Es un hecho incuestionable: tus pensamientos dominantes determinan lo que hay en tu vida. ¡Eres un imán viviente!.
Ahora como nunca, la ciencia y la espiritualidad trabajan de la mano para explicar el funcionamiento del universo. En el siglo pasado renombrados físicos, hicieron una serie de descubrimientos: todo lo que existe, absolutamente todo, por muy sólido que parezca, en realidad está formado únicamente de energía. Por otro lado, los estudiosos de la física cuántica han demostrado que el vacío no existe. Tal vacío está lleno de fotones, de luz, energía. Que no lo veas no significa que no esté ahí. Hay una energía sutil de la que estas formada e interconectada. En el mundo todo es energía interconectada.
Hay algo aún más significativo. Ya lo hemos dicho antes y lo repetimos: tus pensamientos y emociones forman tu realidad. A finales del siglo pasado, se comprobó lo impensable: las emociones humanas tienen el poder de alterar incluso el ADN. Se extrajeron muestras de ADN en tubos de ensayo y se instruyeron a individuos a sentir emociones de una forma muy intensa. Los individuos transmitieron emociones intensas a las muestras de ADN. ¿Resultados? dichas muestras se enrollaban y desenrollaban según el tipo de emociones que el individuo estuviera sintiendo en ese momento. Totalmente revelador y convincente.
Como todo lo que existe, estás hecha únicamente de energía. Tus emociones determinan que esta energía vibre con una mayor o menor velocidad: emociones dolorosas crean vibraciones lentas y emociones alegres crean vibraciones veloces. Tu energía es afectada por tus emociones. Tu vibración determina tu realidad.
Tu energía cambia por completo tu experiencia
Si tu energía vibra a baja frecuencia atraes más situaciones de la misma frecuencia que te harán sentir de igual manera: “MAL”. Si tu energía vibra rápidamente atraes situaciones alegres, y beneficiosas para ti que te harán experimentar alegría.
Con tus emociones te conectas o “enchufas” a alguna de las infinitas corrientes energéticas que coexisten y circulan incesantemente a tu alrededor. Dichas corrientes van desde el nivel más luminoso, ligero y brillante hasta el más oscuro, denso y pesado. La pregunta es: ¿a cuáles te vas a “enchufar”? Es una decisión. Tu decisión.
Cuatro formas de subir tu vibración energética
¡Actúa! Si sientes una emoción desagradable, no te quedes en ella dejándote llevar por la inercia de tu ego. Recuérdalo: tus emociones determinan tu vida, la dibujan, la crean.
1. Hónrate a ti misma: se fiel a tus sentimientos y emociones; di lo que sientes y actúa acorde a lo que piensas. Al ser honesta, te respetas y amas por sobre todas las cosas, sube automáticamente tu nivel energético.
2. Cuida tu entorno de energía tóxica: una toxina es cualquier elemento nocivo para la salud, puede ser: comida, persona, estrés y hasta un pensamiento. Para evitar la energíatóxica, deja de hablar de situaciones negativas, evita leer libros o textos que te desmotiven, y procura no escuchar malas noticias.
3. Aliméntate adecuadamente: toda la comida posee una energía: positiva o negativa. Los alimentos que más energía tienen son las frutas y los vegetales. De hecho, está demostrado que la comida orgánica y la cruda vibran con una frecuencia mucho más alta que la procesada. Entonces, alimentarte lo más natural posible sube tu vibración. La energía de lo que consumes puede verse afectada por la persona que manipuló el alimento o por las situaciones que atravesó la comida antes de llegar a tu mesa.
4. Aprende a meditar y rezar: dedicar tiempo a meditar o rezar te conecta contigo misma y con tu esencia. Cada vez que te relacionas con un ser de luz en el que crees profundamente, aumentas tu energía.
¿Cómo funciona tu magnetismo?
Te vuelves más magnética cuando haces mucho menos y te relajas mucho más. Esa idea es bastante magnética, ¿no lo crees?.
Si quieres cultivar tu magnetismo, hay algunos sencillos consejos para tener en cuenta:
1. Mantente cerca de la naturaleza: eliminas el profundo estrés de tu cuerpo, restableces tu reloj biológico y te ayuda a ser más tierra y centrada. Si no tienes cerca espacios naturales, trae a tu hogar plantas y piedras.
2. Abraza tu verdadera naturaleza: si eres feliz, eres mucho más magnética que aquellas personas que se fuerzan a sí mismas a través de la vida. Si realizas -cada día- mucho más de lo que amas, te conectas con más fuerza a la vida.
3. Descansa mucho más: duerme más y obtén mejor calidad del sueño; te sentirás más precisa, creativa, deportiva, feliz y saludable. Algo tan sencillo como dormir en completa oscuridad (piensa en: cortinas gruesas, no hay televisión encendida mientras duermes o electrónicos constantemente tirando ondas) puede ayudarte a dormir plácidamente. En este artículo puedes encontrar tips para un sueño conciliador.
4. Relájate: soy defensora del espacio de relajación y eso incluye siestas, baños, tiempo para leer o espacio para meditar.
5. Escucha: existe esa persona que escucha y apenas habla; te pone atención principalmente. Esta persona te cae bien, te interesa. Sabes poco de ella y es difícil ignorarla porque su energía es diferente a la de todos los habladores. No sugiero que dejes de hablar, pero si eres una buena oyente úsalo para aprender y hacer conexiones mucho más profundas, escuchar historias y hacer que los demás se sientan reconocidos.
Para impulsar el potencial de tu magnetismo, deshazte de cosas que te agobian. Después de todo: ¿cómo podrás atraer nueva energía y más personas a tu vida si no tienes espacio libre para recibir? Esto toma un poco de trabajo, pero los resultados son inmejorables.
Al borrar algunos desórdenes de tu casa y de tu vida, el magnetismo surgirá casi al instante. Cuando te deshaces de material innecesario, descargas las emociones atascadas inherentes a todas esas cosas, te sorprenderán las cosas maravillosas que te
esperan