07 noviembre 2018

Cómo hacer una depuración de pulmones y bronquios.

Además de tener contacto con la naturaleza siempre que podamos y escapar de los entornos contaminados, también es muy importante que aprendamos a respirar de manera consciente y aprovechando toda nuestra capacidad pulmonar
Durante todo el año oímos hablar de la necesidad de hacer, de vez en cuando, una cura depurativa del hígado, los riñones, la piel o incluso del intestino.
Sin embargo, ¿por qué no hacemos una depuración de pulmones y bronquios? Estos órganos sufren día a día las consecuencias externas de la contaminación y, de manera interna, de las toxinas acumuladas.
En este artículo te explicamos cómo puedes limpiar tus pulmones y tus bronquios para mejorar el sistema respiratorio y la salud en general.

¿Qué es una depuración de pulmones y bronquios?

Una depuración de pulmones y bronquios es diferente a las que se centran en otros órganos, ya que requiere cambios importantes y sus efectos son un poco más lentos.
Por este motivo, en vez de realizarla durante 15 días o un mes, proponemos ir incorporando estos cambios en nuestra vida de manera gradual y según nuestras posibilidades.
Según la medicina tradicional china, el estado de los pulmones se refleja en la piel. Este órgano realiza su máximo trabajo de regeneración de 3 a 5 de la madrugada y le afecta muy negativamente el sentimiento de tristeza.
A continuación vamos a repasar estos tips que nos ayudarán a hacer una correcta depuración de pulmones y bronquios de manera natural.

Muévete y suda

Muévete y suda
El deporte no puede faltar en cualquier depuración. Sin embargo, en este caso es fundamental que realicemos ejercicio de intensidad media dos o tres veces por semana.
No hace falta que sea de larga duración. Con 20 o 30 minutos es suficiente si conseguimos activar la sudoración en este tiempo.
Si somos personas que no solemos sudar con facilidad podemos acostumbrarnos a consumir jengibre cada día para potenciarla. Lo podemos tomar en infusión, en bebidas y batidos, como condimento, etc.

Contacto con la naturaleza

Las personas que viven en entornos naturales tienen una gran ventaja sobre las que viven en las ciudades, ya que la contaminación del aire urbano perjudica mucho a nuestra salud pulmonar.
De todos modos, debemos intentar escaparnos a lugares alejados, en la montaña o la playa, que nos permitan respirar un aire más limpio siempre que nos sea posible.
En estos lugares podemos realizar también ejercicio para potenciar el trabajo pulmonar.

Cayena contra la mucosidad

Cayena contra la mucosidad
La pimienta de cayena es una especia picante con muchas propiedades para la salud, entre ellas, la de mejorar la circulación, aportar calor y ayudarnos a eliminar la mucosidad.
Por este motivo es un buen complemento para nuestra depuración de pulmones y bronquios.
Empezaremos a consumirla en muy pequeña cantidad: solamente una pizca añadida a nuestros guisos diarios. Con el paso de los días iremos aumentando un poco la dosis.
Muchas personas incluso notarán que el cuerpo se lo pide, en especial en lugares de temperaturas muy extremas, tanto frías como calurosas.

Potus en la casa

Potus en la casa
Aunque vivamos en la ciudad también podemos hacer pequeños cambios para respirar un aire lo más limpio posible.
Un sencillo consejo para lograrlo consiste en poner en nuestra casa plantas de interior con la virtud de depurar el aire de sustancias tóxicas, como es el caso de los potus.
Podemos poner potus incluso en el dormitorio sin ningún riesgo. Al contrario, esta planta eliminará las partículas de formaldehido, xileno y benceno que se acumulan en los hogares y que, si las respiramos, nos pueden provocar muchos malestares.
El potus no requiere grandes cuidados. Solamente debemos tener en cuenta que es tóxica para nuestras mascotas.


