06 octubre 2022

Kombucha, la bebida sana, natural, probiótica y sostenible







 El problema del calentamiento global y sus consecuencias es más que evidente. Cada vez tenemos veranos más y más calurosos que duran más meses, menos lluvias y fenómenos meteorológicos extremos. Y frenar todo esto es una responsabilidad común de la sociedad. Lo mejor para hacerlo es apostar por la sostenibilidad en todos los ámbitos de la vida, incluida la alimentación

Cada vez más estudios científicos demuestran que la temperatura del planeta ha aumentado en los últimos años y seguirá subiendo si no tomamos medidas drásticas de forma urgente. Todo esto incide directamente en lo que comemos y cómo lo hacemos: especies animales y vegetales que desaparecen, cultivos fallidos por falta o exceso de agua, hambruna en unas partes del mundo y desperdicio en otras, precios que suben…

Y a la inversa, lo que consumimos y cómo lo consumimos impacta directamente en el calentamiento global: plásticos y más plásticos en envases innecesarios de todo tipo de alimentos; productos importados con una alta huella de carbono que además multiplica su coste; alimentos ultraprocesados que no sólo son poco recomendables para la salud, sino que en su fabricación se generan más y más emisiones de CO2; incremento en el consumo de carne de vacuno, con el perjuicio que su cría provoca al medio ambiente...

Pequeños gestos cotidianos que pueden parecer insignificantes, como elegir la fruta a granel del productor local o una bebida con envase reciclable, son más importantes de lo que pensamos, pues contribuyen a reducir el impacto ambiental, y muchos granos de arena hacen al final una gran montaña. Y parece que últimamente estamos aprendiendo, ya que se está poniendo de moda una bebida sana y sostenible: la kombucha.

¿Qué es la kombucha?

Se trata de una bebida probiótica fermentada que ayuda a regenerar la flora bacteriana; algo que, dados los niveles de contaminación y también las agresiones voluntarias que provocamos a nuestro cuerpo, es cada vez más importante para nuestra salud.

Esta bebida milenaria tiene su origen en Asia -algunas fuentes la datan 200 años antes de Cristo, durante la dinastía china Tsin-. En nuestro país es ahora cuando está empezando realmente a conocerse, y poco a poco está marcando tendencia y ganando cada vez más adeptos no sólo por sus propiedades, sino también por la variedad de sabores que algunas de las marcas que la producen están incorporando al mercado.

El verdadero protagonista de la kombucha es el scoby (Cultivo Simbiótico de Bacterias y Levaduras, por sus siglas en inglés), una especie de hongo que, junto con azúcar y agua, hace fermentar el té, produciendo una bebida con finas burbujas y una presencia residual de azúcar, ya que desaparece durante el proceso de fermentación. Asimismo, al tratarse de una fermentación simbiótica, no acética, apenas se produce alcohol en el proceso.

Sabores kombucha
 

Al ser una bebida probiótica, regula y mejora la función intestinal y protege el sistema inmunológico. Pero además, su combinación con el té, que puede ser verde o negro, le da propiedades antioxidantes, y su consumo incluso se relaciona con la protección frente al cáncer o el colesterol, y hasta con una mejora en la salud mental (parece ser que su efecto antiinflamatorio mejora algunos de los síntomas de la depresión). Sin olvidar que es un producto vegano y apto para celíacos y diabéticos.

La kombucha proviene de ingredientes naturales, y hasta se puede hacer en casa. Incluso en las producciones a gran escala, normalmente se respeta el proceso de fermentación natural sin añadidos químicos, y solo se añaden frutas para conseguir los diferentes sabores. Esto significa que los procesos industriales y químicos son menores, y por tanto, la emisión de CO2 a la atmósfera es menor que en la producción de cualquier otro refresco.

La marca más famosa de kombucha en nuestro país es, sin duda, Komvida, nacida en un desván de Extremadura después de que una de sus fundadoras la probara en California. La empresa, de Nuria Morales Y Beatriz Magro, está totalmente comprometida con la sostenibilidad desde el inicio: “Nuestra kombucha solo se elabora a base de ingredientes 100% naturales; para que mantenga todas sus propiedades no se pasteuriza, por lo que es necesario conservarla en frío; no lleva azúcares añadidos, y su burbuja es natural, procedente del proceso de fermentación, sin CO2 ni componentes artificiales, y tiene el sello ecológico europeo”, explica Bea.

Komvida Organic Kombucha para recuperar fuerzas tras la sesión
 

Y lo bueno no es que los ingredientes sean totalmente naturales y ecológicos, sino que son veganos y de proximidad, por lo que se reduce todavía más el impacto ambiental. Además, todos los desechos generados durante el proceso de elaboración son biodegradables

Sin duda, cada decisión que tomamos, cada gesto que realizamos en nuestro día a día, no son arbitrarios: eligiendo un tipo de consumo, un tipo de alimentos o un tipo de envases podemos avivar o frenar la rueda del cambio climático. En el ámbito de la alimentaciónlo que es bueno para la salud lo es también para el planeta, y viceversa. Y las empresas, de la más grande a la más pequeña, tienen mucho que decir y hacer al respecto para poner en manos de los consumidores la posibilidad de elegir la alternativa más sostenible.

La kombucha seguirá de moda por ahora, ayudándonos a mejorar nuestra salud intestinal y la salud del planeta. Eso sí, debes saber que si optas por preparla en casa, que también se puede, debes estar muy atenta, ya que tiene unos riesgos que tal vez no sabías. Así que tal vez sea mejor dejárselo a los profesionales.

Objetivo bienestar

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