Estas sabrosas recetas de hummus están hechas a base de ingredientes que son buenos para tu salud y que además aportan toneladas de sabor
¿Sabías que la palabra hummus procede del árabe y que, literalmente, significa “garbanzo”? Nos nos sorprende, y es que la base de la gran mayoría de recetas es, precisamente, esta legumbre. Lo que sí sorprende es cómo esta receta originaria de Oriente Medio –es de lo más típico en el Líbano, Turquía, Palestina o Egipto– ha llegado a ser un elemento habitual de nuestra alimentación.
Su éxito se debe a su especial sabor pero también a los beneficios nutricionales que brinda. Por ejemplo, tiene muy poco aporte graso y el que tiene, es sano: Omega 3, que ayuda a mantener nuestras células en buen estado; tiene un alto contenido en proteínas; mantiene los niveles de azúcar a raya; contiene muchos minerales (hierro, fósforo, potasio, calcio, magnesio) que convierten el hummus en un aliado contra el estrés, los nervios y la irritabilidad; según estudios, el hummus se compone de un aminoácido conocido como triptofen, que produce serotonita y con la que convierte este alimento en un antidepresivo natural; asimismo, entre muchos otros beneficios, el hummus nos puede ayudar a reducir el colesterol y a depurar el organismo de toxinas.
Otra ventaja: el hummus tiene una elaboración muy sencilla. Para preprarlo basta con mezclar los garbanzos hechos un puré espeso con la pasta de sésamo o tahini. A partir de ahí se aliña con un poco de ajo, zumo de limón o especias, aunque la variedad de recetas es tan grande como cocineros hay en el mundo, cada uno dando su toque más identitario y personal. Un ejemplo de variación es el hummus de remolacha o el hummus que, en lugar de garbanzos, aprovecha el gusto de berenjenas cocidas; a esta combinación se le llama Baba Ganoush.
Su éxito se debe a su especial sabor pero también a los beneficios nutricionales que brinda. Por ejemplo, tiene muy poco aporte graso y el que tiene, es sano: Omega 3, que ayuda a mantener nuestras células en buen estado; tiene un alto contenido en proteínas; mantiene los niveles de azúcar a raya; contiene muchos minerales (hierro, fósforo, potasio, calcio, magnesio) que convierten el hummus en un aliado contra el estrés, los nervios y la irritabilidad; según estudios, el hummus se compone de un aminoácido conocido como triptofen, que produce serotonita y con la que convierte este alimento en un antidepresivo natural; asimismo, entre muchos otros beneficios, el hummus nos puede ayudar a reducir el colesterol y a depurar el organismo de toxinas.
Otra ventaja: el hummus tiene una elaboración muy sencilla. Para preprarlo basta con mezclar los garbanzos hechos un puré espeso con la pasta de sésamo o tahini. A partir de ahí se aliña con un poco de ajo, zumo de limón o especias, aunque la variedad de recetas es tan grande como cocineros hay en el mundo, cada uno dando su toque más identitario y personal. Un ejemplo de variación es el hummus de remolacha o el hummus que, en lugar de garbanzos, aprovecha el gusto de berenjenas cocidas; a esta combinación se le llama Baba Ganoush.
A la hora de degustarlo, una de las formas más habituales de acompañarlo es con pan de pita aunque una alternativa es sustituirlo –o complementarlo– con láminas de verduras crudas como zanahoria, apio o calabacín.
A continuación te demostramos como, variando algunos ingredientes, puedes crear múltiples combinaciones para no aburrirte nunca de este fantástico alimento.