06 octubre 2021

10 consejos que aumentarán tus defensa

 



Llevar una alimentación equilibrada así como realizar al menos treinta minutos de ejercicios simples cada día pueden mejorar de forma considerable nuestra salud y hacer que enfermemos menos o de forma más ocasional. Suena bien, ¿verdad?

Si no sabes por dónde empezar y necesitas un poco de ayuda, siguiendo los diez sencillos consejos que te apuntamos a continuación podrás conseguirlo. ¡Mejorar tu calidad de vida y la de los tuyos está en tu mano!



Selecciona las grasas adecuadas: muchísima gente se la pasa diciendo que las grasas son malas, pero lo cierto es que no todas lo son. Más bien, algunas grasas nos ayudan a tener una mayor energía en nuestro cuerpo. Solo tenemos que primar las insaturadas y poliinsaturadas por encima de las saturadas o grasas trans, que sí debemos evitar.

Ingiere proteínas y limita los carbohidratos: una dieta equilibrada es básico para que los nutrientes adecuados lleguen a la médula ósea, lugar donde se producen los glóbulos blancos y las proteínas, que ayudan a generar estos importantes defensores de nuestro sistema inmunológico. Por su parte, los carbohidratos aunque también son esenciales ya que aportan energía, en exceso pueden reducir los linfocitos y provocar respuestas inmunes más bajas.

- Incorpora alimentos de estimulación inmunológica: hay alimentos que gracias a sus propiedades pueden ayudarnos a conseguir nuestro propósito como el ajo, las almendras, la col, los arándanos, las frambuesas, el yogur o el té. Introducir, además, otros alimentos antioxidantes también mejorará nuestras defensas.

¡Atento a tus niveles de vitaminas!: las vitaminas A, C, D y E son vitales para el sistema inmunológico. Realízate controles regularmente para asegurarte de mantenerlas en niveles óptimos. Consume zinc y cobre, además, su ausencia puede provocar una bajada importante en nuestras defensas.

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Practica ejercicio con regularidad: los ejercicios hacen que tu salud cardiovascular sea mucho mejor y además de eso, ayudan a reducir en tu organismo las posibilidades de tener enfermedades crónicas. Además, el ejercicio aumentará el flujo sanguíneo e incremetará la excreción del cuerpo de metabolitos dañinos, lo que ayuda al correcto funcionamiento de nuestro sistema inmunológico. 


Mens sana in corpore sano: ¡el ejercicio también mejora nuestro estado anímico! Practicar yogapilates o cualquier otro deporte con el que disfrutemos, nos ayudará a generar endorfinas, un potenciador natural de las defensas.

Deja de fumar o limita el consumo de tabaco: no nos engañemos, fumar daña prácticamente todos los órganos del cuerpo y daña tu sistema inmunológico. El deporte puede ayudarte a liberar la ansiedad que genera el abandonar este mal hábito. Pide ayuda a tu médico.

Bebe agua: aporta energía a los músculos, mejora la función intestinal y equilibra los niveles de líquido de nuestro cuerpo. ¡Debes beber unos ocho vasos de agua al día!

Duerme entre 6 y 8 horas al día: el descanso mejora nuestro estado de ánimo y por tanto, los niveles de energía, además de evitar accidentes cerebrovasculares.

Controla el estrés: aunque no lo creas, el estrés tiene repercusiones físicas. De hecho, si es crónico puede afectar negativamente a tu sistema inmunitario y además tensar los recursos del organismo, lo que puede disminuir la función de tu sistema inmunológico.

Salud facilisimo.com

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