24 febrero 2020

Cómo cargarse de buena energía, eliminar la negatividad y prevenir desbalances energéticos




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“El secreto del cambio es focalizar toda tu energía no en pelear con cosas viejas, sino en construir algo nuevo.”
– Sócrates
¿Conoces por qué es importante saber cómo cargarse de buena energía?
En estos tiempos que corren estamos completamente sujetos al intercambio energético con todo lo que nos rodea, ya sean espacios, objetos o personas. Siendo esto de tal manera, debemos aprender a limpiar la energía negativa que nos influye y a construir un ambiente y una personalidad más positiva para poder transitar nuestra vida de la mejor manera.
Afortunadamente, existen muchas maneras prácticas de llevar a cabo tan importante tarea, atacando esta problemática desde todos los ángulos posibles. Así que prepárate, vamos a realizar un viaje a través del mundo de las energías y ver cómo este intercambio nos afecta y nos construye de manera constante, para de esa manera cualquier pueda entender cómo cargarse de buena energía.

Cosas que afectan nuestra energía

El ser humano es un ser social, eso lo sabemos todos. Y es en este estado de comunidad que intercambiamos de manera constante nuestras ideas, nuestras emociones y nuestros pensamientos. De esta manera logramos conectar con nuestros pares para formar vínculos y grupos funcionales dentro de los cuales podamos a su vez desarrollarnos como persona.
Lo que muchas veces descuidamos es que estos pensamientos, ideas y emociones poseen por naturaleza una carga energética que se contagia, y que puede alimentarse o debilitarse según las interacciones de nuestro entorno.
Es por eso que es necesario saber cómo cargarse de buena energía para restablecer el estado de equilibrio luego de cualquier influencia que pueda sacarnos de nuestro balance, y creeme que estamos vulnerables a este tipo de situaciones todo el tiempo.
Cualquier situación de violencia, cualquier comentario pesimista, cualquier entorno en el que escasea la vitalidad, son ejemplos de cosas que pueden afectar nuestro nivel de energía.
Ten en cuenta que cada uno posee una determinada cantidad de energía por día que también se recarga por medio de las horas de sueño y la alimentación. Pero los límites de energía que se manejan también son flexibles, y pueden estirarse o acortarse de acuerdo a los intercambios que uno favorezca a lo largo de su vida.
Y es ahí donde entra en juego la habilidad y conocimiento que tenga cada uno para buscar cómo cargarse de buena energía, y liberarse y evitar las malas influencias.


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Cómo liberarse de la mala energía

Si te sientes decaído últimamente, puede ser una buena idea que pongas en práctica algunas estrategias para limpiarte de las energías negativas que puedan estar actuando en tu persona.
Para eso, algunas de las recomendaciones son:
 Cuida tu cuerpo. Fundamental, cualquiera que desee saber cómo cargarse de buena energía, debe tener en cuenta que esta es como el combustible bajo el cual nuestro cuerpo y nuestra mente llevarán a cabo sus tareas diarias. Procura comenzar por el principio y asegúrate de incluir las horas de descanso y los hábitos alimenticios en el foco de tu atención. Si tienes problemas para dormir, los audios de relajación pueden ser grandes aliados. En cuanto a la alimentación, sé disciplinado.
 Limpia y ordena tu espacio. Es sabido que cuando nuestro ambiente se encuentra caótico y desordenado, es un reflejo de el caos y el desorden en el estado de nuestra mente. Comienza por lo más fácil y pon cada cosa en su lugar, verás lo cómodo que te sientes cuando tu entorno se encuentra en armonía.
– Imprime una gran sonrisa en tu cara. Por más contraintuitivo que parezca, y por más difícil y estúpido que se sienta al principio, esta es una regla de oro. Nadie podría hablar de cómo cargarse de buena energía sin mencionar la sonrisa como una de las armas más eficientes en la materia. Y es que la risa causa cambios en nuestra fisiología. De esa manera, tiene la capacidad de provocar un cambio en nuestro humor y en la frecuencia en la que vibramos que dejaría sin trabajo a la mayoría de terapeutas.
– Evita las personas negativas. Esta es también una regla de oro: Si las energías se intercambian, cuida con qué personas te ves todos los días. Filtra a aquellos cuyas conversaciones siempre giran en torno a todo lo que está mal en el mundo, o cómo son víctimas de las circunstancias. Elimina a las personas de tu círculo que provocan cambios en tu estado de ánimo para peor. Y para esto será bueno que confíes en tu intuición y prestes atención a cómo te sientes luego de cada interacción.

