03 junio 2024

7 remedios para el dolor de huesos.


7 remedios para el dolor de huesos

El dolor de huesos es agudo y penetrante y suele aparecer como consecuencia de una fractura o lesión grave.

Sin embargo, con el paso de los años los huesos se debilitan y pierden densidad, lo que podría ser motivo de lesiones más frecuentes. Asimismo detrás del dolor de huesos puede haber alguna enfermedad por lo que es esencial consultar con un equipo profesional.

Según su origen, el tratamiento para paliar el dolor de huesos puede variar. Para complementarlo y mejorar el dolor más leve existen remedios caseros que se pueden aplicar con facilidad. Descubrimos algunos a continuación.

Sensibilidad y dolor de huesos

El dolor es uno de los síntomas principales de muchos problemas músculoesqueléticos. Sin embargo el óseo es menos común que el muscular y el articular.

Este puede presentarse de distintas formas: de leve a grave y agudo o de larga duración. Asimismo puede ser local o generalizado (se caracteriza como un dolor difuso).

Su causa más común son las lesiones aunque existen otras condiciones que lo pueden generar. Algunas son muy claras (como los accidentes y los traumatismos) y otras menos obvias.

Como señalan desde la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos estas son algunas de las condiciones que pueden generar dolor de huesos:

  • Fracturas óseas y traumatismos.
  • Trastornos e infecciones en los huesos (como la osteomielitis).
  • Sobrecarga.
  • Pérdida de mineralización.
  • Falta de riesgo sanguíneo (que puede aparecer a raíz de una anemia drepanocítica).
  • Cáncer en los huesos y leucemia.

Según el diagnóstico se aplica un tratamiento u otro que puede requerir medicación (para el dolor, la inflamación o las infecciones), inmovilización, tratamiento hormonal, etc.

El dolor en los huesos suele ser punzante, penetrante y sordo. Este no debería pasarse por alto y es imprescindible consultar con un/a doctor/a siempre que aparezca, sobre todo si no tiene una explicación aparente.

Remedios para el dolor de huesos

Existen algunas técnicas y terapias complementarias que pueden ayudar a reducir el dolor de huesos en determinadas circunstancias.

Todas ellas se pueden aplicar de forma sencilla pero es imprescindible saber que nunca sustituyen el tratamiento indicado ni mejoran la causa que se encuentra en el origen del dolor.

1. La vitamina D

 

Vitamina D para el dolor de huesos

La vitamina D favorece la absorción del calcio por lo que ayuda a la mineralización de los huesos. En relación al dolor de huesos, puede ayudar a los pacientes que sufren osteoporosis.

Por un lado, mejorar la salud esquelética permite reducir el riesgo de fracturas y, en consecuencia, el posible dolor.

Pero además, como señalan los autores del artículo citado, ayuda a mitigar el dolor de las mujeres que padecen osteoporosis en la menopausia y de los dolores relacionados con problemas hormonales o inmunológicos.

Entre los alimentos naturales que aportan vitamina D destacan los pescados azules. El pescado azul contiene entre un  2 y un 5 % de grasa y una buena cantidad de proteínas.

Los pescados más recomendados son:

  • Sardinas.
  • Salmón.
  • Arenque.
  • Caballa.

Te recomendamos leer: ¿Deberíamos consumir vitamina D como suplemento?

2. Aceite de bacalao

Aceite de bacalao

Extraído del hígado del bacalao, este aceite se ha usado durante mucho tiempo para tratar la artrosis, una enfermedad crónica que afecta la superficie de las articulaciones (las desgasta) y provoca dolor de huesos cuando estos se rozan.

Esto se debe a su alto contenido en ácidos grasos omega-3, encargados, según este estudio realizado por la Universidad de Chile, de la desinflamación.

Aunque antes se recomendaba para el desarrollo del sistema óseo en los niños, hoy en día se suele emplear más como suplemento para aliviar los síntomas de dolor.

3. Jengibre

Jengibre

El jengibre es una raíz con propiedades analgésicas y antinflamatorias que puede ayudar a reducir el dolor causado por enfermedades óseas como la artritis. De hecho, según este estudio realizado por la Universidad Qazvin (Irán), es igual de efectivo que el ibuprofeno.

Puede emplearse de formas distintas, aunque lo más común es tomarlo en té o aplicarlo en compresas. En ambos casos se utiliza la raíz macerada y agua caliente.

4. Ortiga

Bebida de ortiga.

La ortiga tiene propiedades diuréticas que ayudan a desinflamar las zonas afectadas por dolor articular o de huesos, tal y como asegura este estudio realizado por la Universidad Isfahan (Irán).

Lo más habitual es tomarla en infusión.

Ingredientes

  • 1 cucharada de hojas de ortiga (15 gramos).
  • 1 taza de agua (250 mililitros).

Preparación

  • Calentar el agua y, cuando llegue a ebullición, añadir la ortiga.
  • Dejar que repose durante 10 minutos, colar y beber la infusión.

Se recomienda beber dos tazas al día para ayudar a la circulación de la sangre.

5. Aceites esenciales

Manzanilla para dolor de huesos

Algunos aceites esenciales han demostrado mejorar determinadas propiedades óseas. De esta forma, su aplicación puede mejorar la densidad mineral y prevenir la inflamación y el estrés oxidativo.

Por esto su aplicación tópica en forma de masajes podría ayudar a mejorar el dolor en caso de fracturas y traumatismos al reducir la inflamación.

Los más usados para este fin son los de canela, tomillo, romero o jengibre. Para aplicarlos es necesario diluirlos en algún vehículo portador como aceite de almendras, de coco o de oliva.

6. Aplicación de frío y calor

Este es uno de los métodos más económicos de aliviar en dolor en algunos problemas de salud musculoesquelética como la artritis. Por este motivo se puede probar su aplicación para mejorar el dolor de huesos.

El frío reduce la hinchazón y adormece el área afectada mientras que el calor relaja los músculos, aumenta la circulación y la flexibilidad. Es preferible consultar con un/a profesional para conocer cuál de las dos opciones es más indicada según cada lesión.

7. Ejercicio físico

La actividad física y algunos ejercicios concretos pueden ayudar a reducir el dolor en caso de artritis y osteoporosis. Estos son indicados para aumentar la flexibilidad, el movimiento y fortalecer la musculatura. 

Las fracturas de vértebras y cadera debidas a la osteoporosis son una de las principales causas de pérdida de funcionalidad y deterioro de la calidad de vida.

Los ejercicios de yoga se usan como parte de la rehabilitación en pacientes con esta enfermedad. Estos afectan de forma positiva la postura, la flexibilidad y el equilibrio y podrían contribuir a mejorar el dolor crónico.

Otras técnicas como el Pilates o la gimnástica postural también pueden ser positivas. Como siempre, lo más recomendable es buscar asesoramiento personalizado antes de empezar cualquier actividad.

Qué más saber acerca de los remedios para el dolor de huesos

Como hemos visto, existen algunas alternativas, fuera de los tratamientos convencionales, para tratar de mejorar el dolor en los huesos. Pero antes de aplicarlos es importante tener en cuenta algunos aspectos:

  • Ante cualquier tipo de dolor en los huesos es imprescindible acudir al médico/a, incluso antes de aplicar estos remedios de forma paliativa. Es fundamental tener un buen diagnóstico para poder tratar la causa del dolor. Asimismo, ninguno de ellos sustituye la posible terapia indicada por el médico.
  • En general se trata de opciones seguras. No obstante es aconsejable asesorarse con un/a profesional o el equipo médico para conocer si pueden ser opciones positivas en nuestro caso y aplicarlos de la forma correcta.
  • En el caso de sufrir otras enfermedades (renales, cardíacas, diabetes, etc.) es imprescindible asesorarse antes de tomar cualquier tipo de planta, suplemento o aplicar un aceite esencial para el dolor. Además, estos no están indicados durante el embarazo, la lactancia y en niños.

