El sexo se puede hacer con amor o sin amor, el amor sólo se puede hacer con amor.
El sexo sin amor es como un postre sin azúcar, o una comida sin sal: insulso, sin sabor.
La diferencia entre hacer sexo con amor o sin amor es notable, lo primero es un sexo mental, instintivo, mecánico, sin alma, te deja vacío, cansado, desmotivado, sin energía, incluso indiferente, ha sido sólo un entretenimiento o búsqueda de un placer muy limitado.
El sexo con amor es nutritivo, expansivo, cálido, bello, calma la mente, relaja el cuerpo y abre el corazón de los amantes.
El intercambio de energía que tiene lugar al hacer el sexo es enorme. No sólo es placer: se comparte la energía de la personalidad de cada uno, la calidad de los pensamientos, y el estado emocional.
Después de un encuentro sexual la persona queda vulnerable, expuesta y si no es un sexo nutritivo y respetuoso, en muchas ocasiones se puede quedar la persona enredada en marañas de miedos, proyecciones, necesidades y promesas sin fundamento.
Hacer más sexo, es lo de menos, hay gente que hace a menudo el sexo, y están tristes, ansiosos, duermen acompañados, pero se sienten solos, están juntos, pero se sienten lejos. Sólo han convertido el sexo es una rutina, costumbre, hábito, u obsesión.
El sexo puede ser un manantial de energía, gozo y cariño, o por lo contrario una fuga de energía enorme.
Saber comprender a tu pareja sin necesidad de las palabras, y desnudarla con la mirada, es amarla, o decirlo todo con un beso, o una caricia, un abrazo, es hacerla sentir importante,
Conversar con alguien que tiene una mente brillante y un alma bella, dulce, suave, hermosa puede enamorarte, todas ellas son formas de hacer el amor que sin duda une y te toca el alma.
El sexo consciente es algo bello hermoso, profundo, un encuentro de almas donde los amantes danzan juntos y celebran la vida y su unión con ella. Es una experiencia divina, vivida más allá del cuerpo, pero a través de él.
En cada mirada, cada abrazo, cada beso, los amantes nutren su amor y hacen crecer la complicidad y el gozo, sienten, viven una sexualidad que toca el alma de los dos, es un momento de fusión total, bello, íntimo y profundo que se expande más allá de la pareja.
Los amantes que aman y están presentes, pueden convertirse muchas veces en amantes sanadores para sus parejas, nada más potente que el amor y la presencia para curar cualquier herida.
El sexo, como todo en la vida, es un Arte que se puede aprender, no importa que tengas pareja o no, lo cierto es que sólo es para personas valientes, con coraje, que deseen de verdad aprender a amar y sentir la vida con mayúsculas.
El sexo consciente y sagrado es el sexo que nace en el corazón, haz sólo el sexo con quien acaricie tu ALMA.