20 febrero 2025

Beneficios de Ashwagandha para aliviar los síntomas de hipotiroidismo

 Propiedades de ashwagandha para hipotiroidismo y tiroiditis de Hashimoto


Beneficios de Ashwagandha para aliviar los síntomas de hipotiroidismo

Si bien el tratamiento de hipotiroidismo es imprescindible en todo momento, la solución a largo plazo es abordar las causas fundamentales. Una de las causas más comunes de la disfunción tiroidea es el estrés. Cuando el estrés aumenta, la tiroides siente los efectos. ¿Sufres de estrés crónico o fatiga adrenal? Debes conocer las propiedades de ashwagandha, una planta adaptógena que ayuda a aliviar no solo los efectos negativos del estrés, sino también muchos síntomas de hipotiroidismo.

Hipotiroidismo y los efectos del estrés en la tiroides

Mejorar la capacidad de hacer frente al estrés es un componente clave para mantener la función saludable de la tiroides y mejorar los síntomas de hipotiroidismo. Demasiados factores de estrés, ya sea físico, mental o emocional, comprometen una adecuada función tiroidea. Las hierbas adaptógenas pueden ayudar al cuerpo a manejar el estrés y tienen una capacidad única para aumentar su recuperación.

El estrés crónico puede dar lugar a ciertos síntomas, como:

Qué es la ashwagandha

La ashwagandha (Withania somnifera) es una de las hierbas más importantes en Ayurveda – una forma de medicina alternativa de la India, basada en los principios de curación natural. Se ha utilizado durante milenios como tónico para el sistema nervioso y para combatir el estrés; aumentar los niveles de energía y mejorar la memoria y la concentración. Ashwagandha es un gran remedio natural para personas que sufren los estragos del estrés. Esto convierte a ashwagandha en un excelente adaptógeno para las personas con hipotiroidismo y tiroiditis de Hashimoto.

Qué son los adaptógenos

Rachel Landon, autora del libro Superhierbas, explica que las hierbas adaptógenas ayudan a que el cuerpo se adapte a los retos a los que se enfrenta diaramente, especialmente a los factores de estrés de su entorno. “Las adaptógenas son un grupo de plantas o hierbas relativamente nuevo, y deben su nombre a uno de los más destacados farmacólogos de la antigua Unión Soviética, Nikolai Lazarev, que en la década de 1940 creó este término a partir de la palabra latina adaptare, que significa «adaptar»”.

En el caso de ashwagandha, algunos estudios muestran la eficacia de este adaptógeno para normalizar los índices tiroideos en pacientes con hipotiroidismo subclínico.

Los adaptógenos desempeñan un papel clave en la regulación de diversos procesos metabólicos mediante la mejora del funcionamiento del eje HPA. Tanto el hipotiroidismo, como el hipertiroidismo, están asociados a un mayor estrés oxidativo. Las hierbas adaptógenas contrarrestan los procesos catabólicos asociados con el estrés en el cuerpo. Asimismo, aumentan la capacidad de consumo de oxígeno para disminuir los marcadores metabólicos asociados con el metabolismo anaeróbico. Se ha demostrado que los adaptógenos, como el Eleutherococcus senticosus y muchos otros, mejoran la fatiga, la debilidad y el cansancio.

Ashwagandha en hipotiroidismo y tiroiditis Hashimoto

La ashwagandha es reconocida por sus propiedades de potenciar la función suprarrenal. El eje hipotálamo-hipófisis-suprarrenal (HPA, por sus siglas en inglés) impulsa a las glándulas suprarrenales a secretar más hormonas antiestrés y forma parte de la respuesta neuroendometabólica (NEM) al estrés.

Si alguien tiene fatiga suprarrenal, su función tiroidea – la conversión de la hormona T4 en T3 – se ve afectada. Se cree que los adaptógenos actúan normalizando el eje hipotálamo-hipófisis-suprarrenal y mejoran la función tiroidea.

Cuando el cuerpo está estresado, el hipotálamo envía señales a la hipófisis para que se ocupe eficazmente del factor estresante. La hipófisis indica a las glándulas suprarrenales que liberen más o menos cortisol. El cortisol ayuda a nuestro cuerpo a lidiar con el estrés. Puede aumentar nuestra energía, o al contrario, disminuirla. Incluso, puede detener la producción de hormonas reproductivas y digestivas que no son necesarias durante el periodo de estrés, etc.

Si el estrés persiste, el mecanismo de retroalimentación en el eje HPA seguirá diciendo a las glándulas que necesita más y más cortisol. Finalmente, las glándulas suprarrenales se agotan y simplemente ignoran las señales. Es entonces cuando se producen los síntomas, nuestra inmunidad se rompe, nuestro intestino puede sufrir y nuestras hormonas se desequilibran.

Además, el estrés crónico conduce a niveles más bajos de T3 y T4. La ashwagandha disminuye el estrés y parece estimular el sistema endocrino, aumentando los niveles de la hormona tiroidea, al reducir el cortisol.

Propiedades de la Ashwagandha para reducir el estrés

La ashwagandha ayuda a mejorar los sistemas de respuesta al estrés, regulando el estado de ánimo, equilibrando las hormonas y reforzando el sistema inmune:

  • Calma la ansiedad y ayuda al sistema nervioso
  • Apoya la glándulas suparrenales
  • Reduce la inflamación
  • Actúa como antioxidante
  • Refuerza el sistema inmune
  • Aumenta la energía

La inflamación crónica también daña la función de las mitocondrias, los «hornos» productores de energía de sus células. Esto conduce a la fatiga constante y a la falta de energía. La Ashwagandha ayuda a proteger las membranas celulares de la peroxidación lipídica, el daño que se produce por la inflamación crónica.

Cómo tomar la ashwagandha si tienes hipotiroidismo

Usualmente, se recomienda una dosis entre 300-600mg estandarizados al 1,5% de withanólidos (preparados a partir de la raíz). Se sugiere tomarlos después de los alimentos y/o antes de acostarse, 1-2 veces al día. Y como con todos los suplementos, se recomienda esperar al menos 4 horas después de la toma de medicación para la tiroides.

Si tienes una condición conocida como baja acidez estomacal, entonces tomar el suplemento junto con los alimentos podría beneficiarte.

Los adaptógenos como la ashwagandha son un gran apoyo a corto plazo, pero la solución a largo plazo implica revisar y abordar los factores fundamentales del estilo de vida para mejorar la salud de la tiroides. Aquí hay una breve lista de «chupadores de energía» comunes que pasan factura a tu sistema nervioso:

  • Falta de sueño. Intenta dormir de 7 a 9 horas por noche, con siestas adicionales si es necesario.
  • Demasiada «tecnología». Si te sientes agotado, practica la «desconexión» de los dispositivos al menos un día a la semana.
  • Consumo frecuente de cafeína y/o alcohol.

Aumentar tu resistencia con adaptógenos ancestrales como la ashwagandha puede ser una gran intervención a corto plazo para el apoyo a la tiroides. Y cuando se combina con los cambios de estilo de vida para reducir el cortisol, puede ser muy eficaz para mitigar las causas inducidas por el estrés de la disfunción tiroidea. Recuerda practicar ejercicios de respiración profunda para activar el nervio vago y calmar el sistema nervioso.

Precauciones

  • Si bien esta planta es muy beneficiosa para las personas que sufren hipotiroidismo, es importante señalar que su consumo NO es recomendable en caso de HIPERTIROIDISMO, ya que la ashwagandha puede aumentar la cantidad de hormonas tiroideas que el cuerpo produce.
  • No es recomendable para mujeres embarazadas.
  • Si estás tomando medicamentos ansiolíticos o antidepresivos, asegúrate de consultar con tu médico. Al combinarlos con hierbas medicinales como la ashwagandha, sus efectos pueden aumentar.
Salud Activa

Cortisol: efectos en el organismo

 




El cortisol, también conocido como la "hormona del estrés", es una hormona producida por las glándulas suprarrenales en respuesta a situaciones estresantes. Aunque es esencial para muchas funciones corporales, niveles elevados de cortisol durante largos períodos pueden tener efectos negativos en la salud. En este artículo, exploraremos qué es el cortisol, cómo afecta al cuerpo y qué remedios pueden ayudar a regular sus niveles.
 

 ¿Qué es el cortisol?



El cortisol es una hormona glucocorticoide que regula varias funciones vitales en el cuerpo. Su producción aumenta en respuesta al estrés físico o emocional, como una forma de preparar al cuerpo para enfrentar una amenaza percibida.

Sin embargo, además de su rol en la respuesta al estrés, el cortisol también cumple otras funciones, como:

Regular el metabolismo de carbohidratos, proteínas y grasas.
Controlar los ciclos de sueño y vigilia.
Reducir la inflamación.
Ayudar a regular la presión arterial.
Mantener los niveles de azúcar en sangre.
   

Efectos del cortisol en el organismo

 

A corto plazo:

Aumento de energía: En situaciones de estrés, el cortisol ayuda a liberar glucosa en el torrente sanguíneo, lo que proporciona una rápida fuente de energía.
Mejora de la atención: Incrementa la capacidad de concentración y enfoque, permitiendo al cuerpo y la mente responder mejor a las amenazas.
Supresión de la inflamación: En pequeñas cantidades, el cortisol reduce la inflamación, lo que es beneficioso en ciertas situaciones.
  A largo plazo:

Sin embargo, cuando el cortisol permanece elevado durante períodos prolongados debido al estrés crónico, sus efectos pueden ser perjudiciales:

Aumento de peso: El cortisol promueve el almacenamiento de grasa, especialmente en el abdomen. Además, incrementa el apetito y las ansias por alimentos altos en calorías.
Disminución del sistema inmune: Niveles elevados de cortisol suprimen la respuesta inmune, aumentando la susceptibilidad a infecciones.
Problemas de sueño: El cortisol altera el ciclo de sueño, dificultando conciliar el sueño o tener un sueño profundo.
Problemas cardíacos: El cortisol elevado incrementa la presión arterial y puede contribuir al desarrollo de enfermedades cardiovasculares.
Alteraciones del estado de ánimo: Niveles crónicamente elevados de cortisol están asociados con ansiedad, depresión y cambios en el estado de ánimo.
Pérdida de densidad ósea: El cortisol afecta la capacidad del cuerpo para absorber calcio, lo que puede llevar a la fragilidad ósea.
Deterioro cognitivo: Altos niveles de cortisol pueden dañar áreas del cerebro como el hipocampo, afectando la memoria y el aprendizaje.
   

Remedios para combatir el exceso de cortisol

 

Afortunadamente, hay muchas formas de reducir los niveles de cortisol y mitigar sus efectos negativos:

Técnicas de relajación:  Practicar técnicas de relajación como la meditación, el yoga, la respiración profunda o la atención plena (mindfulness) puede reducir significativamente los niveles de cortisol. Estas prácticas ayudan a activar la respuesta de relajación del cuerpo, lo que contrarresta el aumento de cortisol.
Ejercicio físico moderado: El ejercicio es una excelente forma de liberar el estrés. Sin embargo, el ejercicio debe ser moderado, ya que entrenamientos intensos y prolongados pueden aumentar el cortisol. Actividades como caminar, nadar o practicar ciclismo moderado pueden ser útiles para reducir el estrés sin causar un aumento excesivo de esta hormona.
   

Dieta equilibrada:

Una alimentación rica en nutrientes puede ayudar a mantener los niveles de cortisol en equilibrio.

Algunos alimentos recomendados son:

Alimentos ricos en omega-3 (como el salmón o las nueces) que tienen propiedades antiinflamatorias.
Frutas y verduras ricas en antioxidantes, como los cítricos y los vegetales de hoja verde.
Alimentos ricos en magnesio, como las espinacas, almendras y aguacates, que pueden ayudar a regular la respuesta al estrés.
Evitar el exceso de cafeína y azúcar también es clave, ya que pueden aumentar los niveles de cortisol.
   

Dormir lo suficiente El descanso adecuado es esencial para regular los niveles de cortisol.

Se recomienda establecer una rutina de sueño saludable, como ir a dormir y despertarse a la misma hora todos los días, evitar pantallas antes de dormir y crear un ambiente adecuado para el descanso.

Conexión social y apoyo emocional Mantener relaciones sociales saludables y buscar apoyo emocional en amigos, familiares o profesionales puede reducir significativamente el estrés y, por lo tanto, los niveles de cortisol.

Compartir preocupaciones y mantener una red de apoyo mejora el bienestar emocional.

 

Suplementos naturales Algunos suplementos naturales pueden ayudar a reducir el cortisol, como el ginseng, la ashwagandha y la rodiola. Estos adaptógenos pueden regular la respuesta del cuerpo al estrés.


 


 

 

Sin embargo, es importante consultar con un profesional de la salud antes de iniciar cualquier suplemento.

Quién no debe tomar ashwagandha:

Mujeres embarazadas o lactantes.
Personas con trastornos autoinmunes.
Pacientes con problemas tiroideos o presión arterial baja.
Quienes toman medicamentos sedantes o ansiolíticos.
  Quién no debe tomar rodiola:

Mujeres embarazadas o lactantes.
Personas con trastorno bipolar, problemas de presión arterial o diabetes.
Quienes toman antidepresivos o ansiolíticos.
www.elrincondeunachiari.com

Secretos de personas saludables que puedes adoptar hoy mismo



¿Alguna vez te has preguntado por qué algunas personas parecen irradiar vitalidad, energía y bienestar?
 ¿Cómo logran mantenerse equilibradas física y mentalmente mientras otros luchan constantemente contra el estrés, la fatiga o los malos hábitos? La respuesta no está en reglas estrictas ni en dietas extremas. Por el contrario, muchas de estas personas han incorporado pequeños gestos cotidianos que, aunque parezcan simples, tienen un impacto profundo en su calidad de vida.

En este artículo, exploraremos prácticas que las personas más saludables del mundo suelen seguir. Estos consejos son accesibles, fáciles de integrar en tu día a día y pueden transformar tu bienestar de manera significativa. Prepárate para descubrir cómo mejorar tu estilo de vida sin esfuerzo.

Comenzar el día con intención: la importancia de una rutina matutina

Una de las primeras diferencias entre quienes disfrutan de buena salud y quienes no, radica en cómo comienzan su jornada. Las mañanas son un momento crucial para establecer el tono del resto del día. En lugar de saltarse el desayuno o apresurarse sin pensar, las personas saludables dedican unos minutos a prepararse mental y físicamente.

Consejo práctico:

Incorpora actividades relajantes, como estirar el cuerpo durante cinco minutos, meditar o escribir en un diario. También es importante desayunar algo nutritivo que te brinde energía para enfrentar el día. Un batido de frutas, pan integral con aguacate o yogur con granola son excelentes opciones.

Mantenerse hidratado: el poder del agua

El agua es uno de los pilares fundamentales para mantener una buena salud. Sin embargo, muchas personas subestiman su importancia. Beber agua regularmente no solo ayuda a mantenernos hidratados, sino que también mejora nuestra concentración, favorece el metabolismo y reduce el cansancio.

Cómo hacerlo más fácil:

Lleva siempre una botella reutilizable contigo y configura recordatorios en tu teléfono si sientes que olvidas beber agua. También puedes agregar rodajas de limón, pepino o menta para darle un toque de sabor si prefieres algo más refrescante.

Alimentarse mejor: nutrición consciente

La alimentación juega un papel central en nuestra salud física y emocional. Las personas saludables no siguen dietas restrictivas, sino que optan por una alimentación equilibrada y variada que les permite disfrutar de los alimentos sin culpa.

 Principios básicos de una dieta saludable:

Equilibrio : Incluye todos los grupos alimenticios en tus comidas: carbohidratos complejos (pan integral, quinoa, arroz integral), proteínas magras (pollo, pescado, tofu) y grasas saludables (aceite de oliva, aguacate, nueces).

 

Variedad : Evita comer siempre lo mismo. Varía tus platos para asegurarte de obtener una amplia gama de nutrientes. Por ejemplo, cambia las verduras que consumes cada semana o prueba nuevas recetas.

 

Moderación : No es necesario eliminar completamente los alimentos que disfrutas, pero sí es importante consumirlos con moderación. Permítete indulgencias ocasionales sin caer en la culpa.

 

Escucha a tu cuerpo : Come cuando tienes hambre y detente cuando estás satisfecho. Evita comer por aburrimiento o estrés.



Recomendaciones específicas:
Frutas y verduras : Asegúrate de incluir al menos cinco porciones al día. Puedes añadirlas a tus desayunos, almuerzos y cenas.
Proteínas : Opta por fuentes magras como el pollo, el pescado o las legumbres. Si eres vegano o vegetariano, asegúrate de obtener suficiente proteína de soja, quinoa u otras alternativas vegetales.
Grasas saludables : Incorpora aceite de oliva, aguacate, nueces y semillas en tu dieta. Estas grasas son esenciales para el buen funcionamiento del cerebro y el corazón.
 

Reducir el consumo de alimentos procesados

Los alimentos ultraprocesados están llenos de azúcares, grasas saturadas y aditivos que pueden ser perjudiciales para nuestra salud a largo plazo. Las personas saludables tienden a limitar su consumo y optan por opciones más naturales.

Cómo reducirlos:
Lee las etiquetas de los alimentos y elige productos con ingredientes simples y reconocibles.
Cocina en casa más a menudo para tener control sobre los ingredientes.
Sustituye snacks procesados por frutas frescas, yogures naturales o nueces.
 

Evitar el tabaco y reducir el alcohol

El tabaco y el exceso de alcohol son dos de los principales factores de riesgo para enfermedades crónicas. Las personas saludables buscan eliminar o reducir estos hábitos para proteger su bienestar.

Consejos prácticos:
Si fumas, busca apoyo profesional o utiliza recursos disponibles para dejar de fumar de manera efectiva.
Limita el consumo de alcohol a ocasiones especiales y, cuando lo consumas, hazlo con moderación. Para hombres, se recomienda no superar dos copas al día; para mujeres, una.
 

Incorporar más vegetales: variedad y creatividad

Los vegetales son una fuente invaluable de nutrientes esenciales para nuestro organismo. Sin embargo, muchas personas encuentran difícil incluirlos en su dieta diaria. La clave está en ser creativo y encontrar formas deliciosas de disfrutarlos.

Ideas para empezar:

Prueba smoothies verdes, ensaladas coloridas con diferentes tipos de hojas, zanahorias ralladas o remolacha asada. Si eres fanático de las comidas calientes, puedes añadir espinacas o brócoli a tus pastas, sopas o guisos.

Reducir el consumo de azúcar y sal refinada

El exceso de azúcar y sal refinada en nuestra dieta puede tener graves consecuencias para la salud, desde problemas cardiovasculares hasta resistencia a la insulina. Las personas saludables tienden a reducir el consumo de estos ingredientes refinados.

Cómo hacerlo:
Lee las etiquetas de los alimentos y opta por productos con menor contenido de azúcar y sal.
Sustituye el azúcar refinado por edulcorantes naturales como miel o jarabe de maple, pero en cantidades moderadas.
Usa hierbas y especias para sazonar tus platos en lugar de sal refinada.
 

Cocinar en casa: control total sobre lo que comes

Preparar tus propias comidas es una de las mejores maneras de asegurarte de que estás comiendo de forma saludable. Cuando cocinas en casa, tienes el control sobre los ingredientes y las porciones.

Beneficios adicionales:
Ahorra dinero en comparación con comer fuera.
Reduce el consumo de alimentos ultraprocesados.
Te permite experimentar con nuevas recetas y sabores.

Consejos para cocinar saludable:
Prepara comidas grandes y congela porciones para días ocupados.
Experimenta con recetas rápidas y fáciles, como ensaladas de garbanzos, wraps de pollo o sopas caseras.
Usa métodos de cocción saludables como al vapor, al horno o a la plancha.
 

Moverse más: actividad física sin sacrificio

No es necesario inscribirse en un gimnasio para estar activo. Las personas saludables entienden que moverse puede ser parte natural de su día. Ya sea caminando, bailando o haciendo ejercicios sencillos en casa, cualquier tipo de movimiento contribuye a mejorar tanto el bienestar físico como mental.

Sugerencias prácticas:

Intenta caminar durante llamadas telefónicas, usar escaleras en lugar de ascensores o realizar estiramientos mientras ves televisión. También puedes probar rutinas cortas de ejercicios en casa, como sentadillas, planchas o flexiones, que apenas requieren espacio o equipo.

Practicar gratitud: un cambio de perspectiva

La gratitud es una herramienta poderosa para mejorar el estado emocional. Al enfocarnos en lo positivo, reducimos el estrés y aumentamos nuestra sensación de felicidad. Muchas personas saludables dedican tiempo cada día a reflexionar sobre las cosas buenas que les han ocurrido.

Cómo empezar:

Crea un hábito de anotar tres cosas por las que estés agradecido antes de dormir. Pueden ser grandes logros o pequeños momentos felices, como compartir una comida con amigos o disfrutar de un atardecer hermoso.

Dormir mejor: priorizar el descanso

El sueño es fundamental para recuperar energías y mantener una mente clara. Sin embargo, muchas personas sufren de insomnio o no duermen lo suficiente debido a malos hábitos nocturnos.

Consejos para mejorar el sueño:

Establece una rutina consistente antes de acostarte, evita pantallas al menos una hora antes de dormir y crea un ambiente tranquilo en tu habitación. Además, intenta irte a la cama y levantarte a la misma hora todos los días, incluso los fines de semana.

Conclusión: pequeños cambios, grandes resultados

Transformar tu bienestar no tiene por qué ser complicado ni abrumador. Al adoptar estos secretos de las personas saludables, poco a poco notarás cómo tu vida mejora en múltiples aspectos. Recuerda que la clave está en la consistencia y en adaptar estos hábitos a tu estilo de vida personal.

Si te inspiraste con estos consejos y quieres profundizar aún más en temas relacionados con nutrición, fitness, bienestar o prevención, existen muchos recursos confiables que ofrecen información detallada y basada en evidencia. Explorar estos espacios puede ayudarte a continuar aprendiendo y avanzando hacia una vida más saludable.

¿Estás listo para mejorar tu estilo de vida? Comienza hoy implementando estos hábitos y descubre cómo pequeños pasos pueden llevar a grandes transformaciones en tu salud física y mental.

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