Hace más de 250 millones de años, la sal marina quedó cristalizada y acumulada en los yacimientos montañosos albergando en su composición orgánica una energía extraordinaria. Un legado excepcional del mar primitivo, el origen de toda forma de vida. Hoy, conocida como “oro blanco” es una de las sales energéticamente más rica que existe.
La sal del Himalaya es un condimento de altísimo valor nutricional y una fuente importantísima de bienestar, pudiéndose usar internamente y externamente.
La sal es esencial para la vida, no se puede vivir sin ella. Sin embargo, el consumo elevado de sal es perjudicial para nuestra salud. En parte, se debe a que hay enormes diferencias entre la sal de mesa refinada estándar de uso cotidiano, y la sal cristalina del Himalaya.
La sal de mesa refinada es básicamente cloruro sódico, en cambio, la sal cristalina natural del Himalaya es mucho más que cloruro sódico al contener 84 elementos en su composición.
En la tierra, la sal existe con abundancia, sobre todo en los mares y océanos que cubren aproximadamente el 70% de la superficie terrestre.
Sin embargo, tanto los mares como los océanos, en la actualidad, se hallan degradados y tienen un alto nivel de contaminación. También es preciso constatar que el 89% de los productores de sal marina de todo el mundo, refinan el producto. En cambio, en la tierra todavía existe sal pura y completa en aquellos lugares remotos del Himalaya, donde hace millones de años se secaron los mares primarios, encontrándonos hoy con minas de sal en estado puro y natural.
Además, debido a la enorme presión de las montañas sobre la sal, esta se ha convertido en una sal de cristal, con una composición orgánica y una biodisponibilidad muy superior a otras sales. Es su composición orgánica, la que garantiza la disponibilidad bioquímica de los elementos para nuestro organismo. Esta sal contiene todos los elementos que se encuentran en nuestro cuerpo y, mezclada con agua, nos puede ofrecer toda su energía. La sal del Himalaya y la solución salina, albergan un auténtico mar de energía.
La sal cristalizada del Himalaya, a parte del cloruro de sodio que contiene la sal común, contiene otros minerales. Existen informaciones que hablan de la existencia de 84 elementos. Se ha comprobado que contiene principalmente cloruro de sodio, calcio, potasio, magnesio, óxido de sulfuro, hierro, manganeso, flúor, yodo, zinc, cromo, cobre, cobalto y oro.
Nutriente para el organismo
Las funciones elementales de nuestro cuerpo se basan en un equilibrio entre las sales y los fluídos. Por eso, desde hace siglos, la sal se utiliza como un nutriente importante para nuestro organismo. Podemos usarla en diferentes aplicaciones, tanto externas como internas.
Algunos de los beneficios de la sal del Himalaya
- Regulador del agua corporal.
- Previene los calambres de nuestros músculos por su contenido en magnesio.
- Actúa como hipnótico, por lo que es estupenda para mejorar y regular el sueño.
- Actúa como antihistamínico natural, descongetionando los senos nasales.
- Previene la aparición de las varices porque mejora la circulación.
- Equilibra el nivel de azúcar en sangre.
- Equilibra la excesiva acidez de las células, en especial las del cerebro.
- Buen preventivo en casos de sinusitis, mucosidad o flemas, asma, dolor de garganta y anginas (entre otros).
APLICACIONES EXTERNAS.
Baños de sal
En la actualidad para los baños de sal se usan concentraciones que van del 1% hasta el 8%. La duración del baño debe comenzar con 5 o 10 minutos y puede alargarse como máximo hasta los 20 minutos, nunca más. La temperatura del agua no debe ser superior a los 38°. Si se aplican en casa, deben reducirse a dos por semana.
Después del baño, hay que taparse bien y reposar en la cama durante una hora.
Para este tipo de baños se deben utilizar siempre sales cristalinas del Himalaya, nunca sal con componentes químicos o artificiales. Para una bañera de 120 litros, se necesita 1,2 Kg. de sal para conseguir una solución del 1%. Estos baños están recomendados para mejorar problemas cutáneos, articulares y reuma, a parte de poseer un efecto relajante, refrescante y renovador de la energía.
Lavados con sal
Para los lavados de nariz, garganta y ojos se utiliza una solución isotónica del 0,9%. Para ello se disuelven 9 gramos de sal en un litro de agua tibia. Los lavados oculares se llevan a cabo con la llamada bañera ocular, un pequeño recipiente de cristal o plástico. Los lavados de nariz se realizan con la solución isotónica templada, ayudados por una lota nasal. Esta solución también es adecuada para hacer gárgaras.
Mejor Con Salud
http://www.saldelhimalaya.com/