Resultan fundamentales para que muchos otros nutrientes puedan cumplir sus funciones. ¡Asegúrate de que no faltan en tu dieta!
Y además… si sufres estrés
El estrés aumenta las necesidades de nutrientes: para hacerle frente conviene consumir alimentos concentrados en nutrientes. Deberán aportar proteína, ácidos grasos omega-3, vitaminas C y del grupo B y minerales extras. También hay que evitar los azúcares, el alcohol y la cafeína.
- Potencia la ingesta de vitaminas del grupo B: con vegetales de hoja verde oscura, cereales integrales, germen de trigo, legumbres y frutos secos.
- Vitamina A: los vegetales ofrecen vitamina A en forma de betacaroteno, como en las zanahorias, los grelos, las espinacas, el boniato y la calabaza.
- Plantas adaptógenas: regulan y mejoran la inmunidad y la respuesta al estrés. Plantas como el ginseng, la maca, la Rhodiola rosea y el reishi favorecen la reducción de la ansiedad y la fatiga que normalmente acompañan las situaciones de estrés sostenido. Muchos de estas plantas adaptógenas se pueden añadir a los platos como ingredientes o especias, lo que refuerza su calidad nutricional.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario