T
Confirmado: la dieta MIND constituye un patrón de alimentación óptimo para la salud cerebral. Las personas que la siguen tienen un riesgo significativamente menor de desarrollar la enfermedad de Alzheimer y otras demencias.
Así lo acaba de demostrar un estudio presentado en la reunión anual de la Sociedad Americana de Nutrición, que se celebra en Orlando (Estados Unidos) del 31 de mayo al 3 de junio. La investigación está basada en los datos clínicos y dietéticos de 93.000 adultos estadounidenses. En términos generales, quienes mostraron una mayor adherencia a la dieta MIND presentaron un riesgo de demencia un 9% inferior que el resto y la cifra ascendía a un 13% menos en algunos subgrupos.
Los resultados del trabajo también muestran que nunca es tarde para empezar a cuidar la salud cerebral, puesto que aquellos que mejoraron su seguimiento de la dieta MIND a lo largo de 10 años mostraron un riesgo de demencia un 25% inferior que quienes empeoraron su adherencia a este patrón alimenticio durante ese mismo periodo.
En qué consiste la dieta MIND
La dieta MIND no representa ninguna solución mágica o dieta milagro. Cuando se conoce en qué consiste y cuáles son los alimentos en los que se basa se comprenden las razones por las que está ligada al mantenimiento de un cerebro joven y la prevención de problemas de memoria y otras alteraciones cognitivas.
MIND es el acrónimo en inglés que se utiliza para designar una intervención dietética destinada a frenar el deterioro cognitivo que está basada en la combinación de la dieta mediterránea y la dieta DASH. Esta última constituye un abordaje dietético diseñado para prevenir la hipertensión y controlar la presión arterial alta. Multitud de estudios avalan los beneficios para la salud cardiaca y cerebral tanto de la dieta mediterránea como de la dieta DASH. Asimismo, cada vez son más las investigaciones científicas que evidencian las bondades de la fusión de ambas, es decir, de la dieta MIND.
Guía para seguir la dieta MIND
Estas son las pautas básicas para seguir la dieta MIND, que recogen tanto los alimentos como la frecuencia de consumo recomendada.
Verduras de hoja verde
Se recomienda su consumo 6 o más veces a la semana.
- Espinacas.
- Col rizada.
- Acelgas.
- Lechuga.
Otras verduras
Ingesta diaria.
- Brócoli.
- Zanahorias.
- Pimientos.
- Calabacín.
- Cebolla.
Frutos rojos o del bosque
Al menos 2 veces a la semana.
- Arándanos.
- Fresas.
- Frambuesas.
- Moras.
Frutos secos
5 o más raciones a la semana.
- Almendras.
- Nueces.
- Pistachos.
- Anacardos.
Se recomienda evitar los frutos secos con sal añadida o azúcares añadidos.
Aceite de oliva
El aceite de oliva proporciona numerosos beneficios, especialmente cuando se utiliza siguiendo estas pautas:
- El mejor es el aceite de oliva virgen extra.
- Utilizar en ensaladas y para cocinar a fuego medio-bajo.
- Es conveniente evitar el empleo de mantequilla, margarina o aceites vegetales refinados.
- Cocinar preferentemente a la parrilla, al vapor o al horno en vez de freír.
Cereales de grano entero y semillas
3 raciones al día.
- Avena.
- Quinoa.
- Arroz integral.
- Pan 100% integral.
- Evitar el pan blanco, el arroz blanco y, en general, los cereales refinados y/o azucarados.
Pescado azul
1 o más veces a la semana.
- Salmón.
- Sardinas.
- Trucha.
- Caballa.
- Anchoas.
Legumbres
4 veces o más a la semana.
Habas.
Lentejas.
Garbanzos.
Edamame.
Adiós a los ultraprocesados y grasas no saludables
- Evitar la bollería, galletas y otros productos de repostería.
- Limitar los refrescos y bebidas azucaradas.
- Evitar los alimentos fritos o ultraprocesados.
Limitar el consumo de carne roja
- Las carnes magras (preferentemente de ave) se pueden comer con mayor frecuencia que la carne roja.
- Limitar al máximo las carnes procesadas o muy grasas, como salchichas, embutidos o tocino.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario