08 febrero 2024

Hernia de hiato

hernia de hiato 




La hernia de hiato se da cuando la parte superior del estómago pasa de estar en el abdomen para alojarse en el tórax. Este tipo de hernia afecta aproximadamente a un 20% de la población aunque saber cuantas personas la sufren es difícil porque algunos de ellos no presentan síntomas pero, aquellas personas que sí los presentan, suelen padecer acidez, molestias en el abdomen, problemas para tragar, mal aliento o tos seca. Estos síntomas hacen que cada vez se coma menos porque comer se convierte, en muchos casos, en un suplicio. Por eso, las dietistas-nutricionistas de Alimmenta queremos darte unos consejos para que vuelvas a comer y a sentirte bien en el siguiente vídeo.

¿Por qué este desplazamiento del estómago causa malestar?

Cuando comemos, el alimento pasa de la boca al esófago, que está en la cavidad torácica, y de ahí va al estómago, situado en nuestro abdomen. El tórax y el abdomen se separan por un músculo denominado diafragma y, el esófago se comunica con el estómago a través de un agujero en el diafragma llamado hiato.

El problema se da cuando parte del estómago pasa a través del hiato a la cavidad torácica ya que esto facilita el reflujo gastroesofágico (RGE), es decir, que el contenido del estómago regrese al esófago.  Cuando sucede, el esófago, que no está protegido como el estómago para soportar los ácidos de la digestión, se irrita y es cuando empezamos sufrir los síntomas que antes se han nombrado.

Las causas de la hernia de hiato

La hernia de hiato que se da en niños es congénita, es decir, nacen con ellas. Por su parte, en adultos, la causa no suele ser tan clara pero se relaciona con la obesidad, el tabaquismo, las toses violentas o los vómitos repetidos durante un largo periodo o el debilitamiento del músculo del diafragma, que suele ocurrir con el paso de los años, por eso, las hernias de hiato suelen ser más comunes en personas mayores de 50 años.

No es lo mismo la hernia de hiato que el reflujo gastroesofágico

No, la hernia hiato puede favorecer el RGE y en un gran número de casos está relacionado pero éste puede darse aunque no haya hernia. Por ejemplo, si la el músculo diafragmático se relaja pero no deja pasar el estómago o si se dan ciertas situaciones que favorecen la presión en el estómago como el embarazo o la obesidad, se puede presentar RGE aunque no haya hernia hiatal.

Los síntomas de esta situación serán igualmente acidez, tos seca y malestar abdominal por eso, las personas que padezcan RGE, pese a no presentar hernia de hiatal pueden seguir los consejos nutricionales que daremos más adelante para mejorar esta situación.

Las complicaciones de la hernia de hiato y del RGE

Si la hernia de hiato o el RGE no se tratan pueden ir empeorando causando inflamación o irritación del esófago (esofagitis) o incluso gastritis o úlceras de estómago. Estas irritaciones del esófago pueden generar cicatrices que produzcan que el paso por el esófago se haga más estrecho y, esto provocará que cada vez nos sea más difícil tragar. Por otro parte, si estas heridas del esófago persisten pueden ir degenerando y favorecer el cáncer de esta zona. Por tanto, es muy importante saber cómo la alimentación puede reducir el reflujo para minimizar sus síntomas y sentirnos mejor pero, también para evitar las complicaciones que pueden causar.

Recomendaciones generales y tratamiento de la hernia de hiato y del RGE

Cuando nos diagnostican hernia de hiato o RGE el objetivo del tratamiento médico va a ser facilitar las digestiones o reducir la producción de ácido del estómago por tanto, comúnmente se recetan antiácidos. Por otro lado también se puede dar otras recomendaciones como:

  • No dormir o tumbarse antes de que hayan pasado 3 horas desde la última comida ya que la posición horizontal durante la digestión favorecerá el reflujo.
  • Dormir ligeramente incorporado, por ejemplo apoyándonos en dos almohadas. Esto dificultará el retorno del contenido gástrico al estomago.
  • Dejar de fumar ya que el tabaco estimula la secreción del ácido gástrico y, además, puede favorecer el empeoramiento de las lesiones que pueden producirse en el esófago o en el estómago.
  • Llevar ropa holgada para evitar presiones sobre el abdomen.
  • Al agacharse para coger algo del suelo, debe doblar las rodillas y no la cintura.
  • Intentar reducir el estrés o los momentos que nos causen estrés con terapias relajantes (yoga, meditación, plantas relajantes). El estrés genera ácido gástrico aunque no hayamos comido nada lo cual, puede provocar más molestias y daño en el estómago y el esófago.
  • No realizar ejercicio físico intenso pues puede favorecer la producción de ácido gástrico. De todos modos, el ejercicio físico moderado durante un mínimo de 30 minutos al día, si no es justo después de comer, está recomendado y, además, nos ayudará a bajar de peso en caso necesario.

Recomendaciones dietéticas para la hernia de hiato y el RGE

Las recomendaciones generales son útiles pero, en algunos casos, no suelen ser suficientes y es necesario medicación adicional o cirugía. Por tanto, si queremos mejorar los síntomas de estas afecciones debemos seguir una alimentación que incluya las recomendaciones que daremos a continuación, dentro de las cuales hay ciertos alimentos desaconsejados.

De todos modos, la dieta para Hernia se debe hacer basándonos en las tolerancias, los gustos personales y en consonancia con nuestro estilo de vida, siendo a la vez equilibrada con nuestro gasto energético. Por esto es importante contar con ayuda de un dietista-nutricionista. Una vez recordado esto, vamos a ver qué recomendaciones debéis seguir:

Pautas dietéticas generales.

  • Reducir el peso siempre que sea necesario. Esta es una de las medidas más importantes ya que aligerará la presión en el abdomen y facilitará una mejora de los síntomas.
  • Evitar las comidas copiosas. Todos los excesos dificultarán la digestión, harán que el alimento permanezca más tiempo en el estómago y facilitarán el reflujo. Por tanto, la solución será comer comidas ligeras unas 5 veces al día, comer lentamente y masticar bien los alimentos.
  • No comer nada, aunque sea líquido, antes de acostarnos. Como se ha dicho anteriormente debes intentar cenar de 2 a 3 horas antes de ir a la cama.
  • Cocinar de manera suave (hervido, papillote, vapor, horno…) y evitar los fritos o rebozados. ¡Vigilar con los alimentos hechos a la plancha! Si éstos se queman, pueden irritar el estómago cuando los comamos.
  • Evita los alimentos con temperaturas extremas, o muy calientes o muy fríos, ya que esto puede favorecer la irritación.

 Alimentos desaconsejados

  • Se deben reducir o eliminar los alimentos muy grasos y también los alimentos picantes, en escabeche o muy salados. Por tanto, evita o toma moderadamente y en pequeñas cantidades las salsas con base de nata o aceite, el pescado en escabeche o salado, los quesos curados o lácteos enteros, las carnes grasas, los embutidos, las vísceras, los productos de bollería o el chocolate.
  • También debemos eliminar o reducir al máximo ciertas bebidas que estimulan la secreción gástrica como el alcohol, las bebidas carbonatadas, el té o el café.
  • Se deben limitar los alimentos ácidos sobre todo a la hora de la cena. Así, muchas personas que padecen hernia de hiato o RGE sentirán molestias si consumen tomate, vinagre, cítricos, frutas no maduras o, en algunos casos aunque menos frecuentes, incluso yogur.
  • Ciertos alimentos o condimentos como el ajo, la cebolla o el pimiento (sobre todo crudos) también favorecen las molestias en personas con hernia de hiato o RGE. Por eso, si notas molestias después de comer platos con estos alimentos, intenta reducir o evitar su consumo.

Y entonces, ¿qué debo comer para la hernia de hiato?

Ante este aluvión de información muchos de vosotros pensaréis ¿y entonces qué como? Primero se ha de pensar que la dieta para la hernia de hiato o el RGE debe tener en cuenta las tolerancias personales de cada uno. Pero, si vosotros no toleráis los alimentos que se citan anteriormente aquí van algunas ideas que pueden ayudarte:

  • Para sustituir los lácteos enteros consume lácteos desnatados (leche o yogures desnatados, quesos 0%, etc). Con esto también estaremos realizando un menor aporte de grasa saturada a nuestra dieta así que, al mismo tiempo nos ayuda a evitar los síntomas, a adelgazar y a mejorar nuestra salud.
  • Si lo que nos sucede es que el yogur nos crea molestias pero no queremos reducir nuestro aporte de lácteos podemos tomar como postre queso fresco bajo en grasa.
  • También es preferible elegir carnes poco grasas como el pavo o el pollo y pescados blancos, aunque, podemos tomar pescado azul de manera moderada y ver su tolerancia.
  • Por otro parte para hidratarnos podemos beber agua, infusiones suaves como el romero o la sabia (las infusiones de menta en ocasiones pueden generar molestias), caldos o zumos no ácidos.
  • En cuanto a las frutas es preferible tomar las frutas maduras, al horno o en compota, ya que en estos casos disminuyen su acidez.
  • Las verduras y cereales no suelen generen molestias pero debéis vigilar con ciertas verduras flatulentas como la coliflor, las alcachofas o las coles de Bruselas. Además hay que revisar los cereales de desayuno chocolateados o mueslis que pueden resultar pesados.
  • Por último, aunque la grasa y las salsas estén desaconsejadas, se puede tomar con moderación la mayonesa light o la margarina, aunque para cocinar lo más adecuado es el aceite de oliva.

Consejos personalizados para mejorar tu situación

Todos los consejos que se han dado pueden servirte como pauta para realizar una dieta para la hernia de hiato o el RGE y mejorar tu situación. Además, un dietista- nutricionista puede ayudarte a organizar tu dieta para que se adapte mejor a tus gustos y horarios o, si sufres éstas afecciones y estás embarazada, pueden ayudarte a mejorar tu situación cubriendo todas tus necesidades nutricionales. En Alimmenta contamos con un equipo de profesionales (miembros del Colegio Profesional de Dietistas-Nutricionistas) que podrán estudiar tu caso para ayudarte a mejorar tu calidad de vida.


Juana Mª González Prada

Sabías que esta vitamina puede ayudarte a reducir la papada y mejorar su firmeza

La papada, también conocida como el doble mentón, es una preocupación estética común que afecta a muchas personas. A menudo se asocia con el envejecimiento, la pérdida de elasticidad de la piel y el aumento de peso.

Sin embargo, hay evidencia que sugiere que la vitamina E podría desempeñar un papel importante en la reducción de la papada y la mejora de la firmeza de la piel en esta área.

La vitamina E y la reducción de la papada

La vitamina E es un antioxidante liposoluble conocido por sus propiedades protectoras y regeneradoras para la piel.

Actúa contra los radicales libres, que son responsables del daño celular y del desgaste de la estructura de la piel.

Este daño contribuye a la pérdida de firmeza y elasticidad, lo que a su vez puede acentuar la apariencia de la papada.

Cómo puedo obtener los beneficios de la vitamina E

La aplicación tópica de la vitamina E en forma de cremas o aceites puede ayudar a mejorar la hidratación de la piel, suavizar las arrugas y aumentar la firmeza. Además, se ha demostrado que la vitamina E puede estimular la producción de colágeno, una proteína esencial para la elasticidad y la firmeza de la piel.

Además de la aplicación tópica, la ingesta de vitamina E a través de la dieta también puede tener beneficios para la salud de la piel, incluyendo la reducción de la papada.

Alimentos ricos en vitamina E incluyen nueces, semillas, aceites vegetales, espinacas, brócoli y aguacates. Al incorporar estos alimentos en la dieta diaria, se puede mejorar el estado general de la piel, incluyendo la zona de la papada.

Es importante tener en cuenta que, si bien la vitamina E puede ser beneficiosa para la salud de la piel, los resultados pueden variar de persona a persona.

La combinación de cuidado de la piel, una dieta equilibrada y ejercicio regular también juegan un papel crucial en la reducción de la papada y la mejora de la firmeza.

En conclusión, la vitamina E puede desempeñar un papel significativo en la reducción de la papada y la mejora de la firmeza de la piel en esta área.

Tanto la aplicación tópica como la ingesta a través de la dieta pueden proporcionar beneficios para la salud de la piel.

