La vitamina D es conocida por sus muchos efectos beneficiosos sobre la salud. La administración de esta vitamina conduce a mejoras notables en la percepción del dolor que acompaña muchas enfermedades crónicas.
La vitamina D es en realidad una hormona, ya que el cuerpo puede producirla en cantidades suficientes, pero solo cuando el sol brilla y la piel entra en contacto con suficiente radiación UVB.
Entre otras cosas, la vitamina D asegura huesos y dientes fuertes. Regula el sistema inmunitario, por lo que reduce la susceptibilidad a las infecciones, tiene efectos antiinflamatorios, levanta el ánimo y, si anteriormente había una deficiencia de vitamina D, mejora la mayoría de las enfermedades crónicas.
Si bien el papel de la vitamina D en el metabolismo óseo ha sido muy bien investigado, cada vez está más claro que la vitamina D también es indispensable para muchos otros procesos biológicos, por ejemplo, en el procesamiento de señales de dolor y en la regulación del ciclo de vigilia-sueño.
VITAMINA D, DOLOR Y TRASTORNOS DEL SUEÑO
Ahora se sabe que los trastornos del sueño pueden aumentar el dolor y viceversa. Sin embargo, todavía no estaba claro cómo encajaba exactamente la vitamina D en este contexto. Un estudio realizado por investigadores del Departamento de Psicobiología de la Universidad Federal de São Paulo en Brasil y publicado en el Journal of Endocrinology arroja luz sobre el tema.
En su revisión, los investigadores brasileños examinaron los últimos estudios sobre la relación entre la vitamina D, el sueño y el dolor. La atención se centró especialmente en el dolor crónico como el que provocan los problemas de espalda, la fibromialgia, la artritis y los cólicos menstruales. El dolor crónico afecta a más personas que las enfermedades cardíacas, el cáncer y la diabetes sumados. Por lo tanto, también es en una de las principales razones de visitas médicas.
LA VITAMINA D Y UN BUEN SUEÑO ALIVIAN EL DOLOR CRÓNICO
El dolor está regulado por el sistema nervioso central (cerebro y médula espinal) junto con el sistema nervioso periférico. Este último consta de nervios que transmiten la señal de dolor al cerebro y a la médula espinal. A partir de ahí, la persona aprende exactamente dónde y cuánto le duele.
El sistema inmunitario también está involucrado en la intensidad del dolor. Interactúa con el sistema nervioso periférico, por ejemplo, a través de procesos inflamatorios, que pueden aumentar enormemente la sensibilidad de la persona afectada. Asimismo, la calidad del sueño puede afectar al dolor. Cuanto peor y menos se duerme, más intenso es el dolor.
Dado que la vitamina D está involucrada tanto en la calidad del sueño como en los procesos de inflamación (tiene un efecto antiinflamatorio), también puede influir en la sensibilidad al dolor a través de estas dos vías.
Una de las autoras del estudio, la doctora Monica Levy Andersen escribió en su resumen: "Podemos suponer que una ingesta adecuada de vitamina D con la higiene adecuada del sueño hace que las terapias para el dolor sean más efectivas".
LA VITAMINA D PROMUEVE LA CALIDAD DEL SUEÑO
El equipo de Andersen demostró la conexión entre la vitamina D y la calidad del sueño según 19 estudios realizados entre 2011 y 2017.
La vitamina D puede mejorar el síndrome de las piernas inquietas, lo que luego conduce a un sueño significativamente mejor. La apnea obstructiva del sueño, que se asocia con una alteración grave del sueño, también se puede aliviar manteniendo un nivel saludable de vitamina D.
Muchos de los estudios analizados también examinaron directamente la influencia de la vitamina D en la calidad general del sueño y la duración del mismo.
VITAMINA D PARA ENFERMEDADES DOLOROSAS
Otros 16 estudios (publicados entre 2008 y 2017) analizaron la conexión entre la vitamina D y el dolor crónico, en casos de dolor de la artritis, dolor musculoesquelético, relacionado con la fibromialgia, el cáncer y el dolor de espalda. Se comprobó que existía una influencia positiva de la vitamina D.
Dado que el dolor crónico y los trastornos del sueño se influyen mutuamente y la vitamina D juega un papel importante en ambos problemas, la regulación del nivel de vitamina D es de enorme importancia.
En caso de sufrir un dolor crónico, siempre debe garantizarse una buena higiene del sueño y controlar el nivel de vitamina D en la sangre. Según la doctora Andersen, esto ayudaría a un mayor éxito en cada terapia del dolor. La calidad de vida de los afectados mejoraría con estas sencillas medidas y los costes sanitarios podrían reducirse enormemente.
BUENA HIGIENE DEL SUEÑO PARA EL DOLOR CRÓNICO
Para favorecer una buena higiene del sueño se recomienda tener en cuenta los siguientes factores:
- Acostarse y levantarse temprano, a la misma hora todos los días
- Mantener el dormitorio bien ventilado
- Dormir en la oscuridad (persianas o cortinas gruesas)
- Disponer de una buen almohada y un buen colchón
- Antes de acostarse, no mirar películas emocionantes o estresantes.
- Evitar las pantallas antes de acostarse (al menos 1 a 2 horas), ya que su luz puede bajar el nivel de melatonina y empeorar el sueño.
- Practicar ejercicios de relajación, escuchar música, etc.
REGULACIÓN DE LOS NIVELES DE VITAMINA D EN EL DOLOR CRÓNICO
Para regular el nivel de vitamina D en la terapia del dolor, son necesarias estas medidas:
- Determinar el nivel actual de vitamina D
- Determinar la dosis requerida de vitamina D en función de los valores medidos
- Adquirir un suplemento de vitamina D en la dosis adecuada
- Comprobar el nivel de vitamina D a intervalos regulares y ajustar la dosis en consecuencia
No hay comentarios.:
Publicar un comentario