El té es una bebida milenaria cuyo recorrido histórico es tan amplio como las culturas que lo han incorporado a sus rituales y vida cotidiana. Para los chinos, los japoneses y los indios esta hierba es un ingrediente fundamental en cualquier cocina; estas poblaciones conocen y aprovechan los beneficios del té desde hace muchos años.
El té es una hierba específica, llamada precisamente árbol de té. La infusión de sus hojas aromáticas es la bebida que todos conocemos. Sin embargo, no para todo el mundo está clara la diferencia entre el té y un agua aromática. Las infusiones pueden ser de cualquier hierba, como la camomila o la hierbabuena, pero el té sólo puede producirse a partir de hojas de este árbol en especial. La diferencia entre el té y otras hierbas es que éste contiene propiedades antioxidantes y energizantes mientras que las demás plantas no.
Los 5 tipos de té provienen de la misma planta, pero se diferencian por la forma en que el hombre cosecha y trata las hojas para conseguir sabores y efectos específicos. Algunas veces, la hierba se seca y se madura, en otras ocasiones se recoge cuando aún está muy tierna e incluso es posible que se deshidrate mediante procesos que la modifican químicamente. Cultivar, cosechar y preparar té es todo un arte, apenas incipiente en la cultura occidental.
Estos son los 5 tipos de té que se obtienen en procesos de cultivación y cosecha específicos. De cada uno de ellos se derivan diferentes preparaciones y recetas como el té chai, el té helado, o las mezclas con otras hierbas aromáticas.
Té blanco
El té blanco es la variedad de té que menos se conoce en nuestra cultura. Para obtenerlo es necesario recoger los brotes cuando todavía son muy jóvenes y tiernos, y esto hace que la infusión que produce sea la más sutil y suave. Diversos estudios científicos han demostrado que el té blanco contiene una cantidad mucho mayor de polifenoles que el té verde y, por lo tanto, su poder antioxidante también es mucho más potente. Por esto, es recomendado para prevenir el envejecimiento de los tejidos, mejorar el nivel de colesterol en la sangre y reducir el riesgo de padecer cáncer.
Oolong o té azul
Para obtener el té azul es necesario secar las hojas de la planta y pasarlas por un proceso oxidativo menos fuerte que el realizado con el té negro. Su contenido de sustancias antioxidantes hace que sea muy útil para reducir el riesgo de infarto y otras enfermedades cardiovasculares. Puede disminuir el nivel de colesterol en la sangre y también es recomendado para bajar de peso.
Té negro
El té negro se obtiene cuando las hojas se someten al proceso oxidativo más fuerte y prolongado de todos. Es por esta razón que gana su color oscuro y su sabor fuerte y dominante. Siendo el más popular de todos, es también uno de los que más beneficios aporta: ayuda a reducir el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares, pues estimula el corazón y protege las paredes internas de las arterias. Estimula el sistema nervioso, por su contenido de metilxantinas y esto lo hace ideal como bebida para comenzar el día. La teína que aporta es similar a la cafeína... te aportará vitalidad sin perjudicar tu cuerpo. Además tiene efecto diurético, por lo que ayuda a eliminar la retención de líquidos, y relaja los músculos de los bronquiolos, ayudando a mejorar la respiración.
Té rojo
También conocido como té pu-erh, el té rojo tiene un sabor característico, terroso y fuerte, y es de color rojo oscuro. Esto es debido a que las hojas de té se someten a un proceso de post-fermentación o maduración llevado a cabo en bodegas especiales. Este proceso puede tardar varios años y es el que permite que esta variedad de té adquiera un místico sabor y un poderoso efecto “quema-grasa”. Si deseas disminuir el nivel de grasa en tu sangre y ayudar a tu cuerpo a bajar de peso, te recomendamos que tomes tres tazas de esta delicia al día. También es bueno para alcanzar este objetivo ya que tiene efecto diurético, ayuda a eliminar líquidos y a mejorar la digestión.
Té verde
Este es el más popular de todos los tés en países asiáticos y en los últimos años también ha ganado fama en Occidente. Para conseguirlo, las hojas se oxidan muy poco. Contiene una gran cantidad de catequinas e isoflavonas, que le confieren un alto poder antioxidante que contribuye a evitar el envejecimiento prematuro de todos los tejidos del cuerpo. Adicionalmente, reduce el riesgo de sufrir cáncer de mama, pulmón, estómago, próstata y colon. También evita el endurecimiento de las paredes arteriales (arteroesclerosis), reduce el riesgo de accidentes cardiovasculares, ayuda a perder peso, puede aumentar la termogénesis y disminuir los depósitos de grasa a nivel del hígado, además, ayuda a mantener la buena salud del sistema nervioso.
El té es una bebida extremadamente saludable, aporta una gran cantidad de beneficios al cuerpo humano y no tiene casi ningún efecto negativo en nuestra salud. Es por esto que es considerado por muchos como el elíxir de la juventud y su consumo se promueve por encima del café u otras bebidas que estimulan el sistema nervioso.
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