Se ha demostrado que la betaína posee beneficios potenciales para combatir la enfermedad cardíaca, mejorar la composición corporal y ayudar a promover el aumento muscular y la pérdida de grasa debido a sus capacidades para promover la síntesis de proteínas en el cuerpo
¿Qué es la Betaína?
La betaína, o también conocida como Trimetilglicina, se trata de un derivado de la colina, es decir, la colina es un precursor de betaína, que la sintetizará junto al aminoácido glicina.
El nombre de betaína procede del primer alimento donde se aisló, es decir a partir de la remolacha, y del latín Beta Vulgaris
Características de la Betaína
La betaína es un nutriente no esencial y una fuente de ácido clorhídrico, un químico que se origina naturalmente en el estómago que descompone las grasas y las proteínas. Es necesario para el metabolismo (absorción) de proteínas, calcio, vitamina B12 y hierro.
Una gran variedad de procesos bioquímicos que se generan en nuestro organismo dependen de esta faceta de «metilación»
¿Para qué sirve la Betaína?
Síntesis de Creatina
La betaína destaca principalmente en el proceso de metilación del aminoácido homocisteína, para obtener la forma de metionina, aminoácido que presta un papel fundamental en la síntesis de creatina. La producción de creatina, sustancia tripéptida que contribuye a fomentar la fuerza y resistencia muscular, puede verse amplificada debido a la betaína.
Regula el balance hídrico celular
Actúa de manera muy similar a la creatina, dado que la betaína es un compuesto osmólito, lo que indicia que esencialmente su objetivo es mantener el equilibrio hídrico de la célula.
Esto también es de vital importancia porque los desequilibrios de fluidos pueden causar que las células mueran, debido a las drásticas variaciones, ya sea por encogerse demasiado o por hincharse hasta el punto de estallar.
De este modo, que actúa preservando la estructura celular haciéndolos más resistentes al estrés
Fase de Traducción en la síntesis de proteínas
La metionina también actúa en el proceso de síntesis de proteínas, específicamente en la fase de «traducción«, de modo que si hay más presencia de metionina disponible en el proceso, la síntesis de proteínas se incrementará, y por ello, las ganancias en fuerza y masa muscular.
Reducir niveles de homocisteína
La betaína posee un efecto regulatorio para establecer niveles saludables de homocisteína. Este tipo de aminoácido es un subproducto resultante de la digestión de la carne, pescado, lácteos y otras fuentes de proteínas animales.
Tal como ocurre con el colesterol, la homocisteína es necesaria para el cuerpo. Sin embargo, la presencia de niveles mayores de los normales derivará en una serie de complicaciones que afectarán a la salud.
- Daños en el revestimiento interno de las paredes de los vasos sanguíneos
- Aumenta la oxidación del colesterol LDL, incrementando el riesgo de que se deposite en las paredes de vasos sanguíneos
- Crecimiento del tejido de los músculos lisos, lo que provoca el estrechamiento de los vasos sanguíneos
- Induce al estrés oxidativo a la par de reducir la capacidad de los vasos sanguíneos para expandirse y contraerse
- Aumento de la formación de coágulos sanguíneos, lo que puede derivar en un serio riesgo de sufrir un ataque al corazón
Según investigaciones médicas, niveles no saludables de homocisteína podrían suponer un significante riesgo de padecer: Ataques cardíacos, apoplejía, enfermedad de Alzheimer, osteoporosis, o formación de coágulos.
La deficiencia de betaína es un síntoma muy común, ya que una gran cantidad está presente en los alimentos, sobre todo en productos derivados del trigo. Aun así, la condición que se le atribuye para que pueda existir una falta de esta, y se comprometieran los niveles de homocisteína en sangre, sería debido factores medioambientales, dietéticos, y/o genéticos.
Se presupone que personas mayores de 50 años, aquellas que hayan sufrido de problemas con el alcohol, o niños con ciertas condiciones genéticas, pueden desarrollar problemas relacionados al respecto.
Beneficios de la Betaína
Reducir el riesgo de sufrir enfermedad cardiovascular
Como se vió anteriormente, la capacidad de la betaína, tal por su faceta de donación de grupos metilos, para reducir los niveles de homocisteína en sangre es bastante considerable, siendo esta sustancia reducida a la inofensiva metionina. Así, se reduce el riesgo de producir acumulación de plaquetas en las paredes arteriales con la consiguiente formación de coágulos.
Apoyo a la función hepática y a la digestión
Cualquier digestión requiere que el medio sea ácido (estómago) para llevarla a cabo correctamente. Si tal nivel de acidez no es lo suficientemente alto, el organismo no será totalmente capaz de digerir la comida en nutrientes (descomponer en cadenas moleculares), y ser posteriormente absorbidos.
Esto suele ser un motivo de carencias nutricionales en una parte de la población, incrementando el riesgo de sufrir patologías asociadas
El tipo de ácido que logra permitir a que el estómago realice la digestión sin dificultades se denomina ácido clorhídrico (HCl). Por ello, el tipo de betaína utilizada para facilitar las digestiones es la betaína clorhídrica, elevando rápidamente los ácidos estomacales, y aliviando problemas gastrointestinales.
Betaína y Rendimiento Deportivo
Según estudios, la betaína puede ayudar al deportista a mejorar su rendimiento, incrementar la fuerza, y aumentar la resistencia muscular. Uno de los principales motivos es elevar la producción de óxido nítrico, un potente vasodilatador que genera el organismo antes sus precursores, y conlleva a generar un mejor transporte de nutrientes, tales como aminoácidos, y oxigenar los tejidos musculares. Por otro lado, puede optimizar la eficiencia del ciclo de Krebs, o producción energética, siendo además mejorado el VO2MAX, especialmente en atletas experimentados.
Estos efectos se van a reflejar en que el deportista tardará un mayor tiempo en alcanzar la fatiga antes un mismo esfuerzo a una elevada intensidad.
La betaína puede estimular la lipólisis para promover la pérdida de grasa. La lipólisis es el proceso mediante el cual se obtiene energía a partir de la grasa almacenada en los depósitos del cuerpo.
¿Cómo tomar la Betaína?
En función del objetivo, hay que ajustar la dosis:
- Reducir niveles problemáticos de homocisteína y promover la correcta función hepática: al menos ingerir 500mg al día
- Daños hepáticos: 1000-2000mg hasta tres veces al día
- Mejorar la digestión: entre 500-2000mg al día
- Mejora del rendimiento atlético, y apoyar la mejora de composición corporal: 1000-6000mg al día
La betaína se suele ingerir con ácido fólico, y vitamina B6 y B12.
¿Con qué combinar la Betaína?
La betaína suele ser uno de los ingredientes de los Suplementos Pre-Entrenamiento, dadas sus condiciones de mejorar el rendimiento atlético.
Efectos secundarios de la Betaína
En personas sanas, no es frecuente que la betaína cause ningún efecto secundario. En cambio, un reducido sector, puede llegar a experimentar algunos síntomas, tales como diarrea o nauseas.
Dosis que superen varios gramos diarios, producirán que tanto el aliento como el sudor se vuelvan de un olor a pescado, debido a los procesos de metilación. La suplementación conjunta de 200mg de Riboflavina (vitamina B2) eliminará esta circunstancia.
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