1. Vas a lamentar cuánto tiempo pasas en las redes sociales
Las redes sociales son increíbles, y cualquiera puede ser tan adicto como tú lo puedes ser. Pero las redes sociales también nos están volviendo más desconectados que nunca dándonos la falsa ilusión de una mayor conexión. Sí, somos capaces de comunicarnos con miles de personas con facilidad, pero ¿con qué profundidad?
Es una verdad. Las redes sociales nos están robando a muchos de nosotros una conexión real y experiencias de la vida real. En lugar de mirar el mundo mientras caminamos en algún lugar o viajamos en transporte público, regresamos a lo que el mundo digital tiene para ofrecer. Si nuestro nivel de adicción sigue siendo el mismo, las cosas podrían ponerse un poco escalofriantes, y esto ni siquiera toma en cuenta las posibles repercusiones de tanta exposición a la tecnología.
2. Tus reacciones son el problema
Sí, las cosas malas siempre suceden. Y a menudo es muy difícil tener que pasar o tratar con esas situaciones. Pero independientemente de lo desafiante que sea algo, siempre es nuestra reacción lo que determinará cuánto va a afectar nuestras vidas.
No nos gusta que tenga que ser así, pero es verdad: tú decides cuánto te va a hacer caer en la inseguridad la mala opinión de alguien sobre ti. Deja que tus reacciones naturales actúen, pero luego elije conscientemente cuánto tiempo deseas dejar que impacten en todo lo demás.
3. Lo más arriesgado que puedes hacer es evitar los riesgos
Ya sea que te consideres o no un buscador de riesgos, no hay nada más arriesgado que la complacencia. Esto no sugiere que no puedas llegar a un punto en el que seas verdaderamente feliz con tu vida y, por lo tanto, simplemente quieras mantener ese estilo de vida, lo que en verdad sugiere es que, el nunca tomar riesgos es algo muy peligroso.
Deja de jugar a lo pequeño si sabes que quieres jugar a lo grande, y deja de decirte a ti mismo «esto es lo suficientemente bueno» si sabes en el fondo que te encantaría hacer, crear y tener mucho más. El costo de tomar ese riesgo es tu felicidad a largo plazo.
4. Siempre debes tener suficiente dinero para las cosas importantes
«Me encantaría asistir a ese seminario o comprar ese curso que puede cambiar mi vida, pero el dinero es demasiado limitado en este momento». Por verdadero que sea esto, siempre debes tener más que suficiente dinero para hacer las cosas que realmente importan.
El mayor obstáculo es la forma en que, en cambio, lo gastamos en las cosas que no lo hacen. No consideramos el comprar un café de $ 7 dólares diariamente como una inversión importante, pero pensamos demasiado y consideramos que gastar unos cientos de dólares en algo que “cambia la vida” es la gran cosa. No se trata de que comencemos a gastar imprudentemente, o nunca nos demos algún lujo a nosotros mismos, sino que volvamos a evaluar cómo gastamos nuestro dinero actualmente.
5. La gente te odiará no importa lo que hagas
Es de las verdades que se oye muy feo decirlas. Puedes intentar y complacer a las personas toda tu vida, pero pase lo que pase, a algunas personas siempre les vas a desagradar. Entonces, en lugar de perder el tiempo tratando de ser lo que crees que es lo más aceptable y complacer a todos, dedica ese tiempo a aceptar exactamente quién eres ya.
6. Culpar solo te hace más débil
En el momento, dirigir la culpa injustamente hacia una circunstancia u otra persona puede parecer tranquilizador, pero a la larga esto realmente cobra factura. Cuanto menos te responsabilices por tus acciones y toma de decisiones, más débil te volverás mentalmente.
No nos gusta oír este tipo de verdades, pero, asumir la responsabilidad puede tener algunas repercusiones inmediatas, y con el tiempo construye una vida basada en la honestidad y fortalece tu capacidad para enfrentar los desafíos cuando surgen.
7. Las personas no piensan en ti tanto como crees que lo hacen
Desde nuestra perspectiva, el mundo entero gira en torno a nosotros, pero hay 7 mil millones de personas que ven esto de la misma manera. Si bien no todos somos intrínsecamente egoístas u obsesivos con nosotros mismos, todos estamos mucho más preocupados por la forma en que somos percibidos por los demás que por la forma en que los percibimos a ellos.
Entonces, una vez más, abraza tu verdadero ser y encuentra paz sabiendo que las personas están demasiado preocupadas consigo mismas como para darte la atención que tú crees que te dan.
8. Ni siquiera la relación perfecta te va a completar
Existen relaciones románticas muy duraderas que son de admirar. Pero incluso ellos, que parecen haber encontrado su «alma gemela», reconocen que la verdadera felicidad viene de adentro y nunca puede ser rellenada por otro. Las relaciones son una extensión de nuestra felicidad y no la base de ella, así que concéntrate en fortalecer tanto a tu alma gemela como a ti mismo.
Equipo editorial
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