30 noviembre 2023
Por qué no deberías dejar de desayunar nunca.
Interesante artículo de Dra. Daniela Jakubowic (Endocrinóloga)
RIIINNNGGGG!!!!!!!!!
Suena el despertador y el cerebro empieza a preocuparse:
"Ya hay que levantarse y nos comimos todo el combustible"...
Llama a la primera neurona que tiene a mano y manda un mensaje a ver qué disponibilidad hay de glucosa en la sangre. Desde la sangre le responden: Aquí hay azúcar para unos 15 a 20 minutos, nada más.
El cerebro hace un gesto de duda, y le dice a la neurona mensajera:
De acuerdo, vayan hablando con el hígado a ver qué tiene en reserva.
En el hígado consultan la cuenta de ahorros y responden que a lo sumo los fondos alcanzan para unos 20 a 25 minutos.
En total no hay sino cerca de 290 gramos de glucosa, es decir, alcanza para 45 minutos, tiempo en el cual el cerebro ha estado rogándole a todos los santos a ver si se nos ocurre desayunar.
Si estamos apurados o nos resulta insoportable comer en la mañana, el pobre órgano tendrá que ponerse en emergencia: Alerta máxima: nos están tirando un paquete económico.
Cortisona, hija, saque lo que pueda de las células musculares, los ligamentos de los huesos y el colágeno de la piel.
La cortisona pondrá en marcha los mecanismos para que las células se abran cual cartera de mamá comprando útiles, y dejen salir sus proteínas. Estas pasarán al hígado para que las convierta en glucosa sanguínea.
El proceso continuará hasta que volvamos a comer.
Como se ve, quien cree que no desayuna se está engañando: Se come sus propios músculos, se auto devora.
La consecuencia es la pérdida de tono muscular, y un cerebro que, en vez de ocuparse de sus funciones intelectuales, se pasa la mañana activando el sistema de emergencia para obtener combustible y alimento.
¿Cómo afecta eso nuestro peso?
Al comenzar el día ayunando, se pone en marcha una estrategia de ahorro energético, por lo cual el metabolismo disminuye.
El cerebro no sabe si el ayuno será por unas horas o por unos días, así que toma las medidas restrictivas más severas.
Por eso, si la persona decide luego almorzar, la comida será aceptada como excedente, se desviará hacia el almacén de grasa de reserva y la persona engordará.
La razón de que los músculos sean los primeros utilizados como combustible de reserva en el ayuno matutino se debe a que en las horas de la mañana predomina la hormona cortisol que estimula la destrucción de las proteínas musculares y su conversión en glucosa.
ASÍ QUE YA LO SABES AHORA...
NUNCA MÁS SALGAS SIN DESAYUNAR, TU ORGANISMO TE LO AGRADECERÁ Y COMPENSARÁ CON MAYOR SALUD, PARA QUE PUEDAS DISFRUTAR VIVIENDO MÁS TIEMPO Y SANO, Y PARA QUE CONVIVAS CON TUS SERES QUERIDOS...
DESAYUNADO TEMPRANO, LLEVARÁS ENERGÍA SUFICIENTE LA QUE TE AYUDARÁ A QUE TU MENTE SEA MÁS ÁGIL, TUS PENSAMIENTOS MÁS ESPONTÁNEOS, TU CUERPO MÁS RELAJADO, CON MAYOR FACILIDAD DE MOVIMIENTO Y POR LÓGICA... TE ESTRESARÁS MENOS
Fuente: Dra. Daniela Jakubowic (Endocrinóloga)
Yo que soy muy curiosa, quería saber cuan ciertas son estas palabras, así que he recurrido a mis apuntes de fisiología.
Nuestro cuerpo produce glucosa a partir del consumo de hidratos de carbono y es almacenada en el hígado y los músculos en forma de glucógeno.
El cerebro agota totalmente las reservas de glucosa del hígado, durante la noche, de ahí la necesidad de "desayunar como un rey", para generar el glucógeno necesario que abastecerá de energía durante el día, tanto al cerebro como a la musculatura, ya que es muy difícil, por no decir imposible, que la glucosa acumulada en los adipocitos suministre energía al cerebro.
