07 noviembre 2019

El próposito de tu existencia


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No estás aquí para ser feliz a los demás a costa de tu autenticidad.

No estas aquí para llenar las expectativas de alguien más.

No estás aquí para complacer a los demás viviendo una vida según la percepción del que dirán.

No estás aquí para ser copia de alguien más.

Estas aquí para vivirte desde el Amor Infinito e Incondicional que habita dentro de ti.

Estas aquí para recordar que eres Luz y expandirla por donde tus pasos recorren la senda de tu evolución personal.

Estas aquí para aprender los dones de paciencia, tolerancia, compasión, fe, perdón, gratitud, bendición, y contemplar la vida desde el amor.

Veniste aquí para manifestar el propósito de vida que elegiste, y continuar la expansión de tu consciencia en esta dimensión.

Eres Luz en expansión,
Eres amor infinito.
Eres imagen de Dios.

Cuando comprendas que nunca has estado separado de la Fuente que es Dios, es entonces cuando sentirás el Poder de Dios dentro de ti. Sabrás que él esta en ti, porque eres parte él.

Tu Alma es una pequeña partícula de Dios en ti, y si Dios esta en ti, nada que no sea amor puede ser verdad en tu vida.

Sólo puedes manifestar lo contrario como el miedo, cuando renuncias a la creencia de que Dios vive en ti y que por ende todo lo que conlleva el miedo le das el poder de hacerse realidad en tu vida.

Eres tú y no Dios, quien permite que tengas una vida de acuerdo a tus pensamientos. Si son pensamientos positivos, de armonía y amor así serán. Si tienes pensamientos negativos, llenos de miedo y odio, así se manifestarán.

Dios nos regala el libre albedrío y su poder para ser Hacedores de sueños, de anhelos y metas. Dios nos da su Gracia y con ella nos da su infinito amor.

Nos toca a nosotros tomar la responsabilidad del poder que nos ha sido obsequiado, la responsabilidad de nuestros pensamientos y con ellos nuestras emociones que nos llevan a vibrar en la sintonia correcta o no, de acuerdo a lo que decidimos decretar en nuestra vida.

No eres un barco a la deriva, eres el capitán de tu barco y son tus pensamientos quienes toman el control del timón para llevarte a ese puerto donde deseas llegar.

Cuando silencias el ruido de afuera, comenzarás a percibir los susurros de Dios en forma de intuición. Es tu corazón quién te mostrará el camino, déjate llevar por la guía del Espíritu Santo, siéntelo en tu corazón.

Habrás despertado, cuando recuerdes que el ÚNICO propósito de estar aquí es para desarrollar tu capacidad de AMAR incondicionalmente.

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