18 marzo 2021

Estos alimentos antioxidantes mantienen tu piel joven

 









Por mucho tiempo se ha dicho, que la condición de salud interna de nuestro organismo, así como el proceso de envejecimiento, se reflejan en la piel. Y debemos caer en cuenta, que dicho proceso, es complejo y depende de variados factores. Muchos de ellos, se vinculan con el cambio en el funcionamiento del organismo y otros con el cambio de apariencia. Realmente, esto no dista de ser cierto, por cuanto la preocupación de la ciencia a lo largo de muchos siglos, ha sido el vínculo entre la nutrición y la condición de la piel.

Lamentablemente en nuestra sociedad actual, los bombardeos mediáticos, a veces nos hacen tomar decisiones erróneas. Creo que sería interminable, la lista de productos que se ofrecen para lucir determinadas cualidades de la piel, que nunca se llegan a alcanzar.

Por otro lado, se ha logrado sembrar en la mente de muchas personas, que los alimentos procesados, son la quintaesencia para tener más tiempo libre. Y nuevamente, ese tiempo libre, también logran capitalizarlo los miles de expendios de comida rápida que hay diseminados en todas partes y latitudes del mundo.

Este introito lo realizo, porque una buena amiga de Puerto Rico Lissette, me realizó una solicitud muy importante. Me pidió que le hablara acerca de cuáles alimentos, propician que nuestra piel luzca sana y joven.

Esa solicitud, la consideré muy interesante, pues conozco de muchos alimentos, que pueden ayudar a lucir una apariencia fresca y juvenil. Decidí realizarlo, enlazando los componentes importantes presentes en los alimentos y los nombres de los alimentos que los contienen.

Como la idea de mi amiga, es lograr mantener su aspecto lozano, partiendo de una adecuada alimentación, elaboré para ella un sencillo material. Tomándolo como base, elaboré con mucho entusiasmo, el que ahora presento aquí.

¿Por qué envejece nuestra piel?

Está bien determinado, que el envejecimiento es un proceso que inicia durante la concepción y continúa a lo largo de nuestra vida. Posiblemente, ya hemos experimentado, que nuestro cuerpo, exhibe consecuencias provenientes de componentes genético y ambientales. Dicho de otra forma, se ha logrado precisar, que el envejecimiento de la piel, depende de una serie de procesos intrínsecos y extrínsecos. Los procesos intrínsecos, denominados biológico o genéticos, son inevitables. Y además de ello, se magnifica por efecto del envejecimiento extrínseco (ambiental)

Se ha establecido, que el envejecimiento extrínseco, es originado por la exposición diaria de nuestro cuerpo a los radicales libres. Es importante, que caigan en cuenta, que incluso los procesos metabólicos de nuestro organismo, producen radicales libres. Por ejemplo, la digestión de los alimentos, los procesos respiratorios y el ejercicio.

El medio ambiente, es un enorme generador de radicales libres. Ellos, suelen provenir de contaminantes industriales, de la combustión de vehículos (terrestres, aéreos, marítimos y fluviales) y de la radiación. Sin embargo, a esta lista se suman el tabaco, algunos medicamentos, aditivos alimentarios y agroquímicos.

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Por medio de la investigación exhaustiva, se ha logrado determinar que la vida biológica media de un radical libre es muy corta. Solo dura unos microsegundos, pero bastan para reaccionar con todo lo que esté a su alrededor provocando un gran daño a las moléculas y a las membranas celulares.

Hay que estar atentos, pues nuestro organismo, los genera cuando se enfrenta a bacterias y virus, protegiendo nuestra salud. Es bien sabido, que estos radicales libres, causan muchos daños. Sobre todo, a nivel de lípidos, proteínas y ADN. Este daño, incapacita nuestras células para trabajar adecuadamente. Por ello, la prevención es la forma ideal, para atenuar los efectos del envejecimiento extrínseco de la piel.

¿Qué tan importantes son los alimentos para la piel?

Son innumerables, las investigaciones que apoyan la caracterización, clasificación, ensayos de laboratorio y pruebas clínicas, de muchos compuestos producidos por las plantas. Se sabe, que muchos de ellos, exhiben potentes propiedades antioxidantes, capaces de prolongar la juventud en la piel

Ya antes, les he hablado de ello, pero siempre es bueno recalcarlo. La ciencia ya estableció, que muchos de esos compuestos, se han venido empleando de forma generalizada en la industria cosmetológica, así como en la alimenticia.