La glucosa que se extrae de los adipocitos es para tener energía a nivel físico.
La mayor parte de la glucosa del hígado tiene la finalidad de abastecer al cerebro exclusivamente. La glucosa que se almacena en los músculos es vital para obtener energía física.
Cuando consuminos más hidratos de carbono, las reservas muscular y hepática se saturan, y la glucosa circulante en sangre es empleada por el organismo y se acumulan en los adipocitos... y hasta aquí por hoy.
Sin darnos cuenta, en nuestro cuerpo suceden cosas extraordinarias, si todo está en equilibrio, tú cómo amo de tu cuerpo puedes contribuir a ayudarlo a funcionar bien. Así que ya sabes, cuídate, y no salgas de casa sin desayunar.
Consejos de nutrición para aumentar las defensas
Consejos de nutrición para aumentar las defensas
Que no te falten vitaminas.
Las vitaminas son una de las mejores amigas de nuestras defensas.
Entre las vitaminas para subir las defensas no pueden faltar la vitamina A, las del grupo B, la vitamina C y la E.
¿Qué hacen estas vitaminas por nuestro sistema inmune?
Las vitaminas nos ayudan a mantener en buen estado las células que recubre el interior de las células respiratorias. Si mantenemos estas células fuertes nuestro sistema respiratorio tendrá un escudo protector contra los virus y los agentes tóxicos que se encuentran en el medio ambiente.
Para conseguir nuestra dosis diaria de vitaminas es muy importante que incluyas frutas y verduras en tu dieta. Al menos tienes que tomar 5 raciones de frutas y verduras al día, y mejor si son de temporada.
Los alimentos mejor si son frescos.
El ritmo de vida que llevamos muchas veces nos empuja a elegir alimentos procesados. Son rápidos y fáciles de preparar. Pero no son la opción que elegiría nuestro sistema inmune. Así que en la medida que te sea posible opta por alimentos frescos y prepáralos de la forma más sencilla posible.
Toma probióticos
Los probióticos son bacterias intestinales beneficiosas que contribuyen a regular el sistema inmune. Su función se centra en el intestino y ayudan a potenciar las defensas siendo grandes aliados frente a la prevención de gripes y catarros.
Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés), se definen como microorganismos vivos que, cuando se administran en la cantidad adecuada, son capaces de regular la respuesta inmune.
Tenemos que consumir probióticos a dirio, ya que éstos no pueden permanecer en el sistema digestivo.
¿Qué alimentos contienen probióticos?
Yogur
Kéfir
Algas como la espirulina, chlorella o klamath
Miso
Chocolate negro
Kombucha
Chucrut
La jalea real
Tomar jalea real nos puede ayudar a mantener fuertes nuestras defensas. Contiene vitaminas A, B, C, D y E, y minerales como hierro, calcio, cobre, fósforo, potasio, magnesio y selenio, que estimulan el sistema inmunológico y fortalecen el sistema nervioso.
También cuenta con ácidos grasos antifúngicos y antibacterianos, por lo que la jalea real es un gran refuerzo para el organismo.
Una forma de incluirla en nuestra dieta es , por ejemplo, con productos de Juanola Jalea Real.
Las vitaminas son una de las mejores amigas de nuestras defensas.
Entre las vitaminas para subir las defensas no pueden faltar la vitamina A, las del grupo B, la vitamina C y la E.
¿Qué hacen estas vitaminas por nuestro sistema inmune?
Las vitaminas nos ayudan a mantener en buen estado las células que recubre el interior de las células respiratorias. Si mantenemos estas células fuertes nuestro sistema respiratorio tendrá un escudo protector contra los virus y los agentes tóxicos que se encuentran en el medio ambiente.
Para conseguir nuestra dosis diaria de vitaminas es muy importante que incluyas frutas y verduras en tu dieta. Al menos tienes que tomar 5 raciones de frutas y verduras al día, y mejor si son de temporada.
Los alimentos mejor si son frescos.
El ritmo de vida que llevamos muchas veces nos empuja a elegir alimentos procesados. Son rápidos y fáciles de preparar. Pero no son la opción que elegiría nuestro sistema inmune. Así que en la medida que te sea posible opta por alimentos frescos y prepáralos de la forma más sencilla posible.
Toma probióticos
Los probióticos son bacterias intestinales beneficiosas que contribuyen a regular el sistema inmune. Su función se centra en el intestino y ayudan a potenciar las defensas siendo grandes aliados frente a la prevención de gripes y catarros.
Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés), se definen como microorganismos vivos que, cuando se administran en la cantidad adecuada, son capaces de regular la respuesta inmune.
Tenemos que consumir probióticos a dirio, ya que éstos no pueden permanecer en el sistema digestivo.
¿Qué alimentos contienen probióticos?
Yogur
Kéfir
Algas como la espirulina, chlorella o klamath
Miso
Chocolate negro
Kombucha
Chucrut
La jalea real
Tomar jalea real nos puede ayudar a mantener fuertes nuestras defensas. Contiene vitaminas A, B, C, D y E, y minerales como hierro, calcio, cobre, fósforo, potasio, magnesio y selenio, que estimulan el sistema inmunológico y fortalecen el sistema nervioso.
También cuenta con ácidos grasos antifúngicos y antibacterianos, por lo que la jalea real es un gran refuerzo para el organismo.
Una forma de incluirla en nuestra dieta es , por ejemplo, con productos de Juanola Jalea Real.
Bebe agua.
Yo no dejo de insistir en la importancia de beber agua. El agua es imprescindible para mantenernos sanos y son de gran ayuda para mantener fuerte a nuestro sistema inmunológico ya que nos ayuda a eliminar las toxinas del organismo. Mantenerte hidratado además ayuda a disolver la mucosidad, liberando las vías respiratorias y protegiéndola frente a las bacterias.
Como norma general se recomienda tomar entre 6 y 8 vasos al día. Aunque esa recomendación se puede quedar corta si eres deportista. Si realizas actividad física o tienes una alimentación muy densa sube tu consumo de agua.
Yo no dejo de insistir en la importancia de beber agua. El agua es imprescindible para mantenernos sanos y son de gran ayuda para mantener fuerte a nuestro sistema inmunológico ya que nos ayuda a eliminar las toxinas del organismo. Mantenerte hidratado además ayuda a disolver la mucosidad, liberando las vías respiratorias y protegiéndola frente a las bacterias.
Como norma general se recomienda tomar entre 6 y 8 vasos al día. Aunque esa recomendación se puede quedar corta si eres deportista. Si realizas actividad física o tienes una alimentación muy densa sube tu consumo de agua.
Además de estos consejos no olvides hacer ejercicio. Hacer ejercicio de forma regular te ayuda a tener unas defensas más fuertes.
Las Diferencias entre el Aceite de Oliva, el Aceite de Oliva Extra y el Aceite de Oliva Virgen Extra
El aceite de oliva, conocido en muchas culturas como oro líquido, es uno de los pilares de la dieta mediterránea y ha sido valorado durante milenios no solo por sus propiedades culinarias, sino también por sus beneficios para la salud.
El aceite de oliva se obtiene a partir del prensado de las aceitunas, el fruto del olivo. Aunque este árbol es originario de Asia Menor, su cultivo se ha extendido por toda la cuenca mediterránea, siendo España, Italia y Grecia los principales productores a nivel mundial.
El aceite de oliva es un producto esencial en muchas cocinas alrededor del mundo, especialmente en países mediterráneos.
Rico en grasas monoinsaturadas: El principal ácido graso del aceite de oliva es el ácido oleico, beneficioso para el corazón al reducir el colesterol malo.
Polifenoles: Estos compuestos tienen propiedades antioxidantes y antiinflamatorias.
Pero veamos más detalladamente los beneficios del aceite de oliva:
Reducción del colesterol LDL: El aceite de oliva, especialmente el virgen extra, está repleto de grasas monoinsaturadas, que ayudan a reducir los niveles de colesterol LDL (colesterol malo), mientras mantienen o incluso elevan los niveles de colesterol HDL (colesterol bueno).
