1. Pastillas de jabón
El jabón en barra de uso corporal suele quedar cubierto con microorganismos propios de la piel, que pueden dar origen a infecciones o enfermedades.
No sabemos si la otra persona pueda tener hongos, una infección viral o trastornos similares.
2. Toallas
Estas prendas suelen permanecer húmedas tras utilizarse y esto les permite tener un ambiente propicio para el crecimiento de gérmenes y levaduras.
No sólo se debe evitar su préstamo sino que, además, se han de lavar y desinfectar mínimo cada dos semanas.
3. Desodorante
Los desodorantes o antitranspirantes en roll-on no deben compartirseporque hacen contacto directo con las axilas y van acumulando bacterias.
Los que vienen en spray o que no implican contacto con la piel pueden prestarse sin temor alguno.
4. Cepillo de dientes
Algunas parejas tienen la costumbre de compartir su cepillo de dientes. El problema es que estos acumulan millones de microorganismos bucales entre sus pequeñas cerdas.
Es imprescindible tener uno para uso persona y, adicionalmente, darles una desinfección regular con vinagre o agua oxigenada.
5. Pinzas para depilar
Esta herramienta que se utiliza para darle forma a las cejas puede ocasionar el contagio de alguna enfermedad al arrancar el vello de la piel.
No obstante, si se desinfectan antes y después de cada uso no tiene por qué existir ese riesgo.
6. Bálsamos labiales
En los bálsamos labiales van quedando pequeñas partículas de piel muerta, impurezas y bacterias que pueden transmitirse con facilidad.
Compartirlo con otras personas incrementa el riesgo de desarrollar herpes labial.
7. Máquinas de afeitar
Las máquinas de afeitar cumplen la función de remover el vello y las células muertas que se acumulan en ciertas zonas del cuerpo.
La razón por la que no se deben prestar es porque acumulan bacterias y hongos que pueden transmitir infecciones cutáneas.
Además, en caso de corte puede ocasionar una enfermedad de transmisión sanguínea.
8. Los auriculares
En estos dispositivos suelen crecer varios microorganismos que se acumulan en el cerumen del oído.
El estafilococo y los estreptococos son bacterias que, por lo general, habitan en estos elementos y, al prestarlos, puede originar infecciones e inflamación.
9. Los zapatos
El calzado, en especial el que tiene poca ventilación, es una fuente común de levaduras y bacterias que provocan infecciones en los pies y las uñas.
El que varias personas utilicen los mismos zapatos aumenta de forma considerable el riesgo de estas enfermedades.
10. Piedra pómez
La piedra pómez es un artículo de higiene personal que impide el crecimiento de las bacterias que se alimentan de la piel muerta.
Su uso suele ayudar a ablandar la piel para eliminar las callosidades. Sin embargo, si la comparten varias personas incrementan las probabilidades de padecer verrugas y hongos en los pies.
11. Cortauñas
A pesar de que a simple vista no se nota, los dedos y uñas ocultan una gran cantidad de bacterias, hongos y virus que pueden originar infecciones.
Al compartir esta herramienta de manicura y pedicura se pueden desarrollar enfermedades fúngicas y VPH (verrugas).
12. Esponja de baño
Este artículo tan relajante y útil para la piel suele está húmedo la mayor parte del tiempo, lo que indica que tiene un ambiente adecuado para la proliferación de hongos y bacterias.
Para no correr el riesgo de infección, lo mejor es utilizar una propia.
13. Pendientes
Los pendientes o aretes pueden contagiar enfermedades sanguíneas o infecciones. Por fortuna, si se desinfectan bien antes de su uso no acarrean riesgo alguno.
14. Trajes de baño
Tal y como ocurre con la ropa interior, los trajes de baño se deben considerar una prenda íntima y de uso individual.
Las bacterias y los microorganismos en la piel, al igual que los flujos que segregamos, son portadores de bacterias que pueden originar infecciones.
15. Maquillaje, brochas y delineadores
Todos los productos cosméticos, así como sus herramientas de aplicación, no deben compartirse nunca porque hacen contacto con la piel.
El permitir que otros los usen aumenta el riesgo de sufrir acné, hongos y reacciones alérgicas.
Daniela Castro
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