Según los datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte en todo el mundo. Hay una serie de factores de riesgo que predisponen a sufrir estos problemas como la hipercolesterolemia, la hipertensión arterial, la diabetes, el ácido úrico, etc.
¿Qué es el Síndrome Metabólico?
El Síndrome Metabólico es un conjunto de trastornos (enfermedad cardíaca, accidente cardiovascular y diabetes tipo II) que se presentan en el mismo momento.
La evidencia clínica de este síndrome origina resistencia a la insulina, obesidad abdominal, hipertensión arterial leve, elevación ligera de los triglicéridos (150-250 mg/dl), disminución del colesterol HDL, ligera elevación del colesterol LDL (130-159 mg/dl) y, en algunos casos, hiperglucemia leve (110-126 mg/ dl).
El reconocimiento de este síndrome es fundamental para la prevención primaria de la enfermedad cardiovascular que constituye la causa de muerte en dos tercios de los pacientes diabéticos.
Un 20% sería el resultado del riesgo de mortalidad de los pacientes diabéticos que han sufrido un infarto de miocardio. No resulta sorprendente que la expectativa de vida de un paciente al que se le diagnostica de diabetes tipo 2 se vea reducida a un 30%.
Debido a todos estos resultados, la American Heart Association ha declarado la diabetes como uno de los principales factores de riesgo cardiovascular.
Es importante realizar una serie de controles preventivos en este tipo de pacientes para la detección inicial de la enfermedad cardiovascular.
Muchas veces, en este tipo de pacientes aparece un mal pronóstico; la cardiopatía isquémica es la mayor prevalencia de disfunción ventricular y de insuficiencia cardíaca, lo que se ha denominado la miocardiopatía diabética.
Más de un 13% de los pacientes diabéticos de más de sesenta y cinco años han sufrido un accidente cardiovascular, que da lugar a triplicar el caso de mortalidad por accidente cerebrovascular en personas diabéticas.
Causas del Síndrome Metabólico
El origen de estas enfermedades es multifactorial, teniendo en ello una relevante importancia los factores de riesgo cardiovasculares no modificables:
- Edad
- Sexo
Así como los factores cardiovasculares modificables:
- Tabaquismo
- Hipertensión arterial (HTA)
- Hipercolesterolemia
- Hipertrigliceridemia
- Diabetes mellitus.
Recomendaciones nutricionales
La dieta mediterránea es considerada una de las más beneficiosas en el ámbito cardiovascular, y se utiliza como una herramienta clave para el tratamiento del síndrome metabólico.
A continuación, indicamos algunos patrones dietéticos que debemos tener en cuenta:
- Limitar el consumo de grasas saturadas: La grasa es uno de los factores más estudiado en relación con las enfermedades cardiovasculares. La grasa saturada es uno de los principales determinantes en el incremento del colesterol LDL. Está en carnes rojas y sus derivados, leche entera y derivados, pero también en alimentos de origen vegetal como el aceite de coco y el aceite de palma. Aparecen en altas concentraciones en productos de pastelería, bollería industrial y alimentos precocinados.
- Disminuir el consumo de ácidos grasos trans: Los ácidos grasos trans aparecen a partir del proceso de hidrogenación, utilizado en la industria para endurecer los aceites insaturados. Aparecen en margarinas y bollería industrial. El efecto que tiene este tipo de grasas es disminuir el colesterol HDL y aumentar el colesterol LDL.
- Aumentar la ingesta de grasas insaturadas: Dentro de este apartado están los ácidos grasos omega 9, omega 3 y omega 6.
Los ácidos grasos omega 9 disminuyen el colesterol LDL y aumentan el colesterol HDL; estos están, por ejemplo, en el aceite de oliva y en los frutos secos.
Los ácidos grasos omega 6 los encontramos en aceites vegetales como el girasol, el maíz, la soja y los frutos secos; descienden el colesterol LDL y a su vez el HDL, pero aún así son beneficiosos sustituyendo grasas saturadas.
Los ácidos grasos omega 3 los encontramos en el pescado azul, el marisco y los frutos secos; son muy beneficiosos debido a su actuación disminuyendo los triglicéridos y aumentando la concentración de HDL.
- Controlar la ingesta de colesterol dietético: El contenido de la dieta en colesterol debe ser inferior a 300 mg/dl. Los alimentos que contienen un porcentaje más alto de colesterol son los sesos, el hígado y las vísceras. Los alimentos de origen vegetal no contienen colesterol de manera natural.
- Elevar el consumo de fibra: La fibra soluble, que aparece en frutas y verduras, disminuye el colesterol LDL, sin modificar el colesterol HDL ni los triglicéridos. Los efectos de la fibra se suman a los de una dieta pobre en grasas saturadas y colesterol, y da como resultado final una disminución notable del riesgo cardiovascular.
- Dieta rica en antioxidantes: La oxidación del colesterol HDL contribuye en el desarrollo de la enfermedad cardiovascular. Una dieta rica en antioxidantes naturales como betacarotenos, vitamina C y vitamina E evitan su oxidación, teniendo un papel protector.
- Evitar el consumo de alcohol: Por un lado, el alcohol supone un aporte extra de energía si se superan los requerimientos nutricionales, lo que puede dar lugar a obesidad. La ingesta de alcohol eleva la trigliceridemia.
A toda esta serie de recomendaciones añadiremos el control de consumo de azúcares simples para reducir un aumento de peso, así como moderar el consumo de sal, para evitar la hipertensión, que es un factor de riesgo en la enfermedad cardiovascular.
Otra propuesta que podría resultar beneficiosa sería la sustitución de las proteínas animales por las de origen vegetal, útiles para reducir el colesterol.
Suplementos para tratar el Síndrome Metabólico
Entre las pautas para el abordaje del Síndrome Metabólico se encuentra la ingesta de suplementos nutricionales, compuestos por vitaminas, aminoácidos esenciales y ácidos grasos.
- Ácidos Grasos Esenciales: Los ácidos grasos Omega 3 y Omega 6, también conocidos como ácidos grasos esenciales, no pueden ser sintetizados por el ser humano, de modo que deben obtenerse mediante la dieta.
El consumo de ácidos grasos poliinsaturados de cadena larga se asocia con la disminución del colesterol total y el incremento del colesterol HDL (bueno).
- Vitamina D: Los niveles bajos de Vitamina D se han asociado con el incremento de las cifras de tensión arterial, triglicéridos y colesterol LDL, lo que sugiere que suplementarse con esta vitamina es importante.
- Vitaminas E y C: Se ha asociado con una reducción del riesgo cardiovascular al disminuir el estrés oxidativo (peroxidación lipídica).
- Picolinato de Cromo: Las deficiencias de Cromo pueden conllevar resistencia a la insulina, desencadenando así la aparición de enfermedades del tipo hiperinsulinemias, hiperglucemias, problemas cardiacos y el Síndrome Metabólico.
Mediante la suplementación con Cromo, se han obtenido buenos resultados quedando demostrando que:
- Mejora los niveles de azúcar en sangre en personas diabéticas.
- Reduce los índices de enfermedad cardíaca, al disminuir los triglicéridos y el colesterol LDL y aumentar el HDL.
- Ayuda a perder peso y a aumentar la masa muscular.
- Berberina: La Berberina produce acciones fisiológicas y terapéuticas muy interesantes desde el punto de vista médico. Más de 2500 estudios han investigado a la Berberina por sus interesantes propiedades antidiarreicas y antiparasitarias, así como sus beneficios frente a la diabetes Mellitus tipo 2, la hipertensión y la hipercolesterolemia.
- Levadura Roja de Arroz con Q10: La Levadura Roja de Arroz contiene el principio activo Monacolina K, una estatina que se usa para tratar las dislipemias, inhibiendo una enzima que hay en el hígado (la HMG-CoA reductasa), responsable de la producción de colesterol. Es importante tomarlo por la noche (junto con la cena) porque la síntesis del colesterol tiene lugar en el hígado y durante la noche.
- Ácido Alfa Lipoico (ALA): Las propiedades antioxidantes del ALA están vinculadas a varios beneficios que incluyen niveles más bajos de azúcar en sangre, reducción de la inflamación y retraso en el envejecimiento de la piel.
La acción antioxidante del ALA puede ayudar a reducir el estrés oxidativo, una de las principales causas de enfermedades del corazón. Una revisión de varios ensayos controlados aleatorios también encontró que el ALA puede reducir los niveles de colesterol LDL, otro factor de riesgo de enfermedad cardiovascular.
- Concentrado de cereza para regular el ácido úrico: Los beneficios únicos de las cerezas ácidas (que no deben confundirse con las cerezas dulces) salieron a la luz por primera vez en la década de 1990, cuando se publicaron numerosos estudios sobre el contenido en antioxidantes de esta fruta.
Investigaciones posteriores han identificado los antioxidantes activos como ocho compuestos polifenólicos, incluidas las antocianidinas y la quercetina. También contienen vitamina A, hierro, calcio, magnesio, potasio y azufre.
Las antocianinas, pueden reducir la inflamación y los síntomas de la artritis y la gota.
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