Prevención de la oxidación: Los antioxidantes presentes en el aceite de oliva, como los polifenoles, pueden prevenir la oxidación del colesterol LDL. La oxidación del LDL puede conducir a la formación de placas en las arterias, un precursor de enfermedades cardíacas.
Regulación de la presión arterial: Algunos estudios sugieren que el consumo regular de aceite de oliva puede ayudar a reducir la presión arterial.
Estas propiedades pueden ayudar a reducir la inflamación en el cuerpo, potencialmente disminuyendo el riesgo de enfermedades crónicas.
Su versatilidad y beneficios para la salud han sido ampliamente reconocidos, pero cuando nos encontramos con etiquetas como extra, virgen y virgen extra, la elección puede tornarse confusa. ¿Qué diferencia a estos aceites entre sí? Vamos a aclarar el misterio detrás de estas denominaciones.
Es el principal componente del aceite de oliva, constituyendo entre el 55% y el 83% de su contenido total de ácidos grasos.
Se considera beneficioso para la salud cardiovascular porque puede ayudar a reducir los niveles de colesterol LDL (colesterol malo) en la sangre, mientras mantiene o incluso aumenta los niveles de colesterol HDL (colesterol bueno).
Además, tiene propiedades antiinflamatorias y puede ayudar a regular la presión arterial y la glucemia.
Otros componentes del aceite de oliva:
Ácidos Grasos Poliinsaturados: Como el ácido linoleico y el ácido alfa-linolénico, aunque en menor proporción.
Ácidos Grasos Saturados: Como el ácido palmítico y el ácido esteárico, también presentes en menores cantidades.
Compuestos Fenólicos: Estos son antioxidantes naturales que pueden ofrecer varios beneficios para la salud.
Vitaminas: Especialmente vitamina E y vitamina K.
Escualeno: Un antioxidante natural presente en el aceite de oliva.
Proceso de producción: Este tipo de aceite se obtiene combinando aceite de oliva virgen con aceite de oliva refinado. El refinado es un proceso mediante el cual se eliminan las impurezas y defectos del aceite usando agentes químicos o físicos.
Sabor y aroma: Tiende a tener un sabor más suave y un aroma menos pronunciado en comparación con los aceites virgenes, debido al proceso de refinado.
Acidez: Su acidez es generalmente inferior al 1%.
Usos: Ideal para cocinar a altas temperaturas debido a su punto de humo más alto en comparación con otros aceites de oliva.
Proceso de producción: Se obtiene directamente de la aceituna mediante procedimientos mecánicos, garantizando que el aceite conserve las características de la fruta. No pasa por un proceso de refinado.
Sabor y aroma: Posee un sabor y aroma más notables que el aceite refinado, pero no tan pronunciados como el virgen extra.
Acidez: Tiene una acidez que no supera el 2%.
Usos: Es adecuado para aliños y también para cocinar, aunque su punto de humo es menor que el aceite de oliva refinado.
Proceso de producción: Al igual que el aceite de oliva virgen, se extrae directamente de la aceituna usando métodos mecánicos. Sin embargo, solo se utiliza aceituna de la mejor calidad y se sigue un procedimiento más riguroso.
Sabor y aroma: Se caracteriza por tener un sabor y aroma intensos y distintivos, con notas frutales. Es considerado de la más alta calidad entre los aceites de oliva.
Acidez: Su acidez no supera el 0.8%.
Usos: Perfecto para aliños de ensalada, para rociar sobre platos terminados o para consumir en crudo. Dada su calidad y sabor distintivo, muchos prefieren no usarlo para cocinar, para preservar sus características únicas.
El aceite de oliva ofrece una amplia variedad de perfiles de sabor, aroma y puntos de humo, lo que determina qué tipo es más adecuado para un uso culinario específico. Aquí te presento una guía sobre qué tipo de aceite de oliva elegir según la preparación:
En crudo: Es ideal para aliños de ensaladas, vinagretas, gazpachos y para rociar sobre platos terminados como pastas, pescados, carnes y tostadas.
Cocina a baja temperatura: Aunque tiene un punto de humo más bajo que otros aceites de oliva, todavía puede usarse para cocinar a temperaturas suaves, como en sofritos, salsas o estofados.
Repostería: Algunas recetas de repostería mediterránea, como bizcochos o magdalenas, utilizan aceite de oliva virgen extra para un sabor característico y textura jugosa.
En crudo: Similar al virgen extra, puede usarse para aliños y para rociar en platos fríos o templados. Su sabor puede ser un poco menos pronunciado que el virgen extra.
Cocina a temperatura moderada: Es adecuado para salteados, guisos y platos que no requieran temperaturas extremadamente altas.
Cocina a alta temperatura: Gracias a su punto de humo más elevado, es más adecuado para frituras, asados y otras preparaciones a altas temperaturas.
Repostería: Para recetas que buscan un sabor neutro en lugar del distintivo sabor del aceite de oliva virgen o virgen extra.
Conservas: Su neutralidad lo hace adecuado para conservar alimentos en aceite.
Cocina a alta temperatura: Al igual que el aceite refinado, es apto para frituras debido a su punto de humo elevado.
Usos industriales:
Aunque el aceite de oliva virgen extra (AOVE) es más caro, su perfil de sabor superior lo convierte en una excelente inversión para preparaciones en crudo.
Para frituras, es importante no sobrecalentar el aceite y no reutilizarlo muchas veces, ya que esto puede degradar su calidad y propiedades.
Almacenar el aceite de oliva en un lugar fresco, oscuro y seco para mantener su frescura y propiedades. Un aceite de oliva rancio puede arruinar el sabor de tus platos.
El aceite de oliva se obtiene a partir del prensado de las aceitunas, el fruto del olivo. Aunque este árbol es originario de Asia Menor, su cultivo se ha extendido por toda la cuenca mediterránea, siendo España, Italia y Grecia los principales productores a nivel mundial.
El aceite de oliva es un producto esencial en muchas cocinas alrededor del mundo, especialmente en países mediterráneos.
Propiedades y beneficios del aceite de oliva:
Rico en grasas monoinsaturadas: El principal ácido graso del aceite de oliva es el ácido oleico, beneficioso para el corazón al reducir el colesterol malo.
Vitamina E: Un poderoso antioxidante.
Polifenoles: Estos compuestos tienen propiedades antioxidantes y antiinflamatorias.
Pero veamos más detalladamente los beneficios del aceite de oliva:
Beneficios del aceite de oliva
Salud cardiovascular:
Reducción del colesterol LDL: El aceite de oliva, especialmente el virgen extra, está repleto de grasas monoinsaturadas, que ayudan a reducir los niveles de colesterol LDL (colesterol malo), mientras mantienen o incluso elevan los niveles de colesterol HDL (colesterol bueno).
Prevención de la oxidación: Los antioxidantes presentes en el aceite de oliva, como los polifenoles, pueden prevenir la oxidación del colesterol LDL. La oxidación del LDL puede conducir a la formación de placas en las arterias, un precursor de enfermedades cardíacas.
Regulación de la presión arterial: Algunos estudios sugieren que el consumo regular de aceite de oliva puede ayudar a reducir la presión arterial.
Propiedades antiinflamatorias:
El aceite de oliva virgen extra contiene un compuesto llamado oleocantal, que tiene efectos similares a los antiinflamatorios no esteroides.Estas propiedades pueden ayudar a reducir la inflamación en el cuerpo, potencialmente disminuyendo el riesgo de enfermedades crónicas.
Protección contra enfermedades neurodegenerativas:
Estudios en animales sugieren que los polifenoles en el aceite de oliva pueden retardar la progresión de enfermedades neurodegenerativas, como el Alzheimer.Efectos anticancerígenos:
Aunque se requieren más estudios, algunas investigaciones preliminares sugieren que los compuestos del aceite de oliva, especialmente en el virgen extra, pueden tener propiedades anticancerígenas, inhibiendo la proliferación de células tumorales.Salud ósea:
Se ha propuesto que el consumo regular de aceite de oliva podría tener un impacto positivo en la salud ósea al mejorar la absorción de calcio y el crecimiento óseo.Mejora de la digestión:
El aceite de oliva puede proteger contra las úlceras gástricas y mejorar la función del tracto digestivo.
