Con unos niveles de vitamina D en sangre por encima de los 50 ng/mL el riesgo de mortalidad se reduce a prácticamente cero, según un estudio publicado en la revista Nutrients..
¿Existe una relación lineal entre los niveles de vitamina D y la mortalidad por COVID19? Una investigación publicada en el número de octubre de 2021 de la revista Nutrients muestra que un nivel de vitamina D3 en sangre por encima de los 50 ng/ml se asocia con un riesgo prácticamente nulo de mortalidad.
El estudio analizó específicamente la mortalidad entre 1.601 pacientes hospitalizados con COVID19. A 784 se les midieron los niveles de vitamina D dentro del día posterior al ingreso. Los investigadores conocían los niveles de la vitamina en sangre de los otros 817 participantes.
LA MEDIA DE LA POBLACIÓN TIENE NIVELES INSUFICIENTES DE VITAMINA D
Por otra parte, el estudio incluyó los niveles promedio a largo plazo de vitamina D3 documentados para 19 países. En conjunto, los investigadores determinaron que el nivel medio en suero sanguíneo de calcidiol (25-hidroxi-vitamina D) se sitúa en 23,2 ng/mL en todas las cohortes del estudio recopiladas, una cantidad que se consideró insuficiente.
A partir de 30 ng/mL, la mortalidad disminuye considerablemente, según los autores del estudio, que descartan que los niveles bajos de vitamina D en sangre sean una consecuencia de la enfermedad, pues parte de las mediciones se realizaron antes del inicio de la enfermedad.
OBJETIVO: LOS 50 NG/ML
El análisis de correlación estadística identificó además un punto teórico de mortalidad cero: cuando las cantidades de calcidiol en la sangre alcanzan los 50 ng/mL. Ese nivel de vitamina D3 en la sangre “salvaría la mayoría de las vidas, incluso en los pacientes con diversas comorbilidades”, afirman los autores.
El estudio se une a un cuerpo de investigación ya sólido de más de 150 estudios que avalan la correlación cada vez más aceptada entre niveles más altos de vitamina D y mejores resultados en pacientes con COVID.
SUPLEMENTACIÓN PARA REDUCIR LAS COMPLICACIONES Y LA MORTALIDAD
Los autores del estudio alemán recomiendan la suplementación con vitamina D en las poblaciones mundiales para combatir el impacto de la enfermedad COVID-19.
Los autores aconsejan encarecidamente combinar la vacunación con el fortalecimiento rutinario del sistema inmunitario de toda la población mediante suplementos de vitamina D3 para garantizar constantemente niveles en sangre superiores a 50 ng/mL.
“Desde un punto de vista médico, esto no solo salvaría muchas vidas, sino que también aumentaría el éxito de la vacunación. Desde un punto de vista social y político, reduciría la necesidad de más restricciones de contacto y bloqueos. Desde un punto de vista económico, ahorraría miles de millones de dólares en todo el mundo, ya que la vitamina D3 es económica y, junto con las vacunas, brindaría una buena oportunidad para controlar la propagación del SARS-CoV-2”.
CÓMO TOMAR LA VITAMINA D
Para disfrutar de toda la vitamina D que se necesita e preciso sintetizar en la piel alrededor de 15.000 UI exponiéndose a los rayos solares a diario sin protección durante 20 a 60 minutos en función de la hora del día, la estación del año, la latitud en la que vivamos, el tipo de piel y la superficie del cuerpo expuesta.
La dosis se puede completar con alimentos que contengan vitamina D y, si es necesario, después de un análisis que muestre la deficiencia, con un suplemento.
¿CUÁL ES LA DOSIS RECOMENDADA PARA UN SUPLEMENTO DE VITAMINA D?
Antes de tomar cualquier suplemento conviene consultar con un especialista. Un adulto de 70-80 kg puede tomar un suplemento de hasta 5.000 UI por día de calcidiol para alcanzar el nivel óptimo de entre 40-70ng/mL en sangre. Se puede suplementar hasta 10.000 UI al día en personas con mucha deficiencia de esta vitamina sin riesgo de toxicidad.
La forma más fisiológica de tomar un suplemento de vitamina D es a diario por la mañana, que es cuando el organismo está mejor preparado para sintetizar y utilizar la vitamina. Una de las razones por las que hacerlo así es que en el intestino tenemos las placas de Peyer, que forman parte del sistema inmunitario y reciben la vitamina D de los alimentos –o del suplemento– para hacer sus funciones.
Tomarla con un poco de aceite o durante una comida principal es importante, ya que la vitamina D es liposoluble, es decir, se disuelve en grasa; solo así se puede garantizar una correcta absorción a nivel intestinal.
Es conveniente realizarse análisis de sangre cada 3 meses para hacer un seguimiento correcto del efecto de la suplementación.
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