Sin embargo, es importante consultar con un profesional de la salud o un dermatólogo antes de iniciar cualquier régimen de cuidado de la piel o suplementación de vitamina E, especialmente si se tienen condiciones de salud preexistentes o se está tomando otros medicamentos.

Vientre hinchado o distensión abdominal.

 



El vientre hinchado

El vientre hinchado, o distensión abdominal, es un problema del aparato digestivo que se puede dar tanto en personas con un peso bajo o adecuado como con sobrepeso u obesidad (según el IMC); aunque la sensación de hinchazón es más evidente en las personas que no tienen un exceso de peso. Las mujeres son las que más refieren este problema pero no es exclusivo del sexo femenino. En muchos casos, se debe a algún problema digestivo que se suele solucionar con un cambio en la alimentación. 

Causas y soluciones

Las causas que pueden provocar un vientre hinchado no son las mismas para todos. Aquí van las más frecuentes:

  • Intolerancias alimentarias: algunas personas no son capaces de digerir ciertos componentes de los alimentos como intolerancia a la lactosafructosasorbitolgluten, etc. Al no poder ser digeridos siguen su camino por el intestino y son el alimento de diferentes bacterias intestinales provocando dolor abdominal, diarreas y acumulación de gases. 

Solución: ponerte en manos de un médico especialista en el aparato digestivo que te haga las pruebas necesarias para verificar la intolerancia y también de un dietista-nutricionista que te marque unas pautas para que al eliminar ciertos alimentos de tu dieta no tengas déficits nutricionales.

  • Síndrome del intestino irritable y enfermedad de Crohnforman parte de las denominadas enfermedades inflamatorias intestinales que se caracterizan por lesionar el intestino alterando su funcionamiento y provocando diarreas, estreñimiento, dolor abdominal, hinchazón abdominal y acumulación de gases.

Solución: al igual que en el caso de las intolerancias alimentarias es importante un buen diagnóstico y el asesoramiento por parte de un dietista-nutricionista que paute la alimentación idónea en cada caso.

  • Dispepsia: son molestias o dolor en la parte superior del abdomen acompañado de náuseas, hinchazón abdominal, acidez, digestiones pesadas, saciedad precoz, eructos, regurgitaciones y vómitos.

Solución: comer despacio y poca cantidad de comida más veces al día, evitar un exceso de grasa en las comidas, perder peso si es necesario y abstenerse del alcohol.

  • Exceso o falta de fibra en la dieta: la fibra es el principal componente de las heces y se ha de tomar en su justa medida. Así pues, un exceso de fibra puede aumentar el tránsito intestinal y provocar diarrea, y al contrario la falta de fibra disminuye el tránsito intestinal y causa estreñimiento. Ambas situaciones provocan hinchazón abdominal, gases y dolor abdominal.

Solución: consumir diariamente cereales integrales, frutas y verduras, asegurando 1,5-2 litros de agua al día. Sin olvidar incluir mínimo de 2 a 3 veces a la semana legumbres ¡Ojo! Introduce los alimentos ricos en fibra progresivamente para que nuestro cuerpo se vaya acostumbrando poco a poco y no se forme un tapón.

  • Gases y alimentación: como hemos visto, las causas anteriores provocan gases pero ciertos alimentos y como los comemos también influye.

Solución: evitar el consumo de verduras flatulentas (col, coliflor, brócoli, alcachofas, pimientos…), pan caliente, pasta o legumbres al dente, edulcorantes artificiales (manitol, sorbitol, xilitol), bebidas carbonatadas o con gas (refrescos, agua con gas…) y bebidas alcohólicas. Procurar tomar las legumbres sin piel o por el pasapurés (cremas, purés, hummus…). También no hacer comidas copiosas y ricas en grasas, comer despacio, masticar bien y con la boca cerrada, evitar hablar mientras comemos y no beber con pajita o tomar sorbos de la superficie de una bebida caliente.

  • Ruptura de los músculos abdominales: puede ser en algunos casos también una causa. Los músculos son incapaces de contener la masa abdominal y provocan “tripa”. Se puede deber al embarazo, perdida rápida de peso o tendencia a la flacidez.

Solución: hacer que la actividad física forme parte de tu vida cotidiana y evitar el exceso de peso controlando tu alimentación.