Un largo camino recorrido por nutricionistas, investigadores, médicos y botánicos, han permitido establecer, hechos muy interesantes. Se ha logrado establecer, que estas sustancias con potentes efectos antioxidantes, previenen el envejecimiento extrínseco. Dentro de los compuestos más estudiados se mencionan: los carotenoides, tocoferoles y flavonoides. Se incluyen también, las vitaminas A, C, D y E, además de los ácidos grasos esenciales, algunas proteínas y los lactobacilos..

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1. Coenzima Q10

Anteriormente, ya he hablado acerca de este importante componente, el cual es un poderoso antioxidante. Esta facultad, le permite facilitar la absorción de otros nutrientes esenciales. Incluso, se ha establecido, que favorece el reciclaje de las vitaminas C y E. Por ello, esta coenzima posee un rol vital, en apoyo al metabolismo, logrando potenciar las funciones de las vitaminas y antioxidantes.

Muchos estudios han permitido establecer su rol de defensa frente al daño oxidativo al que se ven sometidas las células de nuestro cuerpo. Se ha establecido incluso, que los radicales libres de oxígeno, se originan como resultado del metabolismo, pero pueden generarse ante ciertas condiciones de estrés. Por otra parte, esta importante coenzima, puede estar al mismo tiempo, en tres estados de oxidación diferentes. Esto le permite aceptar y donar electrones, favoreciendo de esta forma la neutralización del daño causado por los radicales libres.

Alimentos donde se consigue:  pistachos, semillas de sésamo, coliflor, brócoli, fresas y naranjas.

Te recomiendo una formula desarrollada por mí: ACTIVATED JAPANESE COQ10

2. Pre y Probióticos

Por lo general y ya lo hemos visto anteriormente, cuando utilizamos el término probiótico, nos estamos refiriendo a una serie de microorganismos, que consumidos vivos en cantidades adecuadas, otorgan un efecto saludable. Los probióticos utilizados con mayor frecuencia, son los enterococos, lactobacilos y bifidobacterias. Ellos forman parte de nuestra flora intestinal beneficiosa.

Por su parte, un prebiótico es un compuesto natural indigerible, constituido mayormente por moléculas de gran tamaño que forman parte de la fibra alimentaria. En su gran mayoría, están representados por hidratos de carbono (oligosacáridos y polisacáridos). Su beneficio directo es el estímulo de las poblaciones de microorganismos benéficos del tracto intestinal.

Incluso, la ciencia hoy en día ha visualizado no solo el tracto intestinal, sino que además ha evaluado la piel. Considerando, que no es tan sencillo, en la actualidad encontrar alternativas a los antibióticos para el tratamiento de la piel. Se ha logrado visualizar que, de forma similar a la microflora intestinal, la microbiota de la piel desempeña un papel beneficioso. Por ello, la posibilidad de modular su desarrollo de manera más selectiva es altamente interesante.

Fuentes de probióticos: yogurt, chucrut, kombucha y kimchi.

Fuentes de prebióticos: ajo, cebolla, ajo porro, alcachofas, plátanos, batata, avena y cebada.

Pensando en mis queridos lectores, he creado una alternativa completamente natural con cepas probióticas bacterianas clínicamente validadas. Las mismas fueron diseñadas para apoyar la salud gastrointestinal y la función saludable del sistema inmunológico: 10 BILLION VEGAN PROBIOTICS

3. Ácidos Grasos Esenciales (Vitamina F)

De estos espectaculares componentes, hemos hablado en infinidad de ocasiones.  Ellos son mayormente, ácidos grasos poliinsaturados derivados de los ácidos linolénico, linoleico y oleico. Una característica fundamental, es que ellos, no pueden producirse en el cuerpo humano. Por ello, deben ingerirse en los alimentos. Estos ácidos grasos se denominan también como vitamina F. Las dos familias principales, de estos ácidos esenciales son ω-3 y ω-6.

