Las personas felices tienen una serie de hábitos que marcan la diferencia. Son más agradecidas, cultivan el optimismo, son amables con los demás, hacen ejercicio, se comprometen con objetivos significativos, saborean los pequeños placeres de la vida y así sucesivamente.
Sin embargo, lo que nunca hacen es…
1) Compararse con los demás.
Olvídate de lo que otros están haciendo. Deja de fijarte a dónde van y qué es lo que tienen. Intenta hacer las cosas lo mejor que puedas. A veces, nuestra inseguridad es producto de la comparación de nuestra vida con la de los demás. Nos fijamos en los demás en vez de fijarnos en nosotros mismos. No te compares con los demás y céntrate en lo que haces.
Descubre lo que tu corazón quiere y alinea tus objetivos con tus deseos.Dedícales un tiempo todos los días y disfruta del camino. No dejes que la ignorancia o la negatividad de nadie te limite. Sigue haciendo lo que tu crees que es correcto. De esta manera tu vida será significativa y tendrás una sensación de sosiego y paz que nadie podrá interrumpir.
2) Su autoestima depende de los demás.
Te sentirás contenta/o contigo misma/o cuando no te compares con los demás ni trates de impresionarles. Cunado logres esto tendrás automáticamente el respeto de los demás y lo que es más importante, estarás orgullosa/o de ti misma/o.
¿Qué harías diferente si supieras que nadie te juzga por tu comportamiento?
Nadie tiene el derecho de juzgarte. Las personas pueden haber escuchado historias acerca de ti pero ellas no saben lo que tu has vivido ni lo que has sentido. Olvídate de lo que piensan o dicen de ti. Concéntrate en lo que sientes tu misma/o y sigue caminando por el sendero que consideras correcto.
3) Pensar que la felicidad depende de los demás o de acontecimientos externos.
La infelicidad surge cuando deseamos cosas que no necesitamos en vez de valorar lo que ya tenemos. Tampoco necesitamos el permiso de nadie para ser felices. Tu vida es magnífica no porque alguien diga que así lo sea o porque has adquirido algo nuevo. No dejes que tu felicidad sea rehén de nada ni de nadie.
Si no eres feliz ahora no culpes a nadie ni a nada. Asume tu propia responsabilidad en tu infelicidad. Deja de buscar en vano algo o alguien que te haga feliz.Aprecia lo que tienes en este momento y estarás en la senda adecuada.
La mayor parte de tu felicidad o infelicidad depende de tu punto de vista y no del entorno que te rodea. Aunque tu vida no sea la más ideal en este momento piensa en las cosas buenas que te rodean. Piensa en algo que te haga sonreír y accede a ese pensamiento cuando lo necesites.
4) Estar resentida/o.
Empieza ahora mismo a dejar los fantasmas de tu pasado. Lo que sucedió en el pasado es solo un capítulo más en tu historia. No cierres el libro, simplemente pasa de página.
Todos hemos cometido errores en nuestra vida. El dolor por estas experiencias es normal y a veces persiste durante mucho tiempo. El resentimiento nos invita a revivir el dolor una y otra vez. Hay que dejarlo marchar.
El perdón es el remedio. Te permite centrarte en el presente sin luchar con el pasado. Las heridas no se pueden curar sin el perdón. Esto no quiere decir que tengas que borrar u olvidar lo que pasó. Lo que trato de explicarte es que tienes que deshacerte del resentimiento y del dolor. Sigue adelante con tu vida.
5) Pasan el tiempo en ambientes negativos.
No puedes tomar decisiones positivas si el ambiente que te rodea es complicado y desagradable. Protege tu mente de esta contaminación ambiental deshaciéndote de las personas negativas y alejándote de los ambientes que habitan.
Incluso cuando estés sola/o, crea un espacio mental positivo para ti. Un espacio que renuncie a todos los pensamientos que te hacen sentir mal.
J. Cardenas
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