Control del azúcar en sangre y sensibilidad a la insulina:
La incorporación del aceite de oliva en la dieta puede ayudar a regular el azúcar en sangre y mejorar la sensibilidad a la insulina, lo que puede ser beneficioso para las personas con resistencia a la insulina o diabetes tipo 2.Beneficios para la piel y el cabello:
Gracias a sus propiedades antioxidantes e hidratantes, el aceite de oliva puede proteger la piel contra el envejecimiento prematuro y el daño solar. También puede nutrir el cabello, dándole brillo y suavidad.Soporte para el sistema inmunológico:
Los nutrientes y antioxidantes en el aceite de oliva pueden fortalecer el sistema inmunológico, ayudando al cuerpo a resistir y combatir las infecciones.Su versatilidad y beneficios para la salud han sido ampliamente reconocidos, pero cuando nos encontramos con etiquetas como extra, virgen y virgen extra, la elección puede tornarse confusa. ¿Qué diferencia a estos aceites entre sí? Vamos a aclarar el misterio detrás de estas denominaciones.
Componentes del Aceite de Oliva:
Ácido Oleico:Es el principal componente del aceite de oliva, constituyendo entre el 55% y el 83% de su contenido total de ácidos grasos.
Se considera beneficioso para la salud cardiovascular porque puede ayudar a reducir los niveles de colesterol LDL (colesterol malo) en la sangre, mientras mantiene o incluso aumenta los niveles de colesterol HDL (colesterol bueno).
Además, tiene propiedades antiinflamatorias y puede ayudar a regular la presión arterial y la glucemia.
Otros componentes del aceite de oliva:
Ácidos Grasos Poliinsaturados: Como el ácido linoleico y el ácido alfa-linolénico, aunque en menor proporción.
Ácidos Grasos Saturados: Como el ácido palmítico y el ácido esteárico, también presentes en menores cantidades.
Compuestos Fenólicos: Estos son antioxidantes naturales que pueden ofrecer varios beneficios para la salud.
Vitaminas: Especialmente vitamina E y vitamina K.
Escualeno: Un antioxidante natural presente en el aceite de oliva.
Las Diferencias entre el Aceite de Oliva, el Aceite de Oliva Extra y el Aceite de Oliva Virgen Extra
Aceite de Oliva (o Aceite de Oliva Refinado):
Proceso de producción: Este tipo de aceite se obtiene combinando aceite de oliva virgen con aceite de oliva refinado. El refinado es un proceso mediante el cual se eliminan las impurezas y defectos del aceite usando agentes químicos o físicos.
Sabor y aroma: Tiende a tener un sabor más suave y un aroma menos pronunciado en comparación con los aceites virgenes, debido al proceso de refinado.
Acidez: Su acidez es generalmente inferior al 1%.
Usos: Ideal para cocinar a altas temperaturas debido a su punto de humo más alto en comparación con otros aceites de oliva.
Aceite de Oliva Virgen:
Proceso de producción: Se obtiene directamente de la aceituna mediante procedimientos mecánicos, garantizando que el aceite conserve las características de la fruta. No pasa por un proceso de refinado.
Sabor y aroma: Posee un sabor y aroma más notables que el aceite refinado, pero no tan pronunciados como el virgen extra.
Acidez: Tiene una acidez que no supera el 2%.
Usos: Es adecuado para aliños y también para cocinar, aunque su punto de humo es menor que el aceite de oliva refinado.
Aceite de Oliva Virgen Extra (AOVE):
Proceso de producción: Al igual que el aceite de oliva virgen, se extrae directamente de la aceituna usando métodos mecánicos. Sin embargo, solo se utiliza aceituna de la mejor calidad y se sigue un procedimiento más riguroso.
Sabor y aroma: Se caracteriza por tener un sabor y aroma intensos y distintivos, con notas frutales. Es considerado de la más alta calidad entre los aceites de oliva.
Acidez: Su acidez no supera el 0.8%.
Usos: Perfecto para aliños de ensalada, para rociar sobre platos terminados o para consumir en crudo. Dada su calidad y sabor distintivo, muchos prefieren no usarlo para cocinar, para preservar sus características únicas.
Sus Usos Culinarios:
El aceite de oliva es increíblemente versátil en la cocina. Se utiliza tanto para cocinar (freír, saltear, asar) como para aliñar ensaladas y otros platos fríos. Su sabor y aroma únicos realzan y complementan una amplia variedad de alimentos.El aceite de oliva ofrece una amplia variedad de perfiles de sabor, aroma y puntos de humo, lo que determina qué tipo es más adecuado para un uso culinario específico. Aquí te presento una guía sobre qué tipo de aceite de oliva elegir según la preparación:
Aceite de Oliva Virgen Extra:
En crudo: Es ideal para aliños de ensaladas, vinagretas, gazpachos y para rociar sobre platos terminados como pastas, pescados, carnes y tostadas.
Cocina a baja temperatura: Aunque tiene un punto de humo más bajo que otros aceites de oliva, todavía puede usarse para cocinar a temperaturas suaves, como en sofritos, salsas o estofados.
Repostería: Algunas recetas de repostería mediterránea, como bizcochos o magdalenas, utilizan aceite de oliva virgen extra para un sabor característico y textura jugosa.
Aceite de Oliva Virgen:
En crudo: Similar al virgen extra, puede usarse para aliños y para rociar en platos fríos o templados. Su sabor puede ser un poco menos pronunciado que el virgen extra.
Cocina a temperatura moderada: Es adecuado para salteados, guisos y platos que no requieran temperaturas extremadamente altas.
Aceite de Oliva (o Aceite de Oliva Refinado):
Cocina a alta temperatura: Gracias a su punto de humo más elevado, es más adecuado para frituras, asados y otras preparaciones a altas temperaturas.
Repostería: Para recetas que buscan un sabor neutro en lugar del distintivo sabor del aceite de oliva virgen o virgen extra.
Conservas: Su neutralidad lo hace adecuado para conservar alimentos en aceite.
Aceite de Orujo de Oliva:
Cocina a alta temperatura: Al igual que el aceite refinado, es apto para frituras debido a su punto de humo elevado.
Usos industriales:
A menudo se utiliza en la industria alimentaria para productos procesados.
Consejos adicionales:
Aunque el aceite de oliva virgen extra (AOVE) es más caro, su perfil de sabor superior lo convierte en una excelente inversión para preparaciones en crudo.
Para frituras, es importante no sobrecalentar el aceite y no reutilizarlo muchas veces, ya que esto puede degradar su calidad y propiedades.
Almacenar el aceite de oliva en un lugar fresco, oscuro y seco para mantener su frescura y propiedades. Un aceite de oliva rancio puede arruinar el sabor de tus platos.
Conservación del Aceite de Oliva:
El aceite de oliva es un producto natural que, a pesar de sus propiedades antioxidantes, puede degradarse con el tiempo, especialmente si no se conserva adecuadamente.
Un buen almacenamiento es esencial para mantener su sabor, aroma y propiedades nutricionales. Aquí te doy algunos consejos sobre cómo conservar el aceite de oliva de manera óptima:
Mantener alejado de la luz: La exposición directa a la luz, especialmente la luz solar, puede acelerar la oxidación del aceite de oliva. Es recomendable guardar el aceite en envases oscuros y en lugares donde no reciba luz directa.
Evitar el calor: Las altas temperaturas también pueden acelerar el proceso de oxidación. Es aconsejable no almacenar el aceite de oliva cerca de fuentes de calor como hornos, estufas o radiadores. Idealmente, debería guardarse a una temperatura entre 15 y 20°C.
Minimizar el contacto con el aire: El oxígeno puede degradar el aceite, por lo que es importante cerrar bien el envase después de cada uso. Si compras aceite de oliva en grandes cantidades, considera transferirlo a envases más pequeños a medida que lo vas utilizando para reducir la cantidad de aire en el envase.