Están presentes en diversos alimentos. Dentro de ellos destacan, diversas semillas como: calabaza, girasol, sésamo y chía. Además, es frecuente en vegetales verdes como brócoli y verdolaga. También, se encuentra en la linaza y los aceites de cáñamo, soja, canola y coco. Se encuentra en nueces y  el aguacate.  La vitamina F, aparte de su importante rol en la construcción celular, ayudan en los procesos de la función cerebral. Además de ayudar en el fortalecimiento de la piel, síntesis de lípidos y en la protección de la radiación solar.

4. Vitaminas


Vitamina C


Llamada técnicamente ácido ascórbico, es una vitamina que interviene en múltiples procesos. Dentro de ellos destacan: síntesis de hormonas, neurotransmisores, carnitina y la conversión del colesterol en ácidos biliares. También, se sabe que favorece el aumento en la fijación de hierro y juega un papel fundamental en la síntesis de colágeno. Se ha establecido que es vital, para el correcto funcionamiento del sistema inmunológico. Esto, debido a su importante rol metabólico. A saber, su participación en la actividad de fagocitos, linfocitos, anticuerpos y neutrófilos.

También su importante rol en la producción de interferón (sustancia asociada al sistema inmunitario) La vitamina C, no se sintetiza en nuestro organismo, por ello debe ser ingerida en los alimentos. Las fuentes naturales más ricas son: frutas cítricas, grosella negra, kiwi, pimientos amarillos dulces, ciruela kakadú, guayaba, tomillo, col rizada, perejil, brócoli y coles de Bruselas.

Vitamina E


Denominada técnicamente como tocoferoles, es un complejo constituido por ocho compuestos. Se ha observado, que participa en la estabilización de la membrana celular, básicamente impidiendo la oxidación de los ácidos grasos poliinsaturados. Como ejemplo, se menciona el ácido araquidónico, el cual forma parte de los fosfolípidos de la membrana celular.

Es un antioxidante no enzimático, al igual que la vitamina C. En ensayos clínicos, se ha encontrado que esta vitamina actúa sinérgicamente con la vitamina C. Por ello, se han venido recomendando como tratamiento para aumentar el efecto fotoprotector sobre la piel. Alimentos con alto contenido de vitamina E: espinacas, brócoli, espárragos, semillas de calabaza, germen de trigo, aguacate, avellanas, almendras, nueces, aceite de girasol, semillas de girasol y aceite de oliva virgen extra.

Vitamina A


Engloba los denominados carotenoides, tales como, β-caroteno, astaxantina, retinol y licopeno. Poseen potentes propiedades fotoprotectoras. De acuerdo a estudios clínicos, se ha encontrado una importante cantidad de licopeno y β-caroteno en la piel. Esto sugiere su alto efecto fotoprotector de la misma. Ellos pueden modular las propiedades de nuestra piel, cuando forman parte de nuestra dieta.

De hecho, existen estudios que demuestran que el β-caroteno es un fotoprotector endógeno, siendo muy eficaz en la prevención de eritema por efecto de la radiación solar. Se ha establecido, que el β-caroteno y el licopeno son los carotenoides predominantes en la sangre y tejidos humanos. y se sabe que modulan las propiedades de la piel cuando se ingieren como suplementos o como productos dietéticos. Puedes encontrarlo en zanahoria, calabaza, batata, espinaca, acelga, brócoli, mango y papaya.

Vitamina D


Se sabe, que en los seres humanos esta vitamina, posee dos funciones principales, una de ellas es actuar como una prohormona. Se sintetiza bajo la forma de vitamina D3, cuando nos exponemos al sol. Cantidades menores de vitamina D2 y D3, son incorporadas al organismo mediante la ingesta de alimentos.

Posee un rol destacado en el metabolismo del calcio, la respuesta inmune, la protección de la piel a los rayos ultra violeta y la regulación del crecimiento. Si no puedes o te causa molestias el sol, puedes conseguir esta vitamina en fuentes alimenticias. Algunas de ellas son: pescados grasos, yema de huevo, setas shitake, setas botón, leche de soja, yogurt, tofu y cereales enriquecidos.

5. Polifenoles

polifenoles


Por medio de diversas investigaciones se han logrado identificar miles de moléculas con estructura de polifenol. Por lo general, estas moléculas realizan una labor muy importante a nivel de las plantas que las contienen. Dentro de esos aportes, se menciona la protección contra la radiación solar, específicamente la ultravioleta. Además, se sabe de su participación activa en la lucha y defensa de la planta frente a los patógenos que causan daños y enfermedades.

Estos compuestos, han sido muy estudiados por los científicos que, en años recientes, adelantan investigaciones sobre el envejecimiento. Esto ha ocurrido, debido a las propiedades antioxidantes de los polifenoles y la gran cantidad de ellos, que día a día forman parte de las dietas. Los investigadores, han encontrado que ellos han mostrado un excelente desempeño en la prevención de enfermedades muy importantes. Algunas de ellas, están asociadas al estrés oxidativo.

A saber, el cáncer, enfermedades cardiovasculares y enfermedades neurodegenerativas. Se estima, que la ingesta diaria de este fitoquímico está en el orden de un gramo por día, debido a su enorme distribución en diversas plantas.

Resveratrol


Maní, uva, arándano, grosella, mora

Vino tinto

Curcumina


Cúrcuma de java (Curcuma xanthorriza) y Cúrcuma tradicional (Curcuma longa)
También puedes acceder a todos sus beneficios utilizando una formula natural creada por mí:  CURCUMIN 95 REAL ABSORPTION

Flavonoides


Antocianinas: bayas y plantas de color oscuro o púrpura

Dihydrochalcones: manzanas, peras y cerezas

Dihidroflavonoles: cebolla, achicoria, ajo, lechuga, coles, espinaca, hinojo, espárrago, rúcula, manzana, uva, cereza, damasco, mora, ciruela y té negro

Flavanoles: cacao, chocolate negro, té verde, té negro

Flavanonas: limas, limones, mandarinas, pomelos, naranjas

Flavonas: perejil, apio España, cebolla, alcachofa y albahaca

Flavonoles: pimiento, manzana, vid, espinaca, fresa, nabo verde, arándanos y tomates

Isoflavonas: productos elaborados en base a soya

Lignanos


Semillas de:
Lino

Sésamo

Calabaza

Ácidos fenólicos


Ácido:
Hidroxibenzoico (cebollas, rábanos, uvas, frambuesas, moras y tomates)

Hidroxicinámico (café, cerezas, naranja, uvas, arándanos y papas blancas)

Hidroxifenilacético (cacao, champiñones, aceitunas)

Hidroxifenilpropanoico (aceitunas y aceite de oliva)

Hidroxifenilpentanoico (aceitunas)

Concluyendo

A sabiendas, que la piel es un órgano visible, la preocupación acerca de la belleza y la apariencia, nunca desaparecen. Es por ello, muy importante, no quedarse solo con la información, hay que ponerla en práctica, como lo hizo mi amiga de Puerto Rico.

Lissette realmente quedó, entusiasmada y satisfecha de la información que le hice llegar y publiqué en el post. Ella comprendió que los radicales libres, nunca toman un descanso y valora la importancia de incorporar en la dieta, alimentos ricos en antioxidantes.  Es de calcular lo peligroso que pueden ser estos 10.000 ataques diarios sobre nuestro ADN.

Por supuesto, que cuando no tenemos suficientes antioxidantes para repeler estos ataques, sufrimos las consecuencias. La mayoría de ellas, se observan en la piel y el efecto es lamentablemente el envejecimiento prematuro.

Mi amiga, de verdad muy contenta, me felicitó por mostrarle, un tema tan profundo, de una forma tan esquemática. Me comenta entre risas, que ahora si comprende algo acerca de los famosos productos elaborados por las plantas. Incluso, le fascinó el hecho de que algunos de esos componentes, las plantas los fabrican para defenderse.

Que nobleza se encierra en el reino vegetal. Los productos que sintetizan con el apoyo del sol, el agua y los minerales del suelo, finalmente llegan a formar parte de nuestros cuerpos. Bien como tejidos o como parte de nuestra flora benéfica. Debemos ser agradecidos, con el creador de tantas maravillas.

“Una actitud saludable es contagiosa, pero no esperes agarrarla de los demás. Sé un portador”

Tom Stoppard

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