Un estudio realizado en Noruega encontró que las personas que beben 3 tazas de leche al día tienen tres veces más posibilidades de desarrollar cáncer de mama que las que beben sólo media taza o consumen otros tipo de leches alternativas, como las leches vegetales.
Seguramente ya has notado que el cáncer de mama está en expansión, por lo que parece que la leche es responsable de un mayor riesgo de desarrollo según este otro estudio realizado por la Harvard School of Public Health que revela que los productos lácteos en general podrías ser detonantes de este tipo de cáncer.
Anteriormente se creía que la leche aceleraba el desarrollo del cáncer que ya existía, pero ahora los científicos dicen que puede ser la razón para un aumento en los pacientes de cáncer en una escala más amplia.
La mayoría de los pacientes provienen de Finlandia, Suecia, Gran Bretaña, Canadá y Estados Unidos. Todos estos países son los primeros en el consumo de leche o productos lácteos.
El estudio noruego reveló que el cáncer de mama es extremadamente raro en ciertas ciudades, y que no existe en las culturas donde se usa muy poca leche.
Por qué la leche de vaca puede producir cáncer
La hormona estrógeno estimula el crecimiento de las células de la mama, incluyendo el crecimiento de células de cáncer de mama con receptor hormonal positivo. El estrógeno se crea y se almacena en las células de grasa. Muchos investigadores creen que los productos lácteos consumidos en los Estados Unidos y otros países occidentales tienen altos niveles de estrógeno y progesterona en ellos porque la mayor parte de la leche es producida por vacas preñadas.
Por lo tanto, podría ser posible que los productos lácteos bajos en grasas tengan niveles más bajos de estrógeno y progesterona porque la mayor parte de la grasa se ha eliminado. Esto sugiere que los productos lácteos bajos en grasa pueden ser una mejor opción para las mujeres que han sido diagnosticadas con cáncer de mama, especialmente el cáncer de mama con receptores hormonales positivos. Sin embargo, el consumo de leches vegetales puede ser la mejor opción.
Ya se sabe que las hormonas y los factores de crecimiento en la leche tienen un potencial carcinogénico, pero también se aplica a los suplementos sintéticos de vitamina D, que a menudo se usan para enriquecer la leche y otros productos lácteos. Se cree que los que sufren de cáncer de mama, en promedio, consumen el doble de vitamina D sintética, a diferencia de los otros.
Pero hay otras razones para tener en cuenta. El número de casos ha crecido junto con el consumo de trigo, azúcar y ciertos tipos de carne (especialmente carne de cerdo), y la reducción del consumo de verduras crudas y pescado se ve comúnmente en las personas que padecen cáncer.
Por otro lado, los sujetadores, en particular aquellos que son demasiado apretados también pueden aumentar el riesgo.
Las mujeres que regularmente llevan un sujetador durante 12 horas (especialmente cuando se trata de sostenes con alambre de metal), tienen un mayor riesgo de cáncer de mama, unas 20 veces más, en comparación con las que lo utilizan rara vez o nunca usan.
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