Aprender a respirar

Parece una obviedad, pero debemos aprender a respirar. Si vivimos en entornos contaminados pero, además, respiramos utilizando solo parte de nuestra capacidad, nuestros pulmones tienen una función muy limitada que va a terminar atrofiándose.
Por este motivo, una solución para depurar bien todo el aparato respiratorio consiste en aprender a respirar. O, más bien, en tomar conciencia de este acto vital que la mayoría de nosotros nos olvidamos de hacer.
Solamente en algún momento sentimos la necesidad de respirar en profundidad. En general, lo hacemos con mucha discreción.
Además, hay muchas situaciones que nos generan angustia, miedo o ansiedad que todavía nos limitan más la respiración. Por este motivo, de vez en cuando, nos vemos obligados a dar un gran suspiro.
Dedica cada día unos minutos antes de acostarte a respirar de manera tranquila y profunda y notarás la diferencia.

11 cosas que suceden en tu cuerpo cuando comes huevos

Lejos de engordar o aumentar el colesterol, los huevos pueden ser un apoyo para bajar de peso y aportarle al organismo minerales, proteínas y antioxidantes
El huevo es un alimento muy versátil y nutritivo que debe formar parte de la dieta habitual, a excepción de aquellos casos en los que se desaconsejan por cuestiones médicas.
Son muy fáciles de preparar y se combinan con mucha facilidad con otros ingredientes saludables como los vegetales.
Pese a que muchos los llegaron a excluir de sus planes de alimentación por los mitos que existieron en cuanto a su colesterol, en la actualidad cada vez más personas los prefieren por las cualidades nutricionales que los componen.
Estos son una fuente natural de aminoácidos esenciales, antioxidantes y hierro que le dan energía al cuerpo mientras contribuyen al aumento de masa muscular.
Además de esto, existen otros beneficios que se obtienen cuando se incorporan varias veces a la semana en la alimentación. ¿Te interesa conocerlos?

1. El sistema inmunológico se fortalece


El sistema inmunológico se fortalece

Los huevos contienen un 22% de los requerimientos diarios de selenio, un nutriente esencial que estimula el sistema inmunológico y la función de las hormonas tiroideas.
Esto lo convierte en un aliado para prevenir el desarrollo de infecciones, ala vez que evita trastornos que comprometen la salud articular y ósea.

2. Mejora la función cerebral

Contienen un nutriente esencial conocido como colina que resulta necesario para la salud de las membranas celulares y la síntesis de acetilcolina.
Las bajas cantidades de colina en el organismo incrementa el riesgo de padecer afecciones neurológicas y deterioro de la función cognitiva.

3. Los huesos y dientes se mantienen sanos

Es una de las fuentes naturales de vitamina D, esencial para la adecuada absorción del calcio. Debido a esto, su consumo frecuente contribuye a fortalecer la salud de los huesos y los dientes.
El calcio también es esencial para mantener la buena salud del corazón, del colon y del metabolismo.

4. El cabello y la piel lucen mejor


El cabello y la piel lucen mejor

Los huevos contienen cantidades significativas de vitamina B, nutriente esencial para mantener la salud y belleza del cabello y la piel.
Específicamente son ricos en vitaminas B2 y B12 que también favorece la conservación de la salud cognitiva.

5. Aumentan las energías

Un huevo puede proporcionar hasta un 12% de los requerimientos diarios de vitamina B2 también conocida como riboflavina.
Esa es solo una de los ocho tipos de vitamina B que participa en el proceso mediante el cual el cuerpo trasforma los alimentos en combustible.
Su consumo diario mejora el rendimiento físico y previene los clásicos síntomas de la fatiga.

6. La sensación de saciedad se prolonga

Al ser una fuente natural de proteínas, comerlos también ayuda a controlar la sensación de hambre durante la jornada.
Está demostrado que su consumo durante el desayuno ayuda a evitar la ingesta excesiva de calorías en otros momentos del día.

