Nuestra dieta está estrechamente relacionada con el funcionamiento de nuestro cerebro y un estudio reciente así lo demuestra al descubrir los nutrientes vinculados con un envejecimiento cerebral más lento.
Antioxidantes y grasas sanas: fundamental para preservar al cerebro joven
Investigadores de la universidad de Illinois y de la universidad de Nebraska Lincoln compararon los escáneres cerebrales con la ingesta nutricional de 100 personas voluntarias de entre 65 y 75 años, con el objetivo de establecer la relación entre la dieta y el envejecimiento cerebral. La investigación fue publicada en la revista NPJ Aging este mismo mes.
Sin acudir a encuestas alimentarias sino más bien observando los niveles en sangre de diferentes tipos de nutrientes, se ha demostrado que una alimentación similar a la que podríamos obtener con una dieta mediterránea produce mejoras considerables en nuestro cuerpo y especialmente en el envejecimiento cerebral.
En concreto, los ácidos grasos como los derivados del pescado y el aceite de oliva; y los antioxidantes como la vitamina E y los carotenos, y la colina, se han asociado con un envejecimiento cerebral más lento.
Es importante saber que la vitamina E podemos obtenerla de diferentes frutos secos así como de hojas verdes como la espinaca u otras, mientras que los carotenos también se encuentran en vegetales de color verde oscuro así como en zanahorias, calabaza y vegetales de color naranja o amarillo.
La colina por su parte se encuentra en altas concentraciones en el huevo, las carnes, las nueces, las semillas y legumbres, especialmente la soja.
Por su parte, el envejecimiento cerebral fue evaluado mediante resonancias magnéticas cerebrales y evaluaciones cognitivas, demostrando que una dieta de calidad, rica en antioxidantes, en vitaminas y en grasas de calidad puede enlentecer la pérdida de funciones del cerebro.
Si bien la investigación no puede demostrar causa efecto, sino que señala una relación o asociación, hay estudios publicados en 2023 que han llegado a conclusiones similares y que han seguido a los participantes durante 12 años, y también ha encontrado una relación entre dieta mediterránea y menor deterioro cognitivo.
Por todo esto, una vez más podemos confirmar que la alimentación influye en el envejecimiento de nuestro cerebro y que obtener los nutrientes antes mencionados resulta clave para preservar la memoria, la agilidad mental y el rendimiento cognitivo.
Referencias
- Investigating nutrient biomarkers of healthy brain aging: a multimodal brain imaging study. npj Aging volume 10, Article number: 27 (2024). https://www.nature.com/articles/s41514-024-00150-8.
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