A diario nuestro cuerpo se somete a pensamientos con un impacto negativo, producto del estrés; “¿si me despiden?”, “¿quizá mi resfriado es señal de algo muy malo?” y “no me ama, lo sé”. Foto iStock

A diario nuestro cuerpo se somete a pensamientos con un impacto negativo, producto del estrés; “¿si me despiden?”, “¿quizá mi resfriado es señal de algo muy malo?” y “no me ama, lo sé”. Que sin saberlo y sentirlo dañan nuestro corazón, hasta que éste llegue a un posible colapso. ¡Sí, efecto que es posible contrarrestar! 

De acuerdo a la Biblioteca Nacional de Medicina, el estrés es la manera que tiene el organismo de responder a un desafío o peligro. Para conseguirlo se vale de la liberación de una hormona llamada cortisol, la cual empieza a correr por el torrente sanguíneo. 

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Galletas de almendras como snack.

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¿Cómo responde el cuerpo al estrés?

Hay que hacer una aclaración, el estrés es natural pero el problema surge cuando es crónico. Durante este proceso, los sistemas musculoesquelético, respiratorio, cardiovascular, gastrointestinal y endócrino reaccionan de forma inmediata a los detonantes del estrés. Ésta es la conocida respuesta de “supervivencia” que prepara al cuerpo para tomar acción contra cualquier daño físico potencial, incluso si el estrés es mental o emocional.

De hecho, el estrés mental se encuentra entre los factores psicosociales que se cree contribuyen con el riesgo de enfermedad cardiovascular (ECV).  La variabilidad del ritmo cardiaco (VCR), que es la medida de fluctuación de tiempo entre latidos consecutivos, es un indicador importante de la respuesta al estrés del sistema cardiovascular, y se cree que la dieta y otros factores de estilo de vida pueden tener un impacto en la VRC. 

Entre más alta sea la VRC mayor será la capacidad de adaptación del corazón en respuesta a retos ambientales y psicológicos, mientras que una VRC baja está enlazada a ECV y muerte cardiaca repentina. Resulta útil pensar que cuando se tiene una VRC más alta el corazón puede cambiar de velocidad más rápido en respuesta a las demandas del cuerpo, lo cual significa que hay mejor capacidad de recuperación durante periodos de estrés.

El snack que podría ayudar a tu corazón a recuperarse del estrés mental

Un reciente estudio, de la Facultad de Ciencias de la Vida y Medicina, King's College London, sugiere que reemplazar snacks menos saludables por almendras puede mejorar la capacidad de recuperación del corazón ante el estrés mental.

Durante la prueba, los investigadores midieron las reacciones de los participantes: el ritmo cardiaco en tiempo real y la variabilidad del ritmo cardiaco (VCR) en descanso se midieron mediante una tarea mental que estimuló un periodo breve de estrés mental. 

Los participantes en el grupo de almendras mostraron una mejor regulación cardiaca en comparación con el grupo de control, evidenciado con diferencias significativas en los intervalos entre latido y latido, lo cual es una medida de VRC.   

6 buenos hábitos para ayudarte con el estrés

El Almond Board of California te recomienda seguir estos:

1- Come para estar saludable

Elige una dieta correcta para obtener los nutrientes que ayudan a combatir el estrés. Incluye vitamina B que se encuentra en frutas y verduras, antioxidantes como vitamina E que se encuentra en almendras, hierro que se encuentra en huevo, carne y verduras de hojas verdes, y magnesio que se encuentra en cereales de grano entero y almendras

2- Crea rutinas diarias

Establece horarios para tus comidas y snacks. Busca ir a la cama a la misma hora todas las noches. Los monitores de actividad y sueño pueden ser un buen inicio para ver patrones en tus hábitos y buscar formas de ser constante con una conducta positiva.

3- Planea

Escribir un plan puede reducir el estrés porque te ayuda a organizar tu tiempo y tus ideas. Agrega a tu agenda diaria horarios para cuidar de ti, como hacer ejercicio o tomar descansos. Planear tus comidas es un buen hábito, así no terminarás batallando cuando decidas qué comer y podrás comer alimentos más nutritivos.




4- Mueve el cuerpo

Sin importar qué ejercicio practiques, mover el cuerpo durante al menos 30 minutos al día te ayudará a liberar endorfinas, que son las hormonas que reducen el estrés.

5- Aprende a meditar

Date un momento, aunque sea 5 minutos al día, para meditar y aprender a lidiar con el estrés. Hay muchas aplicaciones disponibles con ejercicios guiados de respiración y relajación.



6- Come snacks saludables

“Come cuando tengas hambre, no cuando estés aburrido”. Busca que tus snacks tengan una intención. Prepara snacks con tiempo y en porciones razonables. Por ejemplo, es fácil recordar una nutritiva porción de almendras si piensas en la fórmula 1-2-3: 1 puñado equivale a 23 almendras.

A partir de ahora, cuando sientas hambre y estrés ten siempre a la mano una bolsa con almendras. 

Salud 180