Empezar el día con energía no tiene porque ser un sinónimo incondicional de una taza de café. Aunque es cierto que este representa un hábito matinal para muchas personas que agradecen este chute de cafeína a primera hora de la mañana, existen otras opciones estimulantes que también nos ayudarán a arrancar bien el día.
Como explicábamos en el artículo “Propiedades y beneficios del café y cómo conservarlos”, y al contrario de lo que dicen muchos mitos alimentarios, el café es una excelente fuente de polifenoles con efecto antioxidante y antiinflamatorio que puede ser muy interesante en medicina preventiva, además de ser un gran aliado de los deportistas puesto que nos ayuda a mejorar el rendimiento. Pero siempre que su efecto no nos hiperestimule o su consumo no acarree otras contraindicaciones.
El mejor café es el café solo de calidad, sin azúcar y recién molido
Por ejemplo, si tenemos problemas de insomnio o pasamos por un periodo de alta ansiedad o estrés, reducir o eliminar el café de nuestra dieta nos ayudará a relajar el organismo y a recuperar un buen ritmo circadiano. Si ese es tu caso y quieres tomar uno, resérvalo para la mañana (evita cualquier estimulante a partir de las 15.00 h) y tómalo preferiblemente solo, sin azúcar y acabado de moler.
El embarazo, por otro lado, es otro claro ejemplo en el que debemos limitar la ingesta de café a un máximo de 200 mg de cafeína al día. Y, al igual que éste, existen otras circunstancias, como los procesos détox, en los que decidimos prescindir del café, especialmente si no lo toleramos bien y nos genera efectos secundarios indeseados.
Eso sí, si lo que te mantiene enganchado al café es su efecto laxante o bien su poder estimulante, no olvides que ninguna de las dos son razones justificadas para mantenerlo y que pueden estar enmascarando otros problemas de salud: si no logras ir al baño sin tomar un café significa que tienes un problema de estreñimiento que debes solucionar, y si no te despiertas sin café significa que no descansas lo suficiente y/o que tienes otras carencias nutricionales que deberías revisar.
Sea como sea, hay vida más allá del café y existen otras bebidas calientes con las que empezar la mañana con energía. Estas son nuestras favoritas:
Achicoria
La raíz tostada de achicoria tiene un sabor muy parecido al café, pero no contiene cafeína y no sobreexcita el sistema nervioso, lo que la convierte en una alternativa muy interesante para personas hipertensas. De hecho, desde hace unos años, se considera su mejor sustituto healthy ya que cuenta con otras importantes ventajas: es muy digestiva y actúa cuidando nuestra microbiota, es rica en vitaminas y minerales y ayuda a mantener unos correctos niveles de glucosa en sangre, entre otros (tradicionalmente se utilizaba en Asia y en África como remedio natural para limpiar el hígado).
La encontrarás ya preparada en polvo y podrás mezclarla con agua y con leche o con tu bebida vegetal favorita, reproduciendo el ritual clásico del café matutino.
Café de cereales
Un clásico de la generación de nuestros abuelos que vuelve a ser tendencia en alimentación. El café de cereales, o preparado para bebida de cereales, es otra gran opción sin cafeína que pueden tomar tanto adultos como niños pequeños, ya que no excita el sistema nervioso y no altera la mucosa gástrica.
Entre sus ingredientes, solemos encontrar centeno, malta, cebada y achicoria y lo encontraremos en formato soluble: mezclando una cucharada de producto con agua caliente, leche o licuado vegetal, obtendremos otra bebida caliente perfecta para acompañar el desayuno o la merienda.
Té matcha
El matcha es, desde hace unos años, el rey indiscutible de los tés verdes: cuenta con fantásticas propiedades antioxidantes (hasta 10 veces más que el té verde en hoja) y, además de ser una excelente bebida, permite preparar muchísimas y deliciosas recetas, tanto dulces como saladas, con este sabor tan peculiar.
Contiene teína, pero, a la vez, facilita la concentración y atención y nos aporta serenidad, por lo que es ideal para practicar la meditación, para trabajar o para estudiar.
Lo encontrarás en polvo. Para prepararlo, mezcla media cucharadita de té matcha (tiene un sabor muy intenso y tendrás suficiente con muy poca cantidad) con agua caliente o fría, leche o bebida vegetal, zumo de frutas, etc. Bátelo (mejor con una batidora eléctrica para eliminar grumos) y disfruta.
Cacao puro
No hace falta ser menor de edad para degustar una buena taza de cacao con leche o con bebida vegetal. Eso sí, de cacao puro y sin azúcares añadidos, un auténtico superalimento con alto poder antioxidante que nos aporta interesantes sustancias activas y minerales y que también nos ayudará a activarnos (evítalo antes de irte a la cama).
Recuerda que, al no llevar azúcar añadido, puede que te parezca demasiado amargo, así que puedes endulzar la bebida con un poco de estevia, azúcar de coco, sirope de agave o miel cruda.
Algarroba
Seguramente la conocerás por ser considerada una alternativa al chocolate y al cacao, ya que tiene un aroma bastante parecido, pero es mucho menos amarga y por eso no necesitarás endulzarla. La algarroba es el fruto del algarrobo o garrofero, un tradicional árbol mediterráneo cuyo fruto se utilizaba en el pasado como alimento del ganado.
Hoy, en cambio, sabemos que cuenta con interesantes propiedades nutricionales para formar parte de nuestra dieta y buenos usos en la cocina: con algarroba en polvo puedes preparar otra deliciosa bebida soluble sin cafeína, pero también utilizarla como harina sin gluten para preparar galletas, bizcochos o postres caseros y saludables.
Infusiones y tés
Esta es la clásica alternativa al café, aunque menos instantánea, ya que todos ellos necesitan un tiempo de infusión en agua casi hirviendo, y, si tienes prisa, puede que no tengas tiempo de esperar. Pero si lo tienes, o no te importa tomar una bebida tan caliente, existen mil y una posibilidades de tés que te estimularán, así como infusiones sin teína.
De más a menos cantidad de teína, encontramos el té negro, el verde, el rojo y el blanco, con poder estimulante. O bien preparaciones con mezclas como el famoso chai latte.
En cuanto a las infusiones, pueden ser buenas opciones las de menta, ginseng, rhodiola, gingko biloba, regaliz o las más tradicionales como rooibos o manzanilla, entre muchas otras. El mate también entraría dentro la categoría de infusiones, aunque contiene cafeína.
Marta Costa
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