El objetivo es dar de comer a las bacterias que viven en el intestino para que produzcan suficiente ácido butírico. Ahora bien, ¿qué comen estos microorganismos?
Una retahíla de valiosas funciones que debemos al butirato, "un ácido graso de cadena corta que se crea en el colon a partir de la fermentación de las bacterias que se encuentran ahí una vez que les llega el alimento necesario para producirlo, que normalmente son los prebióticos", sintetiza Moñino.
Bacterias productoras de butirato
Partiendo de que nuestra salud, especialmente la intestinal, está sujeta, entre otros factores, a que produzcamos suficiente butirato, resulta conveniente saber de qué depende que nuestras bacterias sean capaces o no de sintetizarlo. "Si tenemos un desequilibrio en nuestra microbiota, no podremos producir ácido butírico. Tenemos que mantener nuestra microbiota saludable y llevar una alimentación antiinflamatoria para conseguir que ese butirato se produzca, ya que es muy necesario para nuestra salud", recalca la dietista-nutricionista.
La cuestión es qué comer para favorecer la producción de butirato y así evitar la inflamación. Tal y como apunta la experta, la idea principal es incluir prebióticos en la alimentación, ya que "el butirato se produce a partir de los prebióticos, que son el alimento de la bacterias que tenemos en el intestino". Y añade: "Cuando se toman, entre un 8% y un 10% de ellos se absorben en el intestino delgado, y el resto llega hasta el intestino grueso. Una vez que están ahí, las bacterias que se encuentran en el colon fermentan y producen el ácido butírico. Si no hay prebióticos, no podemos producir este ácido de forma natural".
¿Qué come nuestro intestino?
La síntesis de butirato depende, por tanto, de una alimentación que aporte prebióticos. Ahora bien, ¿cuáles son las principales fuentes de estas sustancias que alimentan nuestro intestino? "Los prebióticos se extraen de alimentos como el almidón resistente, que es un tipo de almidón que contienen especialmente la patata y el boniato, que cuando se cocinan y se dejan enfriar al menos doce horas, se convierte en resistente, y eso significa que, valga la redundancia, es resistente a nuestro aparato digestivo y llega intacto al colon, donde se convierte en el alimento de estas bacterias", señala Moñino.
Si no comemos prebióticos, no podemos producir ácido butírico de forma natural
Otros alimentos prebióticos son "los que contienen polifenoles, diferentes tipos de fibra como la inulina o la pepsina, entre otras, y antioxidantes que encontramos fácilmente en frutas y verduras como el ajo, la cebolla, la uva morada, la alcachofa, la zanahoria, las setas, las algas y algunas semillas como el tomate, la chía, el lino, las de los higos, e incluso en las de las judías verdes. También en otros alimentos como el té verde o el cacao 100%", añade la experta.
Restablecer el déficit de ácido butírico
Si descuidamos la alimentación y no producimos suficiente butirato, todas las funciones que hace nuestro cuerpo no se harían. "Tenemos que intentar que nuestro intestino funcione correctamente para producir suficiente cantidad de butirato. En el caso de que no se sintetice, es porque nuestro intestino no está en buenas condiciones", advierte Moñino.
La suplementación no es lo mejor
Ante una posible carencia de ácido butírico, la experta aconseja revisar la dieta con el objetivo de priorizar los alimentos prebióticos y probióticos, y así conseguir que las bacterias que habitan en el intestino pongan de nuevo en marcha la producción de butirato. Ahora bien, dada la importancia que tiene para la salud contar con unos niveles suficientes de esta sustancia, nos preguntamos si el consumo de suplementos de butirato es una medida acertada. En este sentido, la experta no se muestra muy partidaria de esta posibilidad y, además, asegura que "siempre son menos efectivos que el hecho de producir butirato de forma natural en el colon a partir de los prebióticos".
Según Moñino, "en casos específicos, puede que algún suplemento sirva. Pero, sobre todo, hay que integrarlo de forma natural en nuestro cuerpo", subraya. Y añade: "Existe butirato en algunos alimentos específicos como el ghee o la mantequilla clarificada, los yogures de cabra y oveja, sobre todo, y en algunos quesos".
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