Cómo cargarse de buena energía

Ahora bien, una vez que uno tenga éxito minimizando las fuentes externas de su malestar energético, lo segundo que debe programar son aquellas prácticas que favorecen y fortalecen la energía positiva
He aquí algunos tips para ello:
– Involucra el movimiento. Piensa en comenzar a llevar a cabo actividades recreativas que hagan circular la sangre. Recuerda que la energía también fluye dentro de nuestro cuerpo, inundando cada uno de nuestros órganos y tejidos. El ejercicio físico será un gran aliado. Si no eres del tipo deportista, sal a andar en bicicleta, o a caminar. Acaba con el sedentarismo.
– Rodéate de aquellas personas que tienen una perspectiva positiva de la vida. Aquellas personas que ríen, que juegan y que en última instancia hacen que tu día posea mayor brillo. Escúchalos, hazles preguntas, y trata de inundarte con su manera de ver el mundo. Recuerda que eres el resultado de las 5 personas más cercanas de tu círculo, así que elige sabiamente.
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– Medita. Si lo que les interesa saber es cómo cargarse de buena energía, no podemos dejar de hablar de esta práctica. La meditación es la manera más directa y efectiva de entrar en contacto con uno mismo. Y no necesitas más que dos minutos de tu tiempo todos los días para iniciarte en esta práctica (eventualmente, luego de un tiempo prudencial, tú mismo sentirás la necesidad de aumentar tus tiempos). Cierra los ojos. ¿Qué oyes?¿Qué sensaciones se despiertan en tu interior? Dos minutos, no necesitas más.
– Mantén tus espacios ventilados. No dejes que se envicien con aire viejo y pesado. Deja que circule el aire, así prevendrás que se acumule en tu ambiente aquello que pueda estancarse.
– De nuevo, mantén tu alimentación y descanso al día. Esto es un camino de ida, del cual apartarse siempre será un potencial disparador de malestar.

Atrayendo la buena energía a tu vida

Cuando uno comienza a buscar cómo cargarse de buena energía, es inevitable hablar sobre los procesos internos que se atraviesan. Puesto que los malos hábitos, si se los repite la suficiente cantidad de tiempo, se programarán en nuestro cerebro para realizarse de manera automática. Sin embargo, estos también pueden reprogramarse, aunque no es tarea fácil. Las recomendaciones son las siguientes:
– Aprende a ser agradecido. Dedica unos 5 minutos de tu día a agradecer aquello que tienes, las capacidades de las que gozas y las personas que te quieren. Agradece por el descanso, por el nuevo día, por poder aprender cosas nuevas, porque estás vivo. Si bien al principio puede que no se te ocurran muchas cosas sobre las que agradecer, sólo comienza y al poco tiempo no creerás lo afortunado que eres en realidad
– Aprende a quererte. Al pensar en cómo cargarse de buena energía, no podemos obviar este punto. Todos tenemos dificultades y defectos, todos cometemos errores y nos lastimamos en el proceso. Todos hacemos lo que podemos con lo que tenemos. Bienvenido al club. Identifica aquellas cosas que te hacen único y celébralas, así como también aquellas que te gustaría cambiar y ponte manos a la obra. Dedícate tiempo a ti mismo, pues si tú no te cuidas, no te conoces y no te quieres, nadie lo hará por ti.
– Aprende a perdonar. Perdona a las personas y a los eventos. La vida no es fácil, no es justa, y se encuentra totalmente fuera de nuestro control. ‘La vida es sufrimiento’, como dice el Buda, y agrega ‘la causa de ese sufrimiento es el apego’. Déjalo ir, supéralo. La vida es mucho más brillante del otro lado del miedo, del enojo y del dolor, y te está esperando.
El mundo te espera, hasta que decidas ir a por él.

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