¿Eres una de esas personas sumidas en la presión de la multitarea? ¿Cae sobre ti el peso de la mala conciencia cuando te permites descansar y no hacer nada por un momento? Si te identificas con esta pequeña tortura psicológica, proponemos iniciarte en el método niksen. Es una filosofía que llega desde el norte de Europa y sus perspectivas suenan muy bien.
En una sociedad dominada por la presión del desempeño, regalarse instantes de ociosidad sin ningún propósito es catártico. Ahora bien, primero debes educar a tu mente. Convencerte de que desconectarse de las responsabilidades por un tiempo no es el fin del mundo, es el primer paso. A continuación, te describimos un poco más esta teoría holandesa.
Método niksen: qué es y cómo te ayuda
Niksen es un verbo holandés traducido como «no hacer nada». Tal concepto adquirió notoriedad a partir del 2019, gracias a una publicación de la periodista Sophia Gottfried en la revista Time. Desde entonces, esta idea se extrapola al campo del bienestar mental como un mecanismo para combatir los excesos del trabajo.
El éxito de este enfoque reside en un hecho muy concreto. En nuestra sociedad del siglo XXI nos olvidamos del auténtico significado del descanso. La mayoría de nosotros seguimos ocupados en esos instantes de supuesta relajación. Cuesta desconectarse del móvil e incluso la mente sigue aferrada a las obligaciones y tareas pendientes.
Es más, muchos aprovechan sus días de vacaciones para seguir activos, ya sea en el gimnasio, limpiando la casa, etc. Lo importante es mantener la productividad. Porque nos inocularon el concepto de que no hacer nada es de vagos y que descansar es sinónimo de pérdida de tiempo. Es momento de reformular esa idea. Te explicamos las ventajas del método niksen.
Beneficios de esta filosofía holandesa
La principal ventaja del enfoque niksen es enseñarte en qué consiste el verdadero reposo físico y mental. Como describen en Global Qualitative Nursing Research, las personas necesitan descansar con el fin de recuperarse de tensiones y enfermedades. Este método puede, por tanto, cambiar tu vida en muchos ámbitos. Mira algunos de sus beneficios:
- Mayor equilibrio vital: al permitirte disfrutar de momentos de inactividad, es posible alcanzar la armonía entre el trabajo, las responsabilidades y el tiempo para ti. Vale la pena empezar esta filosofía de vida.
- Conexión con lo que de verdad importa: el niksen baja el volumen de la hiperexigencia para llevarte hasta el universo de la introspección. Es ahí, en medio de la calma, donde logras volver a ti y descubrir tus necesidades descuidadas y tus sueños olvidados.
- Un cerebro más creativo: trabajos publicados en Creativity Research Journal resaltan que los instantes de calma y reposo incentivan la creatividad. No hay nada como una hora de equilibrio y desconexión del ruido externo, para dejar que el cerebro florezca en ideas novedosas.
- Reducción el estrés: vives en una sociedad que normalizó este mecanismo psicofisiológico. Porque para muchos, trabajo, productividad, éxito y estrés configuran una misma variable. Pero cuidado, porque los efectos para la salud son inmensos. Si te animas a practicar este recurso, descubrirás que se vive mejor teniendo bajo control la presente dimensión.
- Claridad mental para decidir: cuando tu vida está condicionada por el estrés, las presiones externas, la exigencia y un entorno que te insiste en que debes esforzarte más para tener éxito, cuesta decidir qué quieres. Te limitas a vivir en piloto automático. El método niksen es un modo de clarificar qué deseas de verdad en medio de ese caos externo.
El método niksen adquirió una gran trascendencia durante la pandemia. Fue ese momento vital en que nos vimos obligados a detenernos y a reenfocar la vida de otra manera. Una desde la cual entender que la productividad no lo es todo y que el descanso es una forma de salud y bienestar necesario.
¿Cómo aplicar en tu vida este método?
¿Cuándo fue la última vez que no hiciste nada en absoluto? ¿Cada cuánto te permites un momento de desconexión sin el móvil, los libros o un pódcast de fondo? Descansar es una práctica de salud mental que también se aprende y hacerlo puede cambiar tu vida. Si te preguntas cómo practicar niksen, te damos enseguida todas sus claves.
