05 julio 2021

¿Sabes qué le pasa a tu cuerpo cuando pones las piernas en la pared?


 


El hecho de que el yoga lleve ya tantos años estando de moda no es sólo gracias a esas estupendas fotos que vemos en Instagram. En realidad, su popularidad se debe a su gran efectividad y a cómo nos ayuda a mejorar en muchos aspectos de nuestra vida cotidiana. Otro de los atractivos del yoga, además, es la inmensa variedad de posturas, o asanas, ya que cada una sirve a un propósito diferente y puedes adaptarlas según tu nivel o tu estado físico.

De hecho, existen algunos asanas que, según defienden muchos expertos en la materia, tienen propiedades casi milagrosas sobre nuestro cuerpo y nuestra salud. Una de las más conocidas es Viparita Karani, también conocida como la postura invertida o la postura de las piernas hacia arriba. Se trata de una de las posiciones más simples y pasivas que puedes realizar, y es apta para todos los niveles y todas las edades. Sin embargo, tal y como explican diversos gurús del yoga, es un asana que ofrece beneficios sorprendentes, como aliviar el dolor y la tensión, reducir la ansiedad y mejorar otros problemas circulatorios.

 

Viparita karani alivia el dolor y la tensión, reduce la ansiedad y mejora los problemas circulatorios

 

En realidad, su nombre completo es Viparita Karani Mudra aunque, pese a que su nombre así lo indica, no es un mudra (posturas y gestos de las manos que cierran y guían la corriente energética de nuestro cuerpo), sino un asana. Tal y como se indica en el Hatha Yoga Pradipika (uno de los escritos más importantes de la historia del yoga y manual de referencia del Hatha Yoga), "todo el néctar que produce la luna celestial acaba siendo devorado por el calor del sol; así envejece el cuerpo. Existe una excelente práctica por medio de la cual se consigue burlar al sol. La práctica se llama Viparita Karani Mudra, en donde las posiciones o polaridades se invierten; el sol entonces se mantiene en la parte superior y la luna en la inferior, al elevar la pelvis por encima de la cabeza, y si se aumenta la duración de la práctica de forma gradual, al cabo de seis meses desaparecen las canas y las arrugas". 

Sí, sabemos que, puesto así, esta postura suena como el elixir de la juventud eterna, explicado además de una forma un tanto inverosímil. De todos modos hay que considerar que la antigüedad de los textos y el hecho de que estén escritos en sánscrito han dado pie a infinitas interpretaciones y no es de extrañar que se empleem constantes metáforas para hacer alusión a los beneficios que nuestro organismo puede obtener mediante el yoga. A eso, además, hay que añadir el escaso conocimiento en anatomía y la falta de un enfoque como el que podría dar la medicina occidental, lo que hace que estas interpretaciones nos resulten de lo más alegórico y extraño.

La gurú Lana Vedas, en un intento de abocar algo de luz sobre este fragmento, explica: "cuando se habla del sol se puede traducir como el sistema nervioso simpático, mientras que la luna consecuentemente se relaciona con el parasimpático". Viparita Karani activa entonces la luna, o la parte parasimpática del sistema nervioso autónomo y con esto el cuerpo entra en modo de regeneración y recuperación. Es decir, se inicia el proceso de autosanación interna". 

¿Cómo se realiza esta postura?

Como ya sabes, la posición básica consiste en apoyar las piernas contra la pared. Parece sencillo, ¿verdad? Sin embargo, hay que tener cuidado y evitar llevarla a cabo cuando se ha sufrido un trauma reciente o crónico en las piernas o la espalda. Además, los que están apenas iniciándose en la práctica, a menudo cometen varios errores: se ponen demasiado lejos de la pared o colocan un cojín debajo del cuello, lo que provoca una tensión muscular que interrumpe la correcta alineación de las zonas de la columna vertebral

Para realizar Viparita Karani de forma adecuada, has de estirar las piernas con los pies juntos y los brazos extendidos a los lados del cuerpo, las palmas de las manos apoyadas contra el suelo. La zona posterior del cuello tiene que estar estirada, y el mentón ligeramente inclinado hacia la garganta. Asegúrate de que la zona lumbar esté bien apoyada en el suelo.

Inhala mientras elevas las piernas, las nalgas y la región inferior de la espalda con la fuerza de la cintura y empujando con las manos contra el suelo, de forma que las piernas asciendan inclinándose ligeramente hacia la cabeza hasta formar un ángulo de 90 grados. Entonces, dobla los codos y coloca las manos en las caderas, mientras dejas que el peso del tronco descanse sobre los codos, hombros y manos.

 

En verano, y antes de irte a domir, te beneficiarás todavía más de sus beneficios

 

Sobre cuánto tiempo hay que mantener la postura, existen varias escuelas, pero intenta permanecer al menos durante 5 minutos para poder sentir sus beneficios. Y recuerda salir de la postura de la misma forma que has entrado, y con suavidad. 




Beneficios del Viparita Karani para tu cuerpo

Cuando nos ponemos en esta posición, se intensifica la irrigación sanguínea al cerebro y se estimulan todas las funciones mentales, a la vez que descongestionas las piernas y los músculos internos abdominales. Estas son algunos de los muchos y geniales beneficios que puedes obtener con este asana:

  • Reduces el edema en las piernas y los pies: como comentábamos, poner las piernas en alto favorece el movimiento de esos fluidos que obstaculizan una correcta circulación sanguínea, y que están causados por problemas renales, de sobrepeso o por efecto de alguna medicación, entre otros. Por eso, es una postura muy indicada para las embarazadas.
  • Mejorarás tus digestiones: colocarse en esta posición entra dentro de lo que se conoce como "inversión activa". Según algunas investigaciones, esto podría ayudarnos a descongestionar gases y otros fluidos en nuestro estómago e intestinos, y, por ende, mejorar nuestro proceso digestivo.
  • Ayuda a preservar tu vitalidad: según afirman muchos gurús, el Viparita Karani promueve un poderoso intercambio de energías de los chakras manipura (ombligo) y vishuda (garganta), estimulando su actividad y retrasando así los procesos catabólicos del cuerpo, lo que nos ayuda a preservar nuestra juventud y la vitalidad hasta edades muy avanzadas. 
  • Aporta calma mental: Sólo necesitas de 5 a 10 minutos para empezar a percibir un alivio físico que, por consiguiente, relaja tu mente. Nos invita a meditar y a sentirnos más presentes, más conscientes de nuestro cuerpo para envolvernos de calma, bienestar y armonía.
  • Relaja el sistema nervioso: este asana nos puede ayudar también a mejorar nuestra respiración, ya que tendemos a retener más el aire, favoreciendo una inspiración y una espiración más lenta y rítmica. Todo ello tiene un impacto muy positivo sobre nuestro sistema nervioso, aliviando tensiones musculares, sobrecargas y esa tensión que se concentra sobre todo en la zona del cuello y las sienes. 

¿Qué dices? ¿Te animas a ponerte patas arriba? Quizás no sientas todos estos beneficios de inmediato, pero, como mínimo, tendrás otra perspectiva del mundo que te rodea, una experiencia que resulta siempre interesante y a veces necesaria en nuestras vidas.

Objetivo Bienestar

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