Evitar la humedad: El agua y la humedad pueden afectar negativamente la calidad del aceite de oliva. Siempre usa utensilios secos al servir o manipular el aceite.
Elegir el envase adecuado: El vidrio oscuro, el acero inoxidable o los envases recubiertos de estaño son ideales para conservar el aceite de oliva. Evita envases de plástico o hierro que no estén recubiertos, ya que pueden transferir compuestos al aceite.
No mezclar aceites: Si decides rellenar una botella de aceite de oliva, asegúrate de que no contenga residuos de aceites anteriores o de otro tipo. Mezclar aceites de diferentes calidades o estados de frescura puede afectar la calidad del producto final.
Revisar la fecha de caducidad: Aunque el aceite de oliva es un producto con una larga vida útil, no es inmune al paso del tiempo. Siempre verifica la fecha de caducidad y trata de usar el aceite antes de que llegue a su fin.
Condiciones ideales: Para aquellos que desean optimizar aún más la conservación, considera almacenar el aceite en un lugar oscuro, fresco y seco, alejado de productos con olores fuertes, ya que el aceite puede absorber estos aromas.
Mientras que el aceite de oliva refinado es más neutro y versátil para cocinar, los aceites vírgenes ofrecen una experiencia gastronómica rica en matices que resalta en preparaciones crudas o platos finalizados.
Al elegir, además de la denominación, es fundamental prestar atención al origen, fecha de caducidad y condiciones de almacenamiento para garantizar una experiencia óptima.
Un buen almacenamiento es esencial para mantener su sabor, aroma y propiedades nutricionales. Aquí te doy algunos consejos sobre cómo conservar el aceite de oliva de manera óptima:
¿Cómo conservarlo?
Mantener alejado de la luz: La exposición directa a la luz, especialmente la luz solar, puede acelerar la oxidación del aceite de oliva. Es recomendable guardar el aceite en envases oscuros y en lugares donde no reciba luz directa.
Evitar el calor: Las altas temperaturas también pueden acelerar el proceso de oxidación. Es aconsejable no almacenar el aceite de oliva cerca de fuentes de calor como hornos, estufas o radiadores. Idealmente, debería guardarse a una temperatura entre 15 y 20°C.
Minimizar el contacto con el aire: El oxígeno puede degradar el aceite, por lo que es importante cerrar bien el envase después de cada uso. Si compras aceite de oliva en grandes cantidades, considera transferirlo a envases más pequeños a medida que lo vas utilizando para reducir la cantidad de aire en el envase.
Evitar la humedad: El agua y la humedad pueden afectar negativamente la calidad del aceite de oliva. Siempre usa utensilios secos al servir o manipular el aceite.
Elegir el envase adecuado: El vidrio oscuro, el acero inoxidable o los envases recubiertos de estaño son ideales para conservar el aceite de oliva. Evita envases de plástico o hierro que no estén recubiertos, ya que pueden transferir compuestos al aceite.
No mezclar aceites: Si decides rellenar una botella de aceite de oliva, asegúrate de que no contenga residuos de aceites anteriores o de otro tipo. Mezclar aceites de diferentes calidades o estados de frescura puede afectar la calidad del producto final.
Revisar la fecha de caducidad: Aunque el aceite de oliva es un producto con una larga vida útil, no es inmune al paso del tiempo. Siempre verifica la fecha de caducidad y trata de usar el aceite antes de que llegue a su fin.
Condiciones ideales: Para aquellos que desean optimizar aún más la conservación, considera almacenar el aceite en un lugar oscuro, fresco y seco, alejado de productos con olores fuertes, ya que el aceite puede absorber estos aromas.
Conclusión:
La elección entre aceite de oliva refinado, virgen o virgen extra dependerá del uso culinario que se le quiera dar y del perfil de sabor deseado.Mientras que el aceite de oliva refinado es más neutro y versátil para cocinar, los aceites vírgenes ofrecen una experiencia gastronómica rica en matices que resalta en preparaciones crudas o platos finalizados.
Al elegir, además de la denominación, es fundamental prestar atención al origen, fecha de caducidad y condiciones de almacenamiento para garantizar una experiencia óptima.
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