7. Se alivia el estrés y la ansiedad


Estrés visual o miopía

Tener deficiencia de cualquiera de los nueve aminoácidos esenciales que contienen los huevos puede conducir a problemas de salud mental.
Por ejemplo, aquellas dietas que contienen cantidades importantes de lisina logran reducir al máximo los episodios de estrés y ansiedad.

8. La salud visual mejora

La yema de huevo contiene dos antioxidantes esenciales que protegen y promueven la salud ocular. Se trata de la luteína y la zeaxantina, que reducen el riesgo de degeneración macular y cataratas.
Al ingerir estas sustancias varias veces al mes se disminuyen las probabilidades de discapacidad visual en la edad adulta.

9. Aumenta el tejido muscular

Al contar con todos los aminoácidos esenciales que requiere el cuerpo, el huevo aporta proteínas de alta calidad que apoyan la formación de tejido muscular.

10. Disminuye el riesgo de anemia


Disminuye el riesgo de anemia

Uno de los nutrientes esenciales que necesita el cuerpo para la producción de glóbulos rojos es el hierro.
El huevo aporta cantidades significativas de este nutriente y eso lo hace un aliado para prevenir y combatir trastornos crónicos como la anemia.
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11. Se pierde peso

Las personas que están tratando de bajar de peso de forma saludable deben incorporar este alimento en sus planes de alimentación.
Aunque no son unos quemagrasas ni algo similar, causan sensación de saciedad y sus proteínas sirven para obtener mejores resultados al perder peso. El mejor momento para comerlos es durante el desayuno, ya que de este modo se aprovechan sus bondades durante la jornada.
En conclusión, se trata de un alimento muy completo desde el punto de vista nutricional que, en porciones adecuadas, no supone ningún riesgo para la salud, sino que sirve para proteger el cuerpo.

¿De mal humor? 8 hábitos para ganar serotonina


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La serotonina es el neurotransmisor clave para sentirnos con energía y buen ánimo. Puedes modularla con la alimentación y tu estilo de vida.

El estilo de vida apresurado y poco consciente al que nos arrastra la sociedad actual perjudica nuestros niveles de serotonina, la sustancia que modula la actividad del cerebro y que nos hace sentir bien, calmados y confiados. El estrés, la mala alimentación o la vida sedentaria afectan negativamente a la producción de serotonina y por tanto a nuestra salud y bienestar.
La serotonina interviene en la creación del sentimiento de satisfacción y mejora la capacidad para soportar la tensión diaria. Su deficiencia puede participar junto con otros factores desencadenantes en las subidas y bajadas del estado de ánimo características de los trastornos depresivos.
La serotonina baña todo el cuerpo, se encuentra en el cerebro, en la sangre y en el sistema gastrointestinal. Nuestro organismo es capaz de sintetizarla a partir del triptófano, un aminoácido esencial que se obtiene de los alimentos y que resulta de gran importancia para el correcto funcionamiento del cerebro.

Cómo aumentar tus niveles de serotonina

Numerosos estudios relacionan el triptófano con los niveles de serotonina. Este aminoácido interviene además en procesos de disminución de la agresividad y en el aumento de la sensibilidad en la vida cotidiana.
El triptófano es un nutriente accesible, abunda en productos de origen animal, en la leche materna y en vegetales como la patata, las semillas y frutos secos sin tostar (semillas de sésamo, calabaza y girasol, nueces, almendras…), las legumbres y, en menor proporción, en los cereales integrales.

Incorpora una dieta variada

Con una dieta variada y nutricionalmente equilibrada que incluya diariamente estos alimentos se satisfacen las necesidades de triptófano. Además este aminoácido potencia el efecto inmunitario de los alimentos vegetales ricos en compuestos antioxidantes y antiinflamatorios.
La carencia de triptófano causa alteraciones graves como la pelagra(disfunción metabólica definida por afecciones severas de la piel, el intestino y la actividad cerebral). La deficiencia leve causa desánimo, entre otros síntomas, pero puede pasar desapercibida.
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Más ejercicio, más felicidad

Según el Instituto Nacional para la Salud y la Excelencia Clínica del Reino Unido, el ejercicio físico estimula el metabolismo de la serotonina. Por ello, este organismo recomienda realizar una actividad física de manera habitual en su guía sobre el tratamiento de la depresión cuando los niveles de serotonina están bajos.
Un estudio publicado en Neuropsychopharmacology mostró que el ejercicio aumenta la serotonina a través de dos mecanismos: el primero es un estímulo directo sobre la síntesis del neurotransmisor, y el segundo se relaciona con un aumento del triptófano que llega al cerebro.
La práctica habitual del yoga, taichí, Pilates o estiramientos, aparte de mejorar la flexibilidad y la fortaleza física, reduce el nivel de estrés. Por otro lado, el ejercicio aeróbico, como caminar, correr, ir en bicicleta o nadar, aumenta la síntesis de serotonina en el cerebro.
Si equilibramos ambos tipos de ejercicio durante un total de al menos 30 minutos diarios, haremos que nuestro organismo aumente la síntesis de serotonina y de otras hormonas con efectos beneficiosos sobre el estado de ánimo, como las endorfinas, que eliminan el dolor y procuran entusiasmo.
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Duerme lo que haga falta

Otro factor crucial para equilibrar los niveles de estrés en el día a día es el descanso. Cuando dormimos, permitimos que nuestro cuerpo produzca la hormona melatonina –que depende de nuestro reloj biológico– y también serotonina.
La falta crónica de sueño mantiene permanentemente elevadas las hormonas del estrés (adrenalina y cortisol). Numerosas investigaciones muestran que la privación de sueño acarrea niveles bajos de serotonina, alteración de los estados de ánimo, cambios de humor, falta de concentración, menos rendimiento físico, desequilibrios hormonales e incluso problemas de fertilidad.
La recomendación general es dormir al menos ocho horas todos los días. Si revisas tu rutina y no alcanzas este mínimo, como normalmente no nos resulta posible despertarnos una hora más tarde, sí que puedes irte a la cama un poco antes.
Reduce el tiempo que pasas frente al televisor y otras pantallas luminosas y estimulantes, y utilízalo para leer. Seguramente dormirás más y mejor.
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Evita el café y los estimulantes en general

La cafeína activa los sistemas nervioso central y endocrino y, por tanto, la secreción de determinadas hormonas. Cada vez que consumimos cafeína, nuestras glándulas suprarrenales son estimuladas para producir adrenalina y cortisol (hormonas del estrés).
Cuanta más cafeína se consuma, mayor será la estimulación suprarrenal, más cortisol se producirá y más esfuerzo deberá hacer nuestro cuerpo para conseguir equilibrarlo con serotonina.
Dependiendo de la marca, las bebidas energéticas pueden aportar hasta el triple de cafeína que un expreso, pero además contienen mucho azúcar y numerosos aditivos. Por eso resultan muy excitantes, nada nutritivas (de hecho, consumen minerales y vitaminas al metabolizarlas) y provocan subidas y bajadas rápidas de los niveles de azúcar en sangre.
Con el tiempo agotan el páncreas, alteran el metabolismo y dificultan el sueño.
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El beneficioso omega-3

Para mantener los niveles óptimos y estables de serotonina es imprescindible obtener de los alimentos los ácidos grasos poliinsataurados esenciales, especialmente omega-3.
El ácido graso docosahexaenoico (DHA) es imprescindible en la formación y el funcionamiento de las células nerviosas. Niveles bajos de DHA se han relacionado con problemas que van desde la aparición de procesos inflamatorios hasta posibles alteraciones en la salud mental.
La principal fuente alimentaria de DHA es el pescado azul y el marisco, pero las personas que no consumen estos productos pueden obtenerlo al transformar su organismo el ácido alfalinolénico, que se halla en abundancia en las semillas de lino, chía y cáñamo, las nueces y el aguacate.
Cuanto más se consumen estos alimentos, más aumenta la eficacia del cuerpo para obtener DHA, de manera que el consumo de pescado o de suplementos no resulta necesario.
Una dieta rica en "grasas buenas" protege la salud porque los ácidos grasosestán implicados en la modulación, síntesis, degradación y recaptación de neurotransmisores como la adrenalina, la dopamina o la serotonina. Y su efecto antiinflamatorio, además, favorece la regeneración de las células nerviosas.

La vitamina del sol es esencial

No solo con alimentos adecuados, ejercicio y descanso protegemos el equilibrio de la serotonina. La vitamina D, la vitamina del sol, es igualmente esencial.
Los alimentos no aportan dosis significativas de vitamina D. Se halla en el pescado azul y en los champiñones que se han secado al sol, pero la principalfuente de vitamina D es el sol, pues se sintetiza en la piel expuesta a sus rayos.
La vitamina D desempeña papeles esenciales en la salud: es necesaria para asimilar el calcio en los huesos, para prevenir el cáncer colorrectal y de seno, así como algunas enfermedades autoinmunes, entre otros efectos positivos.
Pero además interviene en la síntesis de la serotonina. Por eso muchas personas –¡la gran mayoría!– se encuentran más animadas los días soleados y más apagadas los días nublados o aquellos en que han pasado pocas horas al aire libre.
Los países situados en latitudes altas tienen más conciencia de lo que supone la carencia de vitamina D, debido a las escasas horas de luz solar que tienen en las estaciones frías y a la incidencia de la llamada depresión estacional. La suplementación con esta vitamina se considera prácticamente una cuestión de salud pública para prevenir numerosas enfermedades.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que en inviernoexpongamos la piel de manos, brazos y rostro al sol, sin protección solar, durante al menos 15 minutos al día.
En verano, sin embargo, debemos seguir las recomendaciones sanitarias para prevenir los efectos perjudiciales de la exposición prolongada en las horas centrales del día (podemos tomar brevemente el sol a primera hora y a última de la tarde).
Que España sea un país soleado no asegura nada. En las últimas décadas se ha observado en la población urbana mundial una carencia generalizada de vitamina D que puede estar afectando a la sensación de bienestar, debido al tiempo que pasamos en interiores y a los hábitos de vida.

Estrés y relajación

El estrés es un factor desequilibrador que empeora cualquier problema de salud y reduce la eficacia del sistema inmunitario. También afecta a los niveles de serotonina, que se reducen en beneficio de las hormonas adrenalina y cortisol.
Por otra parte, el estrés potencia ciertas actitudes y hábitos poco saludablesque perpetúan un círculo vicioso. Las personas sometidas constantemente a mucha tensión suelen comer más de lo necesario y eligen productos procesados ricos en grasas, carbohidratos y azúcares.
Esta preferencia tiene un sentido evolutivo: el estrés supone un gran gasto energético y el cuerpo busca las calorías fáciles y rápidas.
Nuestro cerebro no diferencia entre los nervios producidos por la fecha de entrega de un proyecto o por tener que correr por nuestra vida. Debemos esforzarnos por mantener buenos hábitos alimentarios y a la vez combatir el estrés con técnicas de relajación. Meditación, yoga, relajación progresiva, silencio, tiempo para los amigos, lectura… ¿cuánto tiempo les dedicas?
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Disfruta de la naturaleza

Los vínculos entre el cuerpo y el entorno natural son profundos. Investigaciones publicadas en Environmental health and preventive medicinehan comparado los entornos urbanos y los forestales con la conclusión de que los primeros aumentan el cortisol y sobreactivan el sistema nervioso, mientras que los bosques estimulan la inmunidad y la serotonina.
Se ha descubierto, incluso, que los compuestos liberados por una bacteria (Mycobacterium vaccae), presente en la tierra, estimulan la producción del neurotransmisor y la generación de neuronas nuevas. Los estudios, a fin de cuentas, confirman lo que sabemos por experiencia. ¿Cuándo será tu próximo baño de naturaleza?
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