La falta de atención y de concentración es cada vez más usual en los tiempos que corren, somos bombardeados por estímulos, no sólo en la calle o los centros comerciales, sino también a través de la internet, la TV, etc. Por ello se ha puesto muy de moda el Mindfulness que viene a resolver el problema de la atención, con resultados garantizados, según los especialistas.
Según estudios, la mente humana está el 47% del tiempo distraída y no centrada en lo que debiera estar, por ello, además de ser una herramienta muy integrada en las empresas y para mejorar la performance corporativa, el Mindfulness también trabaja para el bienestar emocional del individuo.
Cómo nace el Mindfulness
Todo comenzó cuando Kabat-Zinn, un científico biomédico con un doctorado en biología molecular, asistió a una palestra en MIT (Instituto de Tecnología de Massachusetts) dada por el ex reportero de guerra y convertido al budismo zen Philip Kapleau, sobre la atención plena.
Kabat-Zinn quedó cautivado con el tema y se convirtió en un entusiasta investigador académico del tema. Fundó la Clínica de reducción del estrés en la Facultad de medicina de la Universidad de Massachusetts.
El académico e investigador adaptó las enseñanzas budistas sobre la atención plena y desarrolló su metodología de intervención terapéutica Mindfulness-Based Stress Reduction (MBSR): la reducción del estrés basada en la atención plena.
Más que relacionarse con la religión, Kabat-Zinn y otros académicos buscaron comprender la técnica de Mindfulness y no ver estas herramientas como una meditación común de las prácticas religiosas, sino más bien para prevenir y reducir el estrés.
Qué es el Mindfulness
Bueno, ya te habrás hecho una idea de lo que es el Mindfulness, también llamado atención plena o conciencia plena. En términos generales es un estado mental de control sobre la capacidad de concentrarse en las experiencias y sensaciones que se viven en el momento presente.
Este concepto de atención plena se hizo popular en las grandes empresas que implementaron cursos a sus empleados para aliviar el estrés y mejorar sus capacidades mentales, y en consecuencia, la productividad en el trabajo.
Para lograr este estado utiliza principalmente técnicas de meditación (meditación de atención plena), donde el individuo debe concentrarse, por un período de tiempo, en determinada cosa o asunto, como por ejemplo un objeto o en las propias reacciones del cuerpo: respiración o latidos del corazón.
En este ejercicio de meditación, la concentración debe ser completa, abierta y sin ningún tipo de juicio sobre el objeto o la sensación observados. La idea es simplemente «vivir en el momento presente» de esa situación o cosa y observarlo sin que la mente divague en otros temas.
Beneficios de Mindfulness
La incorporación del Mindfulness a la vida diaria no es tan compleja como se cree y aporta varios beneficios para la salud tanto física como mental, algunos de los beneficios son los siguientes:
- Ayuda a reducir el estrés y controlar la ansiedad;
- Ayuda a desarrollar la inteligencia emocional y la empatía;
- Profundiza el autoconocimiento;
- Aumenta la capacidad de atención y de concentración;
- Mejora las posturas físicas y consecuentemente alivia dolores por las malas posturas;
- Ayuda a problemas de sueño, insomnio o terrores nocturnos;
- Aumenta la capacidad de memoria;
- Reduce el envejecimiento cerebral;
- Disminuye los pensamientos negativos y aumenta los positivos;
- Mejora las relaciones interpersonales;
- Favorece la creatividad, entre otras.
Cómo incorporar el Mindfulness en tu cotidiano
Cómo hemos dicho, incorporar la atención plena a tu día a día no es tan difícil como se piensa, sólo debes seguir las siguientes indicaciones.
Pon atención a tu respiración
Es de vital importancia saber cómo respiras. El contacto con tu respiración es el primer paso para saber cuándo se altera, si respiras entrecortado, profundo, etc. Debes poner atención a tu respiración varias veces al día y encontrar la forma de respirar calma y sin estrés.
Presta atención a tu forma de comer
Otro importante indicador de nuestra agitación es el cómo comemos. Comer con calma, prestar atención a los sabores, texturas y aromas de los alimentos, así como masticar bien, es una forma de concentrar la atención a un aspecto muy importante del cotidiano, además de traer beneficios para la salud.
Ejercita tu manera de escuchar
Antes de emitir una opinión, piensa y reflexiona sobre lo que has oído, tómate tu tiempo y no respondas luego lo primero que se te viene a la cabeza. El discutir o refutar una idea, incluso antes que la otra persona termine de hablar, es una práctica que no aporta nada a tu concentración ni a tu autoconocimiento.
Atiende a cómo te mueves
Las posturas corporales, caminar o correr son indicadores de cómo nos relacionamos con el mundo. Nuestro mundo interno se expresa y va hacia el mundo a través de los movimientos. Es importante atender a cómo nos movemos, ya que involucra muchas partes del cuerpo y denota una actitud frente a la vida.
Atiende a tus pensamientos
Sobre todo en los quehaceres rutinarios, cotidianos nuestros pensamientos suelen volar y muchas veces se repite una especie de pensamientos recurrentes. Hacer las actividades cotidianas y observar estos pensamientos es de vital importancia para concentrarse en lo que se está haciendo y no divagar en otros asuntos.
Haz pausas y obsérvate
Con la rapidez de los tiempos de hoy, es difícil hacer una pausa y auto observarse. Es muy importante para incorporar el Mindfulness, hacer pausas breves y observarse, saber cómo andas, cómo te estás sintiendo, cómo está tu estado de espíritu, cómo está vibrado todo a tu alrededor, así podrás mejorar las respuestas y evitar los errores.
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