Según la OMS, a nivel mundial la mortalidad materna se redujo en más de un tercio entre 2000 y 2017. Sin embargo, se estima que 810 mujeres mueren actualmente a diario debido a complicaciones del embarazo. Muchas veces esto ocurre debido a una serie de factores que pueden ser prevenibles.
Entre ellos destacan enfermedades y diversas complicaciones a nivel del útero o matriz durante el embarazo y parto. Una forma de prevenirlo, es limpiando el útero mediante infusiones realizadas con ciertas plantas.
Cabe destacar, que el útero es un órgano reproductor femenino, al cual debe prestársele atención. Por ello, si aún te encuentras en edad fértil como Helen, una seguidora de Ohio, es muy importante conocer un poco más acerca del sistema reproductivo. Ella es una joven profesional del derecho, que ya tenía un año y medio de casada y no lograba quedar embarazada.
En vista de ello, Helen y su esposo decidieron realizar pruebas de fertilidad. Ella me comentaba, que en su caso los exámenes fueron numerosos, pues incluyó además algunas pruebas hormonales. No obstante, el diagnóstico en el caso de su esposo fue más sencillo.
De acuerdo a los resultados que arrojaron los estudios, ella y su esposo resultaron fértiles. En virtud de ello, Helen decidió consultar conmigo algunas terapias naturales para ayudarla a concebir. Debido a su enorme deseo de convertirse en madre, le envié un material acerca de algunas plantas que logran limpiar el útero y hacen posible su adecuado funcionamiento.
En diversos países orientales las hierbas son empleadas para mantener sano el sistema reproductivo. Esto es menos frecuente en occidente, no obstante dados los beneficios de esta práctica, consideré importante compartirlo con vosotros.
Algunas generalidades acerca del sistema reproductivo femenino
Mediante el aparato reproductor femenino una mujer puede lograr la procreación. Este complejo sistema está formado por los órganos genitales externos o internos. Dentro de los genitales externos se incluye la abertura de la vagina y los labios. Y dentro de los genitales internos figuran la vagina y el útero, incluyéndose también el cérvix (cuello uterino).
Además de ello, presenta un par de ovarios responsables de producir los óvulos y hormonas femeninas (estrógeno y progesterona). En cada ovario se encuentra un conducto denominado trompa de Falopio, su función es transportar el ovulo liberado del ovario hasta el útero, donde se implanta al ser fecundado.
La capa de implantación o endometrio alcanza su máximo espesor justo en la mitad del ciclo de 28 días. Sin embargo, si no se produce el embarazo esta capa se desintegra, expulsándose mediante la menstruación.
El ciclo menstrual o regla se repite aproximadamente una vez al mes, mientras no se produzca el embarazo. Este proceso se efectuará aproximadamente hasta que la mujer tenga una mediana edad, llegando a su fin con el inicio de la menopausia.
Es importante recordar, que una serie de hormonas o mensajeros químicos producidos en diversas partes del cuerpo viajan por la sangre, controlando el proceso reproductivo. Su efecto es primordial para mostrar a otros órganos del cuerpo, las funciones que deben realizar en determinado momento.
Por ejemplo, ciertas hormonas producidas en la glándula pituitaria cerebral o hipófisis, desencadenan el ciclo menstrual. Este efecto es neutralizado por otras hormonas en caso de ocurrir un embarazo, dando la señal al útero para que se desarrolle y permita el crecimiento del bebé. Cuando nace el bebé, otra hormona da la señal para que se produzca la leche materna.
Problemas más frecuentes asociados al aparato reproductor femenino
Es importante señalar, que los problemas más comunes observados a nivel del sistema reproductor femenino se relacionan con las hormonas. Esto se debe, a que en este sistema interactúan diversas hormonas de forma correlacionada, lo cual puede acarrear ciertas complicaciones, dentro de estos problemas más frecuentes destacan:
Alteraciones en la cronología de la pubertad (retraso o adelanto)
Períodos menstruales irregulares o la ausencia de los mismos
Dificultad para quedar embarazada o mantener un embarazo.
Muchos de los problemas asociados con un funcionamiento inadecuado del aparato reproductor femenino, especialmente el útero, incluyen hemorragias. Estas pueden presentarse luego de las relaciones sexuales o entre una menstruación y otra. Se ha establecido, que la presencia de estas hemorragias posee diversas causas: infecciones, problemas hormonales, pólipos, fibromas y cáncer.
De acuerdo a los expertos, el tratamiento a realizar estará condicionado por los factores que originan el problema. En particular, el empleo de píldoras anticonceptivas puede devolver el equilibrio hormonal y una operación podría detener las tumoraciones. Incluso, si la hemorragia es causada por un funcionamiento inadecuado de la tiroides, el tratamiento de la misma podría ayudar.
Se ha observado, que un adecuado funcionamiento del útero mantiene en óptimas condiciones el sistema reproductivo. De hecho, la menstruación lo mantiene limpio. Sin embargo, la irregularidad menstrual o su ausencia, la endometriosis y la adenomiosis, fibromas, enfermedades inflamatorias y el síndrome de ovario poliquístico, impiden su adecuado desempeño.
En la adenomiosis, el tejido crece en las paredes del útero, de hecho, para algunos expertos la adenomiosis es una endometriosis dentro de la pared uterina. Esto ocasiona dismenorrea (dolor en las menstruaciones), dispareunia (dolor durante las relaciones sexuales) y sangrado abundante durante la menstruación.
Cuando se presentan estas situaciones, realizar una limpieza uterina puede mejorar el desempeño del útero y el sistema reproductivo, mejorando así la fertilidad.
Plantas que permiten limpiar el útero
Una menstruación regular logra mantener el útero libre de todos los tejidos que deben expulsarse cada vez que no se concreta el embarazo. Cuando este proceso no se realiza adecuadamente, el útero no se mantiene completamente limpio de los restos de endometrio que quedan de las sucesivas capas que se forman cada mes.
En estos casos es importante ayudar al organismo, y una opción inteligente es mediante el empleo de ciertas plantas reconocidas. De acuerdo a algunos naturópatas, limpiar el útero unas dos veces al año puede permitir que éste funcione adecuadamente durante toda la vida. Dentro de ellas se pueden mencionar:
1. Caléndula
Esta planta empleada desde tiempos antiguos posee el nombre botánico de Calendula officinalis y pertenece a la familia de las Asteráceas al igual el girasol y las margaritas. Es originaria del sur de Europa y de la zona oriental de la cuenca del mediterráneo.
Se ha empleado de forma tradicional en el tratamiento de la dismenorrea (dolor durante las menstruaciones), así como en el tratamiento de la inflamación de diversos órganos internos. Se considera una planta con propiedades desintoxicantes y limpiadoras.
De acuerdo a ciertos expertos en botánica, esta planta posee cualidades limpiadoras y no produce irritación en las mucosas. En los sistemas de medicina Ayurvédica, se destaca que las flores y hojas de esta planta son antiinflamatorias, antimicrobianas, antitumorales, antiepilépticas y antipiréticas. Incluso, la infusión de sus flores posee usos tópicos por sus propiedades antisépticas y antifúngicas.
Según los expertos, el empleo de té o infusión de caléndula, permite mejorar las condiciones del útero endurecido. Además de ello, puede aliviar los cólicos menstruales y corregir su frecuencia. Se recomienda su empleo preferiblemente una semana antes de que aparezca la menstruación y no debe emplearse en mujeres embarazadas.
De acuerdo a un estudio publicado el 2018 en Journal of Advanced Pharmaceutical Technology & Research se mostró, que posee también efectos tópicos positivos. En este estudio participaron 80 mujeres con vaginosis bacteriana y se logró demostrar, que el extracto de caléndula empleado intravaginalmente se comportó igual que el metronidazol.
Luego de una semana después de la intervención, todas las mujeres sometidas a ambos tratamientos ya no presentaban síntomas. Es decir ardor, disuria y dispareunia.
Dentro de los compuestos bioactivos más importantes de esta planta figuran las saponinas triterpénicas, polifenoles, flavonoides, sesquiterpenoides y carotenoides
¿Cómo prepararlo?
Colocar una cucharadita de flores deshidratadas de caléndula en una taza
Agregar agua filtrada hirviendo y tápalo
Dejar infundir unos diez minutos
Colar y beber aún tibio.
Nota
No administrar durante el embarazo o lactancia.
2. Jengibre
Esta conocida planta empleada desde hace siglos en países asiáticos, ha sido utilizada con mucho éxito en el alivio de los dolores menstruales. Se ha establecido, que posee la capacidad de suprimir diversos compuestos químicos que producen contracciones a nivel del útero.
De hecho algunos estudios han determinado, que el empleo de 750 a 2.000 mg de jengibre deshidratado en polvo posee la capacidad de aliviar el dolor menstrual. Para los expertos en terapias naturales esta planta posee la capacidad de reducir los procesos inflamatorios e incrementar la suplencia de oxígeno. Esto se traduce en una mayor suplencia de sangre hacia la zona del útero.
En efecto el jengibre va más allá, pues es considerado un potente desintoxicante que fortalece también la función hepática, estimulando la circulación en general y promoviendo la sudoración.
El rizoma de jengibre contiene una serie de principios activos, dentro de los que destacan los shogaoles y gingeroles. Se ha logrado incluso demostrar, que el empleo de esta planta durante el embarazo es seguro. Asimismo, para el Centro de Medicina Complementaria y Alternativa reduce efectivamente las náuseas causadas por el embarazo.
¿Cómo prepararlo?
Añadir una taza de agua filtrada en un recipiente mediano
Lavar muy bien un trozo de una pulgada de rizoma fresco de jengibre, cortarlo en rodajas finas y agregarlas al agua
Ponerlo al fuego y bajar la llama cuando empiece a hervir
Cocinar a fuego lento unos cinco minutos
Taparlo y dejarlo infundir unos diez minutos
Colar y beber aún tibio.
Nota
No se debe consumir esta decocción si se está empleando anticoagulantes. Tampoco debe emplearse en personas con cálculos biliares o con bajo peso.
3. Agripalma
Esta planta cuyo nombre botánico es Leonurus cardiaca, es originaria de Asia y el sureste europeo, actualmente se puede conseguir en diversas partes del mundo.
Posee un empleo ancestral como cardiotónico (incrementa la eficiencia del funcionamiento del corazón) y en el tratamiento de diversas afecciones ginecológicas. Entre ellas podemos destacar, dismenorrea, amenorrea, ansiedad menopáusica y depresión posparto).
Un uso muy extendido desde hace mucho tiempo en Europa es su empleo sobre el fortalecimiento y el estímulo del útero. Incluso se empleaba para relajar el vientre de las mujeres después del parto. De hecho, una variedad de Agripalma es empleada en China para ayudar a expulsar la placenta luego de un aborto espontáneo.
De acuerdo a ciertos estudios, un compuesto denominado leonurina presente en esta planta posee efectos sobre el útero. Así, se observó que estos compuestos administrados en bajas concentraciones inducen la contracción del útero. A su vez, concentraciones más altas inhiben las contracciones.
Por ello se considera un potente antiespasmódico, uterotónico y emenagogo (favorece la menstruación). Se sabe además, que posee la capacidad de disminuir las secreciones vaginales que se presentan después del parto. Las hojas y tallos de esta planta poseen ciertos compuestos bioactivos como: aceites volátiles, taninos, terpenos, fenilpropanoides, esteroles, flavonoides y ácidos fenólicos.
¿Cómo prepararlo?
Colocar una taza de hojas y tallos deshidratados de agripalma en un recipiente de vidrio con capacidad de un litro
En un recipiente mediano, añadir un litro de agua filtrada, calentarla y separarla del fuego antes de que hierva
Añadir el agua sobre la agripalma y colocar una tapa
Dejar reposar una media hora
Colar y beber caliente o frío
La dosis recomendada es de tres tazas de esta infusión al día. La infusión preparada puede ser empleada hasta 48 horas después, siempre y cuando se refrigere.
Nota
No debe emplearse en mujeres embarazadas o lactando, ni en las que tengan antecedentes de cáncer de mama. Tampoco debe ser utilizado en niños menores de 14 años o en quienes padecen de enfermedades renales o hepáticas graves.
Concluyendo
No siempre nos portamos a la altura con nuestro cuerpo. De allí la importancia de caer en cuenta, que es mucho el apoyo que le podemos brindar a cada uno de nuestros órganos, mediante ciertas conductas saludables. Esto incluye el empleo de plantas medicinales en lugar de fármacos para el tratamiento de diversas dolencias.
Dentro de ellas, destacan las relacionadas con el sistema reproductivo femenino, con énfasis especial en el útero. Este importante órgano es el más afectado por efecto de ciertas irregularidades como fallos en la menstruación, enfermedades inflamatorias, endometriosis, adenomiosis, fibromas y el síndrome de ovario poliquístico.
Existen algunos fármacos, que pueden ayudar a corregir algunos desequilibrios que ocasionan un inadecuado desempeño uterino. Incluso, estos desarreglos del sistema reproductivo acarrean muchas veces que se dificulte lograr el embarazo. Afortunadamente existen algunas plantas con comprobada trayectoria a lo largo de siglos, empleadas como coadyuvantes del desempeño uterino.
Dentro de ellas destacan, agripalma, jengibre y caléndula. Todas ellas con efectos uterotónicos, antiinflamatorios, emenagogos y antinflamatorios. Pero especialmente empleadas porque logran realizar una limpieza del útero, que posibilita regularizar la función del sistema reproductivo. Esto logra mantener el útero funcionando adecuadamente y además permite que se pueda producir el embarazo.
El material que recibió Helen, el cual comparto en el post, realmente le brindó muchas esperanzas. Ella realmente se emocionó mucho, de hecho, luego de alternar el empleo de estas plantas, decidió continuar con agripalma y jengibre durante dos meses.
Hace unas semanas se comunicó conmigo y me dio la agradable noticia de su embarazo. Esto me alegró mucho, pues sus esperanzas se concretaron en el fruto más hermoso conocido: un hijo.
“Las hemorragias menstruales abundantes son muy frecuentes entre las mujeres jóvenes. Al tomar en cuenta la importancia de un tratamiento adecuado y oportuno, así como la prevención de consecuencias no deseadas, el jengibre puede considerarse una opción terapéutica eficaz en estos casos”
Dr. Farzaneh Kashefi
Universidad de Ciencias Médicas de Irán
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