Existen muchas formas en las cuales una persona puede influir en la vida de alguien más, inclusive a través de un antimodelo, podemos tomar acciones que nos dirijan en dirección opuesta a lo que tenga que ver con un determinado comportamiento.
Sin duda las mejores influencias son aquellas que nos invitan a transformarnos desde el corazón, que hacen que nosotros mismos sintamos la necesidad de ver hacia dentro y darnos cuenta de todo lo positivo que somos capaces de dar, que nos hace reconocer nuestro valor y todo aquello para lo cual tenemos potencial.
Quien nos invita a ser mejores, no de manera directa, sino que nos crea una especie de escalera por donde subir y nos hace visualizarnos en lo más alto, sin duda, merece un lugar en nuestras vidas. Evidentemente que cada persona que se acerca y llega a ser de alguna manera acompañante en este trayecto tiene su mérito y más importante aún, tiene un propósito.
Sanamos a través de nuestras relaciones, crecemos a través de ellas, nos conocemos y aprendemos a mirarnos en ojos que no nos pertenecen… Pero eso no significa que una relación en particular sea un nexo sano para nosotros, podría ser solo necesario, mientras aprendemos lo que tengamos que aprender.
Podríamos decir entonces que cada persona tiene la capacidad de hacernos mejores, ciertamente somos nosotros los que decidimos qué hacer con todo lo que nos ocurre, nosotros decidimos si nos abrimos o cerramos al amor, decidimos si confiamos o no en las personas, si disfrutamos o padecemos, si queremos o necesitamos… pero también es cierto que hay personas que no nos dejan muchas opciones, que hacen nuestra vida más bonita, nos hacen sentir con la capacidad para comernos al mundo e inclusive, nos hacen sentir en ese estado tan demandado llamado felicidad… luego, ¿dónde más puede estar alguien que haga eso en nuestras vidas, que no sea muy, muy cerquita?
Aprovechemos las oportunidades que nos da la vida de compartir con seres de luz para nosotros, que no importa cuál sea el efecto en otros, en nosotros es favorable, por lo general tienen diferentes roles: protectores, defensores, motivadores, inspiradores… y si nos mueven tanto por dentro, tendrán muchas probabilidades de ser amados por nosotros y tener a alguien a quien amar, parece sencillo, suena como levanto el dedo y a quien le toque… pero la verdad es que no es tan fácil. Amar siempre vale la pena, pero sentir que amamos a la mejor persona que podemos, no tiene comparación.
Por: Sara Espejo – Mujer.Gurú
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