Las plantas de interior no solo se convierten en elementos esenciales de decoración y diseño, además tienen numerosas propiedades de las que podremos beneficiarnos si sabemos cómo y cuáles seleccionar. En general, las plantas conseguirán mejorar nuestro estado de ánimo y humidificar el ambiente para que nuestras mucosas, garganta y piel permanezcan hidratadas.
Además de ser remedios naturales estupendos contra la contaminación absorbiendo gases nocivos y sustancias químicas altamente perjudiciales.
En este caso quiero hablaros de un ranking elaborado por la NASA sobre las plantas de interior con mayor capacidad purificadora. En este estudio se incluyen variedades tan preciosas como el espatifilo, la palmera de bambú, la lengua de suegra, el árbol del caucho o el potus.
De estas, una de las más efectivas es, sin duda, el potus, pothos, potos o Epipremnum aureum. Nativa del sudeste asiático, podemos encontrar esta planta trepando, a través de sus raíces aéreas, por las ramas de los árboles hasta alcanzar una altura máxima de 20 metros, aproximadamente. Sus hojas son perennes y tienen una forma preciosa acorazonada. También produce flores, aunque no es el rasgo más valorado.
Adquiere popularidad sobre todo como planta de interior, no solo por sus propiedades, sino por la belleza de las variedades variegadas de hojas verdes con manchitas amarillas, blancas o verdes más claro. Además de todas estas cualidades, no puedo dejar de lado su gran resistencia (otra de las características que hacen de ella un must para el hogar), así como la escasez de atenciones que requiere para su óptimo cuidado.
Ahora sí, me centro en su poder purificador, pues el potos que todos conocemos actúa sobre la contaminación ambiental en interiores de manera tremendamente efectiva. Más exactamente elimina el formaldehído (uno de los principales causantes de cáncer), el xileno (componente muy nocivo que puede llegar a causar dolor de cabeza, náuseas, incluso problemas en el sistema nervioso u órganos hematopoyéticos) y el benceno (en grandes dosis puede llegar a provocar la muerte; en menor proporción podría causar somnolencia, mareos o taquicardias).
Pasemos a revisar sus cuidados básicos:
1. Luz indirecta que, pudiendo ser intensa, jamás será directa o las hojas se quemarán.
2. Temperaturas alrededor de los 17 o 30 ºC.
3. Regar cuando, al tacto superficial, la tierra esté seca.
4. Añadir fertilizante líquido al riego en primavera.
5. Trasplantar cada 2 años.
Blog de Alicia
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