1. Programar momentos de inactividad
Adentrarte en esta filosofía quizás parezca algo incómodo y hasta desesperante al principio. «¿Cómo voy a pasar cinco o siete horas a la semana sin hacer nada?». El niksen es un salto al vacío y un acto de fe para tu bienestar psicológico. Con tal propósito, lo primero es convencer a tu mente de que necesita un tiempo al día de desconexión e inactividad absoluta.
Después, decide en qué momento de tu jornada te darás ese espacio de descanso. Empieza con unos quince minutos, pero la idea es que esa franja se extienda durante al menos una hora diaria.
2. Desconectar, para conectar contigo
Para muchos, el término desconectar significa, en exclusiva, dejar de trabajar. No es correcto. Si deseas conjugar de manera adecuada este verbo, es conveniente tener en cuenta su auténtica trascendencia. Desconexión es dejar de lado todo lo que forma parte de tu vida cotidiana para quedarte solo con tu propia presencia. Te lo detallamos:
- Apartar la tecnología, objetos y preocupaciones.
- Buscar un lugar tranquilo y silencioso donde te sientas bien.
- Asegurar que absolutamente nadie molestará en ese tiempo.
- Permitir que sientas la pereza, la ociosidad, la calma absoluta.
- Poner el foco en ti, como si por un momento no existiera nada más.
3. Dejar que la mente vaya donde quiera
El método niksen no tiene nada que ver con el mindfulness. No requiere que tu foco interno se sitúe en el momento presente; en el aquí y ahora. Tu mente debe sentirse libre para ir donde desee, sin ataduras. Solo así liberará las presiones que la condicionan. Piensa en tu cerebro como en ese dispositivo que, al oprimir el botón de reinicio, funciona mucho mejor.
4. Practicar la observación
Durante tus momentos de descanso en los que aplicar esta técnica, es importante que mires a tu alrededor. Observa todo lo que te envuelve sin juzgarlo ni intentar cambiarlo. Puedes atender el paisaje de la ventana, un lienzo de tu pared, escuchar los sonidos ambientales o dejar la mirada en el vacío y visualizar una imagen interna.
5. Eliminar la culpa por la inactividad
El sentimiento de culpa por no hacer nada es pegajoso y corrosivo. Insistimos, es posible que, al principio, te cueste llevar a cabo este recurso. Pero para lograrlo, será útil trabajar tus pensamientos negativos e irracionales sobre la inactividad. Las siguientes autoinstrucciones ayudarán:
- «No voy a sentirme culpable por priorizarme».
- «No hacer nada es un ejercicio de autocuidado».
- «Me siento orgulloso/a de mí por cuidarme como merezco».
- «Desconectar es esencial para salvaguardar mi salud mental».
¿Qué desventaja puede presentar este recurso?
Esta filosofía con base en el descanso y el arte de no hacer nada parte de dejar que la mente divague. El enfoque mental errante tiene sus riesgos, como es el incremento del propio estrés. Que tu cerebro vaya de aquí y allá, que navegue libre de unas ideas a otras, de los recuerdos a las preocupaciones futuras, tiene algunos riesgos.
Un trabajo publicado en Frontiers in Psychology enfatiza esta particularidad. La mente errante presenta sus pros y contras y, si bien no da forma a un problema disfuncional a largo plazo, genera, por ejemplo, dificultades para dormir. En algunos casos incrementa el malestar, pero la clave es tener en cuenta este detalle.
Si te inicias en el método niksen, orienta tu mentalidad hacia perspectivas creativas y relajantes. No dejes que fluya sin control y caiga en los agujeros negros de la angustia.
Desocuparte, para revitalizarte
Vives en un mundo donde te han convencido de que estar todo el día ocupado es bueno y dice mucho de ti. Porque en esta sociedad se mide el grado de éxito según la cantidad de tareas que eres capaz de hacer. Como resultado, aparecen los problemas de hipertensión, los trastornos de ansiedad y el estrés crónico.
El método holandés aquí descrito te recuerda la belleza de permitirte encontrar la paz en la inactividad y la serenidad en la desconexión. En medio del ajetreo de la vida, regalarte un instante de descanso al día permitirá recargar energías para florecer en bienestar.
Hábitos Saludable
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