21 junio 2018

¿Cómo debemos comer en verano?


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La respuesta a la pregunta del título es simple: en verano debemos alimentarnos de la misma manera que lo hacemos durante el resto del año.
Si antes de que empezaras a quitarte ropa de encima por el calor tu alimentación se basaba en el consumo de frutas frescas, verduras, hortalizas, legumbres, cereales integrales, frutos secos y el resto de alimentos los ingerías en menor cantidad, reservando los superfluos para ocasiones excepcionales, sigue igual.
Para alimentarte de forma correcta no hace falta que cada día comas cosas diferentes y que estés continuamente innovando en la cocina a lo masterchef. Actualmente muchos autores, como señala Julio Basulto en su último libro “Mamá como sano”, advierten que la recomendación de “come variado” o “come de todo” para seguir una alimentación sana es un error. Teniendo en cuenta la gran variedad de productos comestibles (bollería industrial, precocinados, preparados lácteos o dulces) que podemos encontrar en las estanterías de cualquier supermercado, aconsejar ‘comer de todo’ los incluiría en la recomendación. El “no hay alimentos malos” también tiene los días contados, porque lamentablemente los hay.

¿Qué es una alimentación saludable?

‘Saludable’ es un adjetivo que de tanto usarlo ha perdido su significado. Hoy en día cualquier ‘cosa’ comestible puede ser etiquetada como ‘saludable’. Existen galletas ‘saludables’, postres lácteos azucarados ‘saludables’ y hasta bollería ‘saludable’. Si crees que una palmera por ser integral es ‘saludable’, te equivocas, sigue siendo un producto procesado, totalmente prescindible y, por supuesto, bollería industria
Para alimentarte de manera adecuada te recomiendo hacer más hincapié en lo que no debes comer, en lugar de qué debes comer, aunque parezca contradictorio. Es decir, si basas tu alimentación en comida de verdad y poco procesada, tendrás más posibilidades de acertar y estar comiendo correctamente. Mientras que si por el contrario, estás pendiente de todo lo que comes de manera obsesiva, contando calorías, eligiendo los “súper alimentos” de tu dieta, etc. será más fácil que te confundas y caigas en las trampas de la industria alimentaria para venderte sus innecesarios productos.
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Calidad vs cantidad

Hace poco un compañero dietista-nutricionista, Pablo Zumaquero @pzjarana, escribía en un tweet que si el no sabía la cantidad y porcentajes de los nutrientes que comía la gente tampoco debería centrarse en eso a la hora de confeccionar su dieta. Así que, te recomiendo que sigas su consejo, te centres en hacer elecciones correctas a la hora de elegir los alimentos y te preocupes menos por las cantidades. Por ejemplo, si vas a prepararte una ensalada, elige los ingredientes según su densidad nutricional más que por las calorías que te aporten. El aguacate tiene una densidad nutricional alta, contiene ácidos grasos beneficiosos, vitaminas liposolubles y fibra, mientras que las salsas de bote para el aliño suelen tener muchas calorías y pocos nutrientes. En definitiva, una ensalada puede ser un plato muy nutritivo o una bomba calórica, dependiendo de la elección de los ingredientes

El verano, buena época para cambios

El verano puede ser una buena época para mejorar tu alimentación. Con el calor apetece comer más ligero y hay una gran variedad de alimentos de temporada que pueden hacer tus platos más vistosos y apetecibles. Además, tenemos más tiempo para ocuparnos de nosotros y mejorar nuestros hábitos de vida.
No voy a darte una lista de alimentos milagrosos, recomendaciones cerradas, el menú ideal para el verano, etc. Simplemente te recomendaré que vayas más al mercado, compres frutas y verduras de temporada: paraguayos, melocotones, nectarinas, ciruelas, sandía, melón, cerezas ¡corre que se acaban!, uvas, tomates, lechugas, coliflor, calabacín, pepino, calabaza, berenjenas, pimientos, ¿sigo?
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Anímate a entrar más en la cocina, buscar recetas nuevas (en la web de Recetags, que agrupa a los mejores blogs de cocina, podrás encontrar miles), planificar y organizar lo que comes. Porque no somos lo que comemos, somos lo que decidimos comer.
Por desgracia, en verano también suelen salir a flote los charlatanes de turno y sus ‘creencias’, así que huye si el mensaje advierte “no mezclar esto con aquello” o demoniza unos alimentos y santifica otros. Recuerda que los alimentos de verdad no salen en la televisión, no son famosos y los encontrarás en tu mercado más cercano. Comprando de esta manera estarás consumiendo alimentos de proximidad y haciendo que tu alimentación sea, no solo mejor nutricionalmente sino más sostenible con el medio ambiente.
Las vacaciones de verano también son para descansar y disfrutar, y aunque a los españoles nos guste celebrar las ocasiones especiales rodeados de toneladas de comida y bebida, siempre podemos hacer unas elecciones mejores y sobretodo, ser más conscientes de lo que comemos para mantener en equilibrio nuestra alimentación sin lanzarnos al abismo del descontrol. Porque te recuerdo que la vida sigue en Septiembre.

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