Gema Sánchez Cuevas
Las frases de Virginia Satir hablan del cambio, el afecto y las relaciones. Son un regalo repleto de amor y calidez para todo aquel que quiera reflexionar sobre la importancia de conectar con uno mismo y los demás.
Virginia Satir fue trabajadora social, psicoterapeuta estadounidense y escritora, conocida especialmente por su enfoque en terapia familiar. En 1959 se unió a Don Jackson, Jules Runkin y Gregory Bateson para iniciar el Mental Research Institute (MRI) en Palo Alto, una de las instituciones de psicoterapia más emblemáticas de Estados Unidos y lugar donde se gestó el modelo sistémico. Allí fue directora de entrenamientos y participó en la creación del primer programa formal de terapia familia.
Quien la conoció la define como una mujer de calidez especial, muy preocupada por temáticas de calado, como la comunicación humana y la autoestima, y por incorporar sentimientos y compasión en la relación terapéutica. Para Satir, el cuidado y la aceptación eran elementos fundamentales para ayudar a los demás a enfrentarse a sus miedos y facilitar así que puedan abrir sus corazones a otras personas. Sin duda, percibía el amor con un mayor potencial sanador en la terapia.
Sus libros más famosos son Terapia familiar paso a paso, Peoplemaking, En contacto íntimo y Todas tus caras: pasos para amar y ser amados. Además, también es conocida por su modelo de procesos de cambio. A continuación dejamos una selección de sus mejores frases para reflexionar a partir desde su perspectiva teórica.
La importancia de la actitud ante la vida
“La vida no es lo que se supone que debe ser. Es lo que es. La forma de lidiar con ella es lo que hace la diferencia”.
A veces la vida no coincide con nuestros deseos y expectativas, sino todo lo contrario. Pero no por ello debemos abandonar nuestra lucha ni el recorrido de nuestro camino. Aunque no podamos cambiar aquello que sucede siempre, podemos elegir la actitud que vamos a adoptar para enfrentarlo.
Así, la vida emerge, sucede y continúa sin pedirnos permiso. La forma que elijamos para recorrerla determinará nuestro estado de ánimo y, por supuesto, la experiencia global de nuestros diferentes caminos.
La valentía de definirse a uno mismo
“No debemos permitir que las percepciones limitadas de otras personas nos definan”.
Día a día, los demás nos ofrecen sus consejos, opiniones e incluso exigencias. A menudo intentan definirnos y decir qué podemos hacer y qué no según su perspectiva. El problema ocurre cuando damos a sus palabras la naturaleza de verdad absoluta y nos conformamos con ellas. De este modo, vivimos acorde a sus pensamientos, sin concedernos una oportunidad para saber quién somos.
Ahora bien, ¿por qué definirnos según la visión que los demás tienen de nosotros? Lo que nos digan no puede tener más poder que aquello que pensamos sobre nosotros mismos. Su visión está limitada por su historia, por sus creencias, por sus miedos y temores. No pueden saber más que nosotros sobre nuestra identidad, capacidad ni el gran potencial que tenemos y, por supuesto, mucho menos sobre nuestras limitaciones y miedos.
El gran valor de los abrazos
“Necesitamos 4 abrazos al día para sobrevivir. Necesitamos 8 abrazos al día para mantenernos. Necesitamos 12 abrazos al día para crecer…”
Esta es una de las frases de Virginia Satir que mejor describe la importancia que otorgaba al afecto y al cuidado de las relaciones con los demás. Abrazar es un gesto pequeño, pero repleto de calidez cuando nace y se da desde el interior. Es uno de los grandes soportes afectivos cuando somos pequeños y una bonita forma de acariciar el alma de los demás cuando somos adultos.
Un abrazo es un potente nutriente emocional que todo el mundo necesita para fortalecer sus relaciones. Un excelente medio de comunicación y una maravillosa forma de dar amor a las personas que nos importan.
El poder de creer en uno mismo
“Podemos aprender algo nuevo cada vez que creemos que podemos”.
El aprendizaje va ligado a la creencia de ser capaz. Porque si nos negamos a nosotros mismos la posibilidad de aprender algo, de ser capaces de aprobar un examen, dar una charla o simplemente, conducir o cocinar algún plato difícilmente lo lograremos.
El ingrediente más necesario para alcanzar aquello que nos proponemos es la creencia de que podemos hacerlo, la mayoría de las veces. Porque si no nos apoyamos, si no estamos de nuestra parte, ¿cómo vamos a conseguirlo? Y aún cuando un objetivo no se consiga por los motivos que sean, deberemos estar ahí para buscar alternativas.
La autenticidad como pilar fundamental
“En todo el mundo no hay nadie exactamente como yo, aunque hay personas que tienen partes que se parecen a mí. Por lo tanto, todo lo que sale de mí es auténticamente mío, porque yo solo lo elegí”.
Esta es una de las frases de Virginia Satir que necesitamos tener en cuenta cada día. Todos somos diferentes. Cada uno de nosotros recorre un camino y tiene una historia. De ahí que compararse no sirva para nada: no estamos en igualdad de condiciones. Lo bonito es apreciar la autenticidad que llevamos dentro y que, cuando nos valoramos, somos capaces de mostrar.
El cambio desde el interior
“Nadie puede convencer a otro que cambie. Cada uno de nosotros custodia una puerta del cambio que sólo puede abrirse desde adentro”.
Obligar a otros a cambiar, exigirles que se comporten de otra manera, esa que nosotros consideramos la mejor, no suele funcionar. El verdadero cambio no es por obligación o por contentar a los demás, sino porque se siente desde el interior, porque se tiene una verdadera necesidad de cambiar.
A menudo, vamos por ahí exigiendo al otro que se comporte como deseamos, pero la mayoría de las veces lo único que hacemos es despreciar su autenticidad. Porque, en las relaciones sanas, la norma no es cambiar al otro, sino aceptar. Y en el caso de que exista algún comportamiento de la otra persona que nos irrite, la opción es comunicárselo para que luego ella decida si ha de cambiar.
La dificultad como oportunidad
“Considera todas las dificultades como oportunidades para crear algo nuevo, aprendiendo y creciendo a partir de la forma creativa en que respondes”.
Otra de las frases de Virginia Satir para tener en cuenta en nuestro día a día. Una dificultad siempre va acompañada de una oportunidad de crecimiento. Quizás al principio no la avistemos, pero, cuando pasa el tiempo, siempre podemos sacar una lección sobre la situación y nuestra forma de afrontarla.
A menudo, un problema no es otra cosa que una situación en la que no vemos con claridad qué hacer, cómo afrontarla o en la que quizás pensemos que no tenemos los recursos suficientes para actuar. De ahí que explorar cómo vamos a hacerlo sea una oportunidad para crear algo nuevo y aprender de ello.
La práctica del amor consciente
Como broche final a este artículo sobre las mejores frases de Virginia Satir, queremos dejar una de sus reflexiones sobre el contacto sincero con uno mismo y con los demás de su obra En contacto íntimo. A través de ella expresa la forma para sentirse amado y valorado tanto por uno mismo como por las personas que más apreciamos.
“Quiero poder amarte sin aferrarme, apreciarte sin juzgarte, encontrarte sin agobiarte, invitarte sin insistencia, dejarte sin culpabilidad, criticarte sin censurarte, ayudarte sin disminuirte. Si quieres concederme lo mismo, entonces realmente podremos reunirnos y ayudarnos a crecer mutuamente”.