La vitamina D es necesaria para evitar posibles enfermedades como la osteoporosis, el raquitismo o la osteomalacia. Sin embargo, durante el aislamiento por el coronavirus, no obtendremos la suficiente Vitamina D de forma natural ya que estaremos menos expuestos a la luz solar.
La fuente principal para obtener vitamina D de forma natural es a través de la luz solar. Sin embargo, la cuarentena que estamos obligados a guardar hasta que finalice el estado de alarma para tratar de frenar la pandemia de coronavirus restringe, en la medida de lo posible y salvo en casos de necesidad, nuestras salidas de casa y con ello, el tiempo que nos exponemos al sol.
La vitamina D es la encargada de fijar el calcio a los huesos y conseguir los niveles necesarios para evitar posibles enfermedades como la osteoporosis, el raquitismo o la osteomalacia, asociados a la falta de este.
La luz solar es necesaria para el mantenimiento de la salud ósea y de la salud cerebral. Su deficiencia se asocia con una menor densidad ósea y aparición de trastornos tales como la esquizofrenia y la depresión.
Además, en los últimos años, las investigaciones han asociado la falta de vitamina D con el riesgo de sufrir cáncer de próstata, mama y colon, con enfermedades cardiovasculares y con problemas del sistema inmunitario.
Aunque muy pocos alimentos son fuente natural de vitamina D, hay algunos que nos pueden ayudar a reforzar su nivel en nuestro organismo, principalmente durante el confinamiento por el coronavirus:
- Pescado azul: salmón, atún, sardinas o caballa.
- Marisco: ostras, gambas y langostinos.
- Setas
- Aguacate
-Huevos: la vitamina D se concentra especialmente en la yema y es mejor consumirlos enteros.
- Alimentos enriquecidos con vitamina D: algunas leches, zumos de naranja, panes y cereales.
El consejo de los expertos para aportar a nuestro cuerpo la vitamina D que necesita durante el aislamiento por el coronavirus es que quienes dispongan de un balcón, terraza o jardín se expongan al sol durante las horas centrales (de 12:00 a 16:00 horas) unos 15 minutos al día, tres veces por semana, para evitar lesiones en la piel en forma de quemaduras, fotoenvejecimiento y hasta cáncer de piel.
Es importante remarcar que el sol que nos llega a través de una ventana cerrada no sirve, ya que el cristal filtra ese tipo de radiación.
Las personas que se encuentran enfermas en la cama y no pueden exponerse directamente a esos rayos solares pueden conseguir unos niveles correctos de vitamina D a través de suplementos prescritos por el médico.
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