entera y sin procesar. Sin embargo, la mayoría no estamos acostumbrados a ello, se nos hace pesado u optamos, sencillamente, por otras propuestas. Estas decisiones del día a día terminan por provocar que nuestro organismo empiece a disponer de menos nutrientes.
Y los efectos, poco a poco se notan.
La falta de magnesio
El doctor James F. Balch médico cirujano, experto en alimentación y divulgador de libros sobre salud, explica en varios de sus trabajos que la deficiencia de calcio y magnesio puede producir insomnio. Nos advierte de esto en sus publicaciones por una sencilla razón. En ocasiones tendemos a recurrir a los fármacos sin saber que nuestra calidad de vida mejoraría si cuidáramos de nuestra alimentación.
Así, la falta de magnesio se alza en la actualidad como un problema muy recurrente.
Este mineral es un relajante muscular y un potente inductor del sueño profundo.
El magnesio aumenta el GABA, un aminoácido que potencia la relajación y el sueño.
Es más, las personas con un déficit en magnesio, además de insomnio, también suelen padecer el síndrome de piernas inquietas.
Por otro lado, se ha podido ver que quienes están sometidos a mayores niveles de estrés, suelen presentar un mayor déficit de magnesio.
Cerebro iluminando la mente de una persona representando cómo la deficiencia de calcio y magnesio
El déficit en calcio
Estudios como el publicado en el Centro de sueño y neurobiología circadiana, de la Universidad de Pennsylvania, nos señalan lo siguiente:
El calcio se relaciona con nuestros ciclos de sueño. Necesitamos de este mineral para poder alcanzar el sueño REM, esa fase del sueño donde se induce un descanso más profundo y reparador. Ahí donde además, el cerebro lleva acabo importantes tareas para garantizar nuestro bienestar físico y psicológico.
Asimismo, el calcio, es clave para la producción del triptófano. Este aminoácido nos permite fabricar melatonina, la cual, como sabemos, es clave para inducir el sueño.
Una buena dieta es nuestra mejor terapia
Sabemos que la deficiencia de calcio y magnesio puede producir insomnio ¿cómo podemos entonces suplir estas carencias? Lo primero que se nos viene a la cabeza es acudir a una farmacia y adquirir los clásicos complementos alimenticios. Ahora bien, esta no es siempre la mejor respuesta.
Veamos por tanto qué pasos deberíamos seguir.
chica comiendo ensalada representando cómo la deficiencia de calcio y magnesio
Claves para combatir el insomnio a través de la dieta
Lo primero que debemos hacer es acudir a nuestro médico de cabecera. A través de unas adecuadas pruebas clínicas, sabremos sí, efectivamente, tenemos o no una carencia en estos nutrientes.
Asimismo, tampoco podemos dejar de lado que el insomnio también está mediado por otros factores: dolor crónico, diabetes, estrés, menopausia, mala higiene del sueño…
Otro factor importante es atender nuestros niveles de vitamina D. Este nutriente, también puede estar detrás de la deficiencia de calcio y magnesio.
Consumir alimentos ricos en magnesio:
Vegetales de hojas verdes
Plátanos.
Nueces
Almendras
Semillas de chia, semillas de lino, semillas de calabaza…
Cítricos.
Tomates maduros,
Cacao y chocolate negro.
Centeno y cebada.
Quinoa.
Alimentos ricos en calcio:
Lácteos
Sardinas
Bebidas de almendra, soja y arroz.
Semillas de girasol
Legumbres
Brócoli.
Col.
Higos.
Algas.
Para concluir, en vista de que sabemos que la deficiencia de calcio y magnesio puede producir insomnio, lo mejor es consultar con un médico antes de empezar a consumir ningún complemento; de hecho, aunque solo sea para mejorar nuestra dieta, sin necesidad de “extras”, lo mejor será que nos pongamos en manos de un especialista. Ser certeros a la hora de completar nuestra dieta hará que ahorremos una buena cantidad de recursos, como pueden ser el tiempo y el dinero.
Dieta y Nutrición
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