¿Alguna vez te has preguntado qué influencia puede tener la ingesta de gluten en el aspecto de la piel? Si bien hay suficiente evidencia de que esta proteína puede generar problemas intestinales, no siempre se sabe que también puede tener un impacto negativo dermatológico.
Cabe aclarar que el gluten no está presente como tal en los granos (trigo, avena, centeno, cebada: TACC), sino que se forma cuando estos entran en contacto con el agua. Así pues, es posible que existan otros alimentos que, por naturaleza no lo contengan, pero que por una manipulación inadecuada se contaminen con el mismo.
En relación a este tema, no es que el gluten genere problemas en todas las personas, sino que hay quienes son sensibles al mismo porque son celíacos, es decir, no son capaces de digerir la proteína. En ellos es común que se manifiesten síntomas en la piel tras la ingesta de alimentos con TACC. Ahora bien, ¿cuál es el impacto que tiene la ingesta de gluten en la piel de las personas con estas condiciones?
Condiciones en la piel relacionadas con el gluten
Las afecciones de la piel que se asocian con la ingesta de gluten son varias. En concreto, abarcan desde erupciones con picazón hasta la pérdida de cabello. Sin embargo, en la mayoría de los casos puede que se den por naturaleza autoinmune o por un componente genético.
Respecto a este tema, varias investigaciones apuntan a que algunas de las condiciones que tienen correlación con la ingesta de gluten en personas con celiaquía o intolerancia son las que se detallan a continuación.
1. Urticaria
La urticaria es una afección que se manifiesta por ronchas rojizas que producen picazón en la piel. Así pues, tras la ingesta de gluten se produce una reacción alérgica debido a que el cuerpo libera sustancias químicas (como la histamina), responsables de que la piel se inflame.
De hecho, hay personas que son celíacas y que solo manifiestan síntomas en la piel, pero que desconocen que dicha patología puede generar este problema.
2. Dermatitis herpetiforme
Puede que la ingesta de gluten produzca una condición que se denomina dermatitis herpetiforme. La misma también recibe el nombre de enfermedad de Duhring-Brocq y se trata de una afectación de naturaleza inflamatoria y autoinmunitaria.
Los signos clínicos que evidencian dicho problema son la presencia de múltiples lesiones cutáneas intensamente pruriginosas que adoptan diversas formas; pueden aparecer en grupos o diseminadas. Así mismo, tienden a ser crónicas y recurrentes.
Puede generar pápulas, vesículas y ampollas con una picazón intensa que deriva en excoriaciones o hiperpigmentación de la piel. Por lo general, aparecen en las zonas de roce, como las rodillas, las nalgas, los codos, el cuero cabelludo, la parte inferior de la espalda y la parte posterior del cuello, respetando una distribución asimétrica.
3. Ictiosis vulgar
La ictiosis vulgar es una afección genética de la piel de herencia autosómica dominante. El síntoma principal es la descamación de la piel, por lo que se utilizan cremas o ungüentos tópicos para su tratamiento.
En un estudio publicados en la revista Integrative Medicine: A Clinician’s Journal en el año 2015 se expuso que una paciente con esta condición presentó sensibilidad a ciertos alimentos, entre ellos al gluten. Asimismo, se menciona que hubieron mejoras en el aspecto de la piel tras la eliminación de los productos identificados.
4. Piel seca
Debido a que en las personas con enfermedad celíaca o intolerancia al gluten presentan daño intestinal tras la ingesta de esta proteína, es evidente que tendrán dificultad para la absorción de nutrientes. Como en estos casos el cuerpo no puede obtener las vitaminas y minerales necesarios para que la piel esté saludable, es común que se produzca resequedad.
5. Psoriasis
La psoriasis, condición representada por la presencia de placas rojas escamosas y gruesas en la piel, comparte un vínculo fuerte con el consumo de gluten. No está claro si la ingesta es causante de la psoriasis o si las personas con esta afección tienen más probabilidad de tener enfermedad celíaca.
Sin embargo, algunos pacientes que la padecen pueden notar que sus síntomas cutáneos mejoran cuando adoptan una dieta libre de gluten, independientemente de que tengan un diagnóstico positivo de enfermedad celíaca.
6. Eccema
Esta condición se identifica con un sarpullido que pica y a su vez causa manchas blanquecinas y escamosas en la piel. Es frecuente en los niños, pero los adultos también pueden experimentarla.
Aunque el tratamiento principal son los corticosteroides tópicos, en algunas personas una dieta sin gluten también puede ayudar. Sería un abordaje complementario.
7. Alopecia areata
La alopecia areata es una afección autoinmune en la que el propio organismo ataca a los folículos pilosos, provocando que el cabello se caiga. La misma se ha relacionado con la enfermedad celíaca, aunque no está claro que esta se produzca como consecuencia de la ingesta de gluten.
Según un artículo científico publicado en el año 2012, las personas con enfermedad celíaca y alopecia areata descubrieron que les volvió a crecer el cabello tras adoptar una dieta libre de gluten. Sin embargo, el crecimiento sucedió de forma aleatoria.
8. Queratosis pilaris
No está del todo claro que la enfermedad celíaca genere queratosis pilar. Esta es una afección de la piel que hace que se formen protuberancias similares a la piel de gallina, sobre todo en la parte posterior y superior de los brazos.
Sin embargo, hay pacientes que manifiestan que el aspecto de la piel mejora luego de adoptar una dieta sin gluten. Por otro lado, es importante mencionar que esta condición es común en quienes tienen eczema.
¿Una dieta libre de gluten puede eliminar estas condiciones?
En todos los casos mencionados, una dieta libre de gluten podría mejorar estas condiciones. Un caso particular es el del acné y lo analizamos ahora.
No hay una asociación directa entre la presencia de acné y la ingesta de gluten. Sin embargo, las personas que no están diagnosticadas con intolerancia o celiaquía que notan mejoras en el rostro luego de dejar los alimentos con TACC puede que en realidad sea por otro motivo.
En estos casos, es probable que quienes observan que su acné disminuye sea como resultado de la eliminación de alimentos que, además de contener gluten, tienen también un porcentaje elevado de azúcar y grasa. Todos aquellos productos que se componen de estos nutrientes tienen potencial inflamatorio.
¿Cómo cuidar de la piel con una alimentación saludable?
Según informan los profesionales de la nutrición, lo óptimo es proveer al cuerpo de los nutrientes adecuados. De hecho, las vitaminas del complejo B, A, D, E, C, K y minerales como el zinc, el magnesio y el selenio son indispensables para una piel saludable.
Así pues, para asegurar el consumo de los mismos hay que incorporar los siguientes alimentos:
- Frutas y verduras.
- Legumbres.
- Cereales integrales.
- Frutos secos.
- Semillas y sus aceites.
- Aceite de oliva.
- Carnes, huevos y lácteos descremados.
Dejar el gluten puede mejorar la piel
Efectivamente, dejar el gluten puede mejorar el aspecto de piel, pero en personas que tengan sensibilidad a esta proteína o que están diagnosticadas con enfermedad celíaca. Cabe recordar que en estos casos el consumo desencadena una reacción inflamatoria que se manifiesta a nivel intestinal y en la epidermis.
Asimismo, excluir alimentos con gluten puede traer beneficios, ya que con ingredientes como el trigo se elaboran productos de panadería que aportan altos niveles de azúcares y grasas añadidas, lo que no es aconsejable para la salud.
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