Tener un cerebro joven y vital nos permite disfrutar de una mejor memoria y sentir que estamos más lúcidos. Sin embargo, con el paso de los años y la edad, el cerebro también ve sus facultades mermadas. Por eso, hoy descubriremos algunos consejos para mantenerlo joven el mayor tiempo posible.
A medida que nos hacemos mayores son más cosas las que se nos olvidan y tenemos mayores dificultades para memorizar. Sin embargo, podemos retrasar todo esto si ponemos en práctica determinados hábitos.
El ejercicio, clave para la neuroplasticidad
La neuroplasticidad hace referencia a la capacidad que tiene el cerebro para cambiar y adaptarse al entorno. Esto se consigue gracias a las neuronas que pueden regenerarse y crear nuevas conexiones.
¿Por qué el ejercicio físico puede ayudar a la neuroplasticidad? Cuando realizamos ejercicio físico nuestro flujo cerebral aumenta, así como el volumen de la sangre en el cerebro y el número de vasos sanguíneos.
Esto provoca un incremento de oxígeno y glucosa en el cerebro, es decir, un mayor aporte de nutrientes que ayudarán a los procesos de crecimiento celular. Todo esto permitirá una mejora de los procesos cognitivos, que son:
- Atención
- Percepción
- Memoria
El mindfulness es un imprescindible
El mindfulness debería ser un imprescindible para mantener nuestro cerebro joven y vital. Esta práctica tiene muchos beneficios, entre ellos nos ayuda a reducir el estrés. Porque, aunque en dosis bajas este puede ser bueno, lo habitual es que su frecuencia nos cause más mal que bien.
El problema de sufrir estrés es que su impacto en nuestro cerebro es muy grave. Cuando estamos estresados los niveles de cortisolaumentan provocando pérdidas de memoria. Si el estrés se vuelve crónico, las neuronas pueden verse lesionadas para siempre.
Cuando nuestro cerebro recibe dosis altas de cortisol, las conexiones entre las neuronas se ven afectadas. Si esto no se resuelve a tiempo, pueden morir, finalmente. Esto tendrá una repercusión importante en nuestra memoria.
Mantén la mente despierta
Para disfrutar de un cerebro joven y vital es indispensable que, además de poner en práctica todo lo anterior, mantengamos nuestra mente despierta. Esto se consigue trabajándola con ejercicios y poniendo en práctica diversos hábitos:
- Memoriza los números de teléfono: Aunque hoy día esto no sea un imprescindible, es un buen ejercicio para forzar al cerebro a que trabaje la memoria. Puedes probar, también, a memorizar otros elementos como la lista de la compra o los nombres de las calles del lugar en el que vives.
- Aprende algo nuevo: Un curso, un nuevo idioma, una palabra… Son varias las opciones que tienes a tu alcance para aprender cada día algo nuevo. Escoge la que más te convenga y apetezca.
- Lee libros: La lectura favorece la imaginación y tiene grandes beneficios para el cerebro. Además, cuando adquieras el hábito te darás cuenta de que cada vez lees más rápido. Es una actividad muy placentera.
- Escribe un diario: Escribir a mano en una libreta o diario que nos guste también ayuda a que la mente se mantenga despierta. No hace falta que escribas demasiado, lo importante es que seas constante.
Cuidar la alimentación es necesario
Por último, si deseamos un cerebro joven y vital debemos prestar atención a cómo nos alimentamos. El cerebro utiliza como principal energía para funcionar la glucosa. Por tanto, es indispensable consumir los suficientes carbohidratos, vitaminas, proteínas…
La falta de un nutriente esencial puede afectar al sistema nervioso y una mala alimentación carente de algunas vitaminas o minerales puede causar apatía, falta de atención, nerviosismo o cansancio. Por ello, debemos alimentarnos de manera adecuada.
Además de todo lo mencionado, debemos recordar que para tener un cerebro joven y vital es necesario que no lo llenemos de preocupaciones, de angustias y de pesimismo. Una mente repleta de pensamientos negativos puede llevarnos a estados de estrés y ansiedad.
Buscar el bienestar, la paz y realizar actividades que puedan ayudarnos a mantenernos activos y sanos es importante para que nuestro cerebro también lo esté. Aunque no podamos frenar el paso de los años, sí está en nuestras manos adoptar determinadas medidas para envejecer de forma saludable.
No esperemos a tener una determinada edad para poner estos consejos en práctica, porque puede que para entonces no surtan efecto. Empecemos a adquirir buenos hábitos desde ahora mismo.
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