30 enero 2025

5 alimentos para subir las defensas



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El día de hoy les traigo unos alimentos perfectos para subir las defensas. No solo funcionan para subir nuestras defensas sino también proteger nuestra salud. Mira todas estas frutas y variedad de alimentos para subir las defensas en este artículos. 
 
1. Propóleo
 
Esta sustancia que es rica en bioflavonoides, aminoácisos, vitaminas y aceites esenciales la utilizan las abejas para cubrir sus colmenas. En los casos de resfriados, gripes o problemas respiratorios el propóleo es muy recomendado. Ayuda mucho a reforzar nuestras defensas.
 
2. Jalea Real

Contiene vitaminas A, B, C y E además de minerales muy necesarios como el calcio, el fósforo, el selenio y el cobre. Muy recomendado para las personas ancianas y para los más pequeños al tener ellos las defensas más bajas. Ayuda a prevenir infecciones.

3. Alimentos ricos en vitamina C

Todos los alimentos ricos en vitamina C nos ayudan también a aumentar las defensas, la papaya, el kiwi, el brócoli, la coliflor, los pimientos, los chiles o las frutas cítricas ayudan a cubrir nuestras necesidades de vitamina C que es clave para reforzar nuestras defensas.

4. Jengibre

Con el jengibre prevenimos la gripe, las infecciones y combatimos los dolores y desde tiempos inmemoriales se ha utilizado con un sinfín de fines terapéuticos.

5. Ginseng

No solo aumenta las defensas sino que también estimula nuestra capacidad cerebral y mejora nuestro estado de ánimo. Se ha usado en la antigüedad en la Medicina Tradicional China y es otro alimento de los más recomendados para reforzar nuestras defensas.
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La falta de esta vitamina puede ocasionar fracturas y moretones en el cuerpo


La vitamina K es un nutriente esencial que a menudo pasa desapercibido en comparación con otras vitaminas más conocidas, como la vitamina C o la vitamina D. Sin embargo, su papel en la salud ósea y la prevención de fracturas y moretones en el cuerpo es crucial y merece una atención especial.

En este artículo, exploraremos en profundidad la importancia de la vitamina K y cómo su deficiencia puede contribuir a problemas de salud relacionados con los huesos y la coagulación sanguínea.


¿Qué es la Vitamina K?

La vitamina K es un grupo de compuestos liposolubles que desempeñan un papel esencial en la coagulación de la sangre y en la salud de los huesos. Existen dos formas principales de vitamina K:

  1. Vitamina K1 (Filoquinona): Se encuentra en alimentos de origen vegetal, como las verduras de hojas verdes (espinacas, col rizada, brócoli) y aceites vegetales (soja, canola, oliva). Esta forma es importante para la coagulación de la sangre.
  2. Vitamina K2 (Menaquinona): Se sintetiza en pequeñas cantidades por bacterias en el intestino y también se encuentra en alimentos fermentados, como el natto (un producto de soja fermentada) y algunos productos lácteos. La vitamina K2 desempeña un papel clave en la regulación del calcio en el cuerpo y, por lo tanto, en la salud ósea.

Coagulación Sanguínea y Vitamina K

Uno de los roles más conocidos de la vitamina K es su participación en la coagulación de la sangre. Cuando ocurre una lesión y se daña un vaso sanguíneo, el organismo depende de la vitamina K para producir proteínas que son cruciales para detener el sangrado.

Sin suficiente vitamina K, el proceso de coagulación puede verse comprometido, lo que aumenta el riesgo de sangrado excesivo y moretones.

Vitamina K y Salud Ósea


La relación entre la vitamina K y la salud ósea es igualmente importante. La vitamina K2, en particular, desempeña un papel fundamental en el metabolismo del calcio. Ayuda a transportar el calcio desde la sangre hacia los huesos, donde se necesita para fortalecer y mineralizar el tejido óseo.

Además, ayuda a prevenir la acumulación excesiva de calcio en las arterias, lo que puede reducir el riesgo de calcificación arterial.

Cuando existe una deficiencia de vitamina K, el calcio puede no llegar adecuadamente a los huesos, lo que debilita la estructura ósea y aumenta el riesgo de fracturas. Esto es especialmente relevante en adultos mayores, donde la pérdida de densidad ósea es más pronunciada.

Factores de Riesgo para la Deficiencia de Vitamina K

La deficiencia de vitamina K es relativamente rara en adultos sanos que siguen una dieta equilibrada. Sin embargo, algunos factores pueden aumentar el riesgo de deficiencia:

  1. Enfermedades del tracto gastrointestinal: Trastornos que afectan la absorción de grasas, como la enfermedad celíaca o la enfermedad de Crohn, pueden interferir con la absorción de vitamina K.
  2. Uso de ciertos medicamentos: Algunos medicamentos, como los anticoagulantes (por ejemplo, warfarina), pueden bloquear la acción de la vitamina K en la coagulación de la sangre y aumentar el riesgo de hemorragias.
  3. Cambios en la flora intestinal: Alteraciones en la microbiota intestinal pueden afectar la producción de vitamina K2 en el intestino.
  4. Dietas restrictivas: Las dietas extremadamente bajas en grasa o que excluyen alimentos ricos en vitamina K pueden contribuir a la deficiencia.

Fracturas y Moretones: Consecuencias de la Deficiencia

La deficiencia de vitamina K puede tener serias implicaciones para la salud, especialmente en lo que respecta a los huesos y la coagulación sanguínea. Las consecuencias pueden incluir:

1. Mayor riesgo de fracturas óseas

La falta de vitamina K puede debilitar los huesos y aumentar la probabilidad de fracturas, especialmente en personas mayores. La vitamina K2 es crucial para el mantenimiento de la densidad mineral ósea y la prevención de la osteoporosis.

2. Mayor propensión a moretones

La deficiencia de vitamina K puede dar como resultado una coagulación deficiente de la sangre. Esto hace que las personas sean más propensas a desarrollar moretones fácilmente y a experimentar sangrado excesivo en cortes o lesiones menores.

3. Problemas de calcificación arterial

La vitamina K2 ayuda a prevenir la acumulación de calcio en las arterias, lo que puede reducir el riesgo de calcificación arterial y enfermedades cardiovasculares.

Diagnóstico y Tratamiento

El diagnóstico de la deficiencia de vitamina K se basa en pruebas de sangre que miden los niveles de proteínas dependientes de la vitamina K.

Si se detecta una deficiencia, el tratamiento suele implicar la suplementación con vitamina K o ajustes en la dieta para aumentar la ingesta de alimentos ricos en esta vitamina.

Fuentes Alimenticias de Vitamina K

Para mantener unos niveles adecuados de vitamina K en el organismo, es esencial incluir alimentos ricos en esta vitamina en la dieta. Algunas fuentes alimenticias de vitamina K incluyen:

  • Verduras de hojas verdes oscuro (espinacas, col rizada, brócoli).
  • Aceites vegetales (soja, canola, oliva).
  • Natto (producto de soja fermentada).
  • Quesos duros (por ejemplo, queso Gouda).
  • Hígado de res.

La vitamina K desempeña un papel fundamental en la coagulación sanguínea y en la salud ósea. La deficiencia de vitamina K puede aumentar el riesgo de fracturas óseas, moretones frecuentes y problemas de calcificación arterial.

Mantener una dieta equilibrada y asegurarse de obtener suficiente vitamina K a través de alimentos ricos en este nutriente es esencial para mantener la salud óptima del sistema esquelético y la coagulación sanguínea adecuada.

Si tienes preocupaciones sobre tus niveles de vitamina K, consulta a un profesional de la salud para obtener orientación y pruebas adecuadas.

La vida Lúcida

Glutamato monosódico sintético: ¿cuáles son sus efectos nocivos en nuestro cuerpo?


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¿Ha sufrido alguna vez un entumecimiento en la nuca que luego se extiende a brazos y piernas, además de debilidad general y fuertes palpitaciones después de comer en un restaurante oriental?

En ese caso, sería usted una de las personas que se ven afectadas por lo que se conocía como “síndrome del restaurante chino” y que ahora tiene la denominación más políticamente correcta y científicamente precisa de “complejo de síntomas de GMS”. Y aquí es posible que se le plantee otro interrogante.

El GMS es también conocido como glutamato monosódico

La respuesta es que el GMS, conocido también como glutamato monosódico, o de sodio, es la sal sódica del ácido glutámico. En su forma natural es un aminoácido no esencial, que se encuentra en alimentos como el tomate, queso, carnes, champiñones, espinacas… e incluso en la leche materna. Pero del que hablamos aquí es del sintético.

Más de cien años en el mercado

Su relación con la comida oriental es que es un producto que se utiliza para potenciar el sabor de determinados ingredientes de sus elaboraciones. Pero también está presente en numerosos productos procesados y precocinados, en bebidas y cosméticos que se consumen de forma habitual.

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Cerdo desmenuzado con verduras

 iStockphoto

Su historia se remonta a 1908, cuando el bioquímico de la Universidad de Tokyo Kikunae Ikeda quiso reproducir el especial sabor que el alga kombu da a la cocina japonesa. Aisló el glutamato que contenía ésta y le añadió sodio de la sal común de mesa para convertirlo en un polvo y darle así estabilidad.

Descubrió así un nuevo sabor que añadir a los básicos que es capaz de reconocer el paladar humano, dulce, salado, amargo y ácido, y le dio el nombre de umami (sabroso en japonés). Aunque habría que esperar a los años 80 para que se reconociera como un nuevo sabor. Se comercializó poco más tarde con la denominación Aji-no-moto (en japonés, esencia del sabor), un producto, resultado de un proceso químico, que ahora se encuentra en muchas mesas de todo el mundo.

Descubrió así un nuevo sabor que añadir a los básicos que es capaz de reconocer el paladar humano

Todo parece mejor con glutamato

Por sí solo, el glutamato no tiene un gusto agradable, pero sí la capacidad de potenciar el de otros compuestos, siempre que se aplique en la proporción correcta.

Una de sus ventajas es que puede sustituir a la sal para personas que deben consumir poca o ninguna. Hace que las carnes y alimentos congelados tengan un sabor más fresco, las salsas sepan mejor y menos regusto metálico los enlatados. En definitiva, engaña a nuestro cuerpo haciéndole creer que la comida es más sabrosa.

Hasta aquí todo parece perfecto. Pero lo cierto es que el glutamato sódico está en el punto de mira de las autoridades sanitarias. La culpa la tiene el doctor Ho Man Kwok que en 1968 escribió a la publicación estadounidense New England Journal of Medicine explicando que cada vez que comía en un restaurante chino, donde es imprescindible el umami, sufría los síntomas descritos al inicio de este artículo.

Descartó que se debiera a la salsa de soja o al vino chino utilizados para cocinar después de emplearlos en otros guisos sin sufrir consecuencias. Y se le ocurrió entonces que el glutamato podría ser el causante.

Ho Man Kwok explicó que cada vez que comía en un restaurante chino tenía los mismos síntomas

Potencialmente dañino, pero no letal

El tema tuvo tanta repercusión que llamó la atención de los especialistas y provocó que se pusieran en marcha numerosos estudios, con animales primero y luego con humanos, para dilucidar si el GMS podía ser peligroso para la salud. Otras afecciones descritas por afectados eran dolores de cabeza, migrañas, espasmos musculares, náuseas y alergias.

En Estados Unidos se tomaron en serio la cuestión y en 1995, el departamento que controla la alimentación y fármacos encargó un trabajo a la Federación de Sociedades Americanas para la Biología Experimental para poder decidir sobre su uso o prohibición.

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Glutamato monosódico

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Su conclusión fue que existían suficientes evidencias científicas para concluir que un subgrupo de personas sanas podían ser sensibles si se les administraban dosis de GMS mucho más altas de las que se pueden ingerir habitualmente y sólo mezcladas con agua, sin comida.

Existe una dosis letal, pero habría que tomar mil veces la cantidad que puede consumirse en un día, entre 5 y 12 gramos, y se considera seguro hasta 16.000 gramos por kilo de peso.

Un subgrupo de personas sanas podían ser sensibles si se les administraban altas dosis de GMS

Un aditivo difícil de evitar, pero no imposible

Un grupo de investigadores de la Universidad de Ontario (Canadá) estudió los efectos del producto en 61 personas y el 36% de ellas presentaron los síntomas. Pero no hay pruebas concluyentes de que fueran consecuencia directa del consumo de umami.

En el año 2000 se hizo otra investigación, esta con 130 personas que se consideraban reactivas al GMS, aunque perfectamente sanas en otros aspectos de la salud. Se les administraba a todos una dosis disuelta en agua, o un placebo, y a los que presentaban alguna de las afecciones descritas como “complejo de síntomas de GMS” se les sometía a un nuevo test.

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Fideos instantáneos

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Se les daba una dosis mayor para ver si aumentaban las dolencias y se repetía el proceso. Al final de varias rondas, sólo dos de los pacientes mostraron reacciones consistentes al GMS y no al placebo. Y cuando se les hizo otra prueba con el glutamato incluido en la comida, no tuvieron la misma reacción y no mostraron los síntomas.

Mientras en Estados Unidos se considera seguro para las personas, en Europa está clasificado como aditivo alimentario y se permite en determinados productos y en dosis limitadas. Son muchos los detractores de ese producto, que lo consideran tan dañino para la salud como otros muchos alimentos, especialmente procesados, que contienen compuestos químicos.

En Europa está clasificado como aditivo alimentario y se permite en determinados productos y en dosis limitadas

Lo aconsejable es evitarlos si se tienen dudas o sensibilidad a otros preparados sintéticos y aditivos químicos, ya que tanto en Estados Unidos como en Europa se debe hacer constar en las etiquetas si el producto que se compra lo contiene o no. Más complicado resultará evitarlos para los aficionados a la comida oriental, especialmente la china o la japonesa, que deben al GMS su peculiar sabor.

“En las etiquetas debe constar si el producto que se compra contiene o no glutamato”

28 enero 2025

Cómo mejorar el ánimo y energía a través del desayuno

 

Cómo mejorar el ánimo y energía a través del desayuno

La primera comida del día es la más importante para nuestro organismo y en especial para el cerebro. Es más, podemos incluso mejorar el ánimo y energía a través del desayuno. Solo hay que saber elegir bien los alimentos y esas opciones que por sus nutrientes favorezcan la liberación de serotonina y nos aporten además proteínas saludables para afrontar nuestra jornada.

El despertar es un momento clave para el ser humano, sin embargo no siempre somos conscientes de ello. Tanto, que la mayoría nos limitamos a levantarnos deprisa de la cama, a vestirnos y a comer cualquier cosa antes de salir de casa. Ahora bien, tras 6 u 8 horas de descanso nocturno, nuestro cuerpo necesita energía. El cerebro, por su parte, ansía una adecuada dosis de glucosa.

“El desayuno es la única comida del día que tiendo a ver con el mismo tipo de reverencia tradicional como la que la mayoría de la gente asocia con el almuerzo y la cena”

-Hunter S. Thompson-

Las personas disponemos de una inteligencia biológica que no siempre escuchamos. Nuestras obligaciones y los horarios que nos marca la sociedad van a menudo en contra de nuestros ritmos circadianos y necesidades orgánicas. Así, hay algo tan interesante como revelador que no deberíamos olvidar. Nuestro cuerpo, y en especial nuestro metabolismo, agradece los desayunos copiosos y ante todo variados.

Si limitamos esta primera comida del día a un café y unas galletas los efectos serán evidentes. Cansancio a media mañana, falta de atención, falta de motivación, mal humor… Aprendamos por tanto a comer bien para vivir mejor. Veamos cómo empezar el día del modo más saludable gracias al desayuno.

avena para mejorar el ánimo y energía a través del desayuno

Claves para mejorar el ánimo y energía a través del desayuno

Un buen desayuno nos ayudará a regular el apetito durante todo el día. Aún más, si deseamos perder peso no hay nada mejor que cuidar de esta primera comida de la mañana. En este sentido, algunos estudios señalan que el ayuno promueve la acumulación de grasa en el vientre e incluso ralentiza nuestro metabolismo. 

Puede que ya conociéramos esta idea. Sin embargo, no dejamos de desayunar lo primero que pillamos. Unos cereales, un zumo, un café, bollería industrial… Regalamos a nuestro cerebro un subidón de glucosa y salimos a trabajar con una energía que no tardará en disiparse.

Ahora bien, más allá de lo que podamos pensar, mejorar el ánimo y energía a través del desayuno es bastante sencillo. Es suficiente con contar con dos elementos clave: información y antelación. Si sabemos qué alimentos pueden ayudarnos, basta con tenerlos siempre en casa y listos para consumir. 

Huevos

Incluir huevos en el desayuno es todo un acierto. Podemos hacerlo entre tres y cuatro veces por semana. Aportan energía para toda la mañana, y lo mejor: no provocan picos de glucosa en la sangre. Asimismo, son ideales para niños y ancianos porque nutren a la masa muscular.

Por otro lado, hay una curiosidad excepcional en los huevos. Son fantásticos para mejorar nuestra memoria. Su secreto está en la colina, un nutriente que protege los nervios cerebrales y que favorece la comunicación entre las neuronas.

huevos y frambuesas para mejorar el ánimo y energía a través del desayuno

Yogur griego natural

Si queremos mejorar el ánimo y energía a través del desayuno, nada mejor que incluir un yogur griego natural. Más allá del clásico temor a los lácteos por su componente graso o por la intolerancia a la lactosa, cabe decir que el consumo de esta propuesta en concreto es muy acertada por varias razones.

  • El yogur griego nos aporta proteínas de fácil asimilación.
  • Son una fuente natural de probióticos.
  • Los huevos son ricos en vitamina B12, esencial para el funcionamiento cerebral.
  • Contiene yodo, muy necesario para el equilibrio de la tiroides.
  • Tienen L-triptófano, ideal para poder sintetizar la serotonina.

Avena

La avena es otra opción muy recomendable para mejorar el ánimo y darnos energía para todo el día. Este cereal es muy rico en vitamina B6 y B5, nutrientes esenciales para que podamos combatir el cansancio y lidiar mucho mejor ante el estrés y la ansiedad.

Té blanco

Estamos acostumbrados a incluir en nuestros desayunos café, té verde o incluso el clásico zumo de naranja. Vayamos un poco más allá. Probemos al menos durante 15 días el té blanco. Por curioso que nos resulte es más rico en antioxidantes que el té verde o el té negro. A su vez, su alto contenido de catequina protege a nuestro cerebro del daño oxidativo y de la inflamación.

Su sabor es delicado además de delicioso, nos mantiene alerta durante horas y además mejora nuestro ánimo.

taza de té blanco para ayudar a mejorar el ánimo y energía a través del desayuno

Chocolate

Nada más despertarnos el cerebro necesita una sola cosa: energía. Es el momento perfecto para darnos ese placer, es el instante ideal para consumir chocolate. Podemos consumir una onza de chocolate negro cada día sin que ello revierta en nuestro peso o en nuestra salud.

Basta con combinarlo en nuestro tazón de avena, con alguna pieza de fruta…

Frutos del bosque

Fresas, cerezas, frambuesas, arándanos, uvas, grosellas, moras… Todas estas frutas además de sabrosas son increíblemente saludables. Gracias a ellas podemos mejorar el ánimo y energía a través del desayuno, las podemos disfrutar y crear además recetas tan originales como divertidas para grandes y pequeños.

Para concluir, si deseamos mejorar el ánimo y la energía a través del desayuno, basta con concienciarnos de la importancia de comer de modo más saludable. Elijamos productos de consumo orgánico y regalémonos un poco más de tiempo por las mañanas. A veces, un buen desayuno puede cambiarlo todo…