Muchas veces nos afanamos esperando resultados que lleguen a nosotros justo en el momento que lo deseamos y algunas veces nos volvemos arrogantes con el hecho de que somos totalmente responsables de lo que ocurre en nuestras vidas, sin dejar espacios, aunque sean pequeños, para la causalidad, para la ley de correspondencia o lo espiritual y lo divino.
Para mí sería mucho más sencillo creer en el destino ya escrito, creo que me relajaría y podría sencillamente sentarme y esperar que lo que sea para mí llegue, y si nada era para mí, pues ése era mi destino. Pero creo que el destino lo hacemos cada uno de nosotros, día a día, con nuestros pensamientos y acciones, con nuestras constantes decisiones…
soledad 5
Y en medio de eso totalmente racional pienso que la causalidad marca nuestras vidas, que dentro del infinito abanico de posibilidades, escogemos una por una razón, y puede, es más es muy posible, que en el momento en el corto plazo esa decisión no la entendamos bien, incluso podemos arrepentirnos, pero cuando releemos nuestras páginas, todo está clarísimo… Y me encanta pensar que mientras más difuso esté para mí, es porque más me falta por recorrer. Porque siento que al final todo encajará donde debe encajar.
Con el tiempo todas las cosas caen en su lugar,
mientras tanto ríete de la confusión,
vive los momentos y entiende que todo
sucede por una razón.

Muchas veces cuando algo no se nos da en el tiempo que queremos o como queremos nos sentimos frustrados, incómodos y ansiosos… Y allí podemos empezar a actuar de forma errada, enviando mensajes de angustia que crearán nuestra realidad. Es preferible tomar nuestras decisiones conscientemente y esperar que lo mejor ocurran el tiempo necesario.
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Cuando las cosas no se nos dan podemos revisar lo que hemos hecho a ver si dejamos cabos sueltos en el proceso que nos esté limitando un resultado, si todo está bien de acuerdo a nuestro criterio, debemos esperar… con el recurso que debemos cultivar a diario y parece algunas veces tan escaso: La Paciencia, esa que nos permite mantener la paz mientras deseamos algo.
Consideremos que la vida es más allá de lo que vemos, independientemente de lo que creamos, nuestra vida debe tener un significado más allá de lo que a diario vivimos, confiemos en que la vida quiere lo mejor para nosotros, que si no nos da eso justo que queremos en un momento determinado podría traducirse en que algo mejor para nosotros nos está esperando, no estamos preparados, no es conveniente para la mayoría de los involucrados, que muchas cosas deben coincidir para que algo se dé, y que si es de darse ocurrirá de cualquier manera. Como dice el dicho:
Si no está para ti, no estará para ti aunque te pongas, y si está para ti, estará para ti aunque te quites.
esperar