En algunas ocasiones el manejo del dolor en los huesos puede necesitar una aproximación holística y combinar el tratamiento médico con fisioterapia y algunos remedios que ayuden a calmarlo.

¿Se puede prevenir el dolor de los huesos?

Sufrir una lesión, una enfermedad o una infección ósea puede ser difícil de evitar. Aun así mantener los huesos y la musculatura fuertes y sanos puede ayudar a prevenir los relacionados con la osteoporosis. También podría permitir una más pronta recuperación en caso de fractura o lesión.

Para conseguirlo es necesario:

  • Tener una dieta sana y adecuada a cada persona y su gasto energético. 
  • Obtener las cantidades diarias recomendadas de algunos nutrientes como el calcio, la vitamina D y la proteína. De forma preferente estas deben cubrirse a través de los alimentos y tomar suplementos solo en los casos indicados.
  • Perder peso si es necesario.
  • Hacer actividad física con regularidad, incluyendo ejercicios de pesas.  
  • Reducir todo lo posible la ingesta de alcohol y el tabaco.

Los remedios para el dolor de huesos son complementarios al tratamiento del problema

Estos remedios naturales pueden aliviar las molestias, pero te recomendamos acudir al médico especialista para recibir un diagnóstico y tratamiento adecuado.

Mejor con Salud

9 alimentos que debes incluir en tu dieta para prevenir trombosis y embolias


9 alimentos que debes incluir en tu dieta para prevenir trombosis y embolias

Las trombosis y embolias hacen referencia a la obstrucción de un vaso sanguíneo que puede producir la muerte. Ahora bien, la trombosis se origina en venas o arterias, según afirma esta información de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos. Mientras que, la embolia es la propia migración de ese trombo por el canal circulatorio.

Este es un riesgo patente que sufren muchas personas que, por ejemplo, padecen de las clásicas varices.

¿Qué podemos hacer para prevenir este grave problema? Queda claro, no obstante, que no está en nuestras manos evitar al 100% estas condiciones. Lo que sí podemos es reducir esa probabilidad mediante una vida más sana.

Cambiar nuestros hábitos de vida siempre está en nuestras manos.

Si, en tu caso, tienes antecedentes genéticos relacionados con trombosis y embolias, es momento de cuidarte. De elegir bien el tipo de dieta que llevas y de mantener una vida más activa.

A continuación, te proponemos ahondar un poco más en el tema y que incluyas en tu alimentación una serie de maravillosos alimentos.

Por qué se forman trombos y embolias

Trombosis

No hay un único origen. Las trombosis y embolia parten de diferentes factores. Estos por lo general hacen referencia a nuestro estilo de vida, la genética y diversas enfermedades asociadas. Algunas causas, de acuerdo a la reconocida clínica Mayo, pueden ser:

  • Tener niveles altos de colesterol y triglicéridos.
  • Pasar mucho tiempo sentado.
  • Tomar píldoras anticonceptivas u hormonas estrógeno (especialmente en las mujeres que fuman).
  • Haber pasado por algún tipo de cirugía.
  • El embarazo.
  • Padecer obesidad.
  • Tener problemas cardíacos o de riñón.
  • Antecedentes genéticos.

Tal y como podemos ver, muchas de estas causas no las podemos evitar. Ahora bien, el que hayamos dado a luz o que tengamos colesterol alto, por ejemplo, no significa que vayamos a sufrir un tromboHay un riesgo, no una causa-efecto.

Veamos ahora con más exactitud cómo se diferencia una trombosis de una embolia:

  • Trombo: acumulación de sangre en una arteria debido a una coagulación, a la alteración de un vaso sanguíneo o la rotura de una pared arterial.
  • Los émbolos son resultados del trombo, o bien acumulaciones de grasa, de líquido amniótico. O incluso de burbujas de dióxido de carbono en caso de los buzos o las personas que practican el submarinismo.
  • La embolia es la obstrucción de una arteria en cualquier parte del cuerpo, como por ejemplo los pulmones.

¿Qué alimentos pueden ayudarme a prevenir la trombosis y las embolias?

1. El limón

Limón

En nuestro espacio te hablamos en numerosas ocasiones sobre los beneficios del limón. Ahora bien, ya conocemos que es adecuado para fortalecer el sistema inmunitario, para eliminar toxinas y para combatir el efecto de los radicales libres.

Sin embargo… ¿sabías que el limón es muy poderoso para mejorar la circulación sanguínea? Así lo afirma este estudio del Hospital Prefectural de Hiroshima (Japón) que hace hincapié de la misma forma en la necesidad de acompañarlo con una buena caminata diaria. No lo dudes, no dejes pasar un día sin tomar un vaso de jugo de limón o aderezar tus ensaladas con un poco de su zumo.

2. Aceite de oliva

El aceite de oliva extra virgen es un regalo de la naturaleza rico en ácidos grasos omega 6 e ideal para reducir el nivel del colesterol malo o LDL de la sangre, según asegura esta investigación realizada por el Cardiovascular Risk and Nutrition Research Group de REGICOR Study Group (España).     

Gracias al aceite de oliva mantenemos las arterias flexibles y reducimos la placa aterosclerótica, que siempre dificulta el  flujo sanguíneo y que acelera el riesgo de sufrir un trombo.

3. El aguacate

El aguacate, consumido con equilibrio y moderación, no engorda y es tan saludable o más que el propio aceite de oliva. No dudes en disfrutar de medio aguacate 3 veces por semana en tu desayuno. Tu salud lo agradecerá.

4. Un diente de ajo al día

Consume un diente de ajo, como mínimo, al día. Según este estudio realizado por la Universidad Estatal de Washington (Estados Unidos), es un potente antibacteriano.

Es rico en alicina, una enzima medicinal que cuida de tu salud cardiovascular, de tu sistema inmunitario y que, a su vez, tiene un efecto anticoagulante.

5. La alcachofa

Incluir en tus cenas alcachofas cocidas con un poco de vinagre, aceite de oliva y limón es una opción más que recomendable. ¡Es sensacional! Esta hortaliza es una de las mejores para prevenir trombosis y embolias, según afirma este estudio realizado por la Universidad de Pavia (Italia).

6. El apio

El apio es rico en antioxidantes, vitaminas y un tipo de fitoelementos que regulan tu tensión arterial, tal y como afirma este estudio realizado por la Universidad Ahvaz Jundishapur (Irán).

Si consumes apio de modo regular, ya sea de forma natural o en jugo, disfrutarás de una arterias más anchas, flexibles y con menos placa aterosclerótica.

7. Zumo de arándano

Entre las opciones naturales más recomendables para mejorar la circulación sanguínea están, sin duda, los arándanos. Gracias a ellos mejoramos la circulación sanguínea debido a sus efectos anticoagulantes, según sugiere este estudio realizado por la Southern Medical University (China).

Consume arándanos en zumo, secos o incluso congelados si no te es posible conseguirlos de temporada.

8. ¿Vino tinto?

Suele decirse que si tomas un vaso de vino tinto al día, reducirás la probabilidad de sufrir un ataque cardíaco o una trombosis.

Sin embargo, no existen evidencias científicas que avalen dicha afirmación.

9. Las zanahorias

Las zanahorias nos encantan. Son refrescantes, suaves al paladar, combinan con todo y, además, nos ayudan a prevenir trombos y embolias.

Lo consiguen porque son una fuente muy adecuada de beta-carotenos. Esta sustancia es capaz de reducir el riesgo de la aparición de ataques cardíacos y equilibrar los niveles de colesterol, según asegura este estudio realizado por la Universidad Federal de Río de Janeiro.

¿Qué te parece si a partir de ahora aumentamos el consumo de estos 9 alimentos? El esfuerzo vale la pena: vale tu salud.

Valeria Sabater