Por Guru
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¿Es posible encontrar grandes beneficios en una fruta pequeña? ¡Claro que sí!
Las uvas son particularmente ricas en flavonoides, unos antioxidantes muy poderosos y con propiedades protectoras para el sistema cardiovascular.
Uno de los pigmentos que contiene la uva es la quercetina, que tiene la particularidad de regular las tasas de colesterol en la sangre y contribuir a impedir la oxidación del colesterol de tipo LDL (colesterol malo). Este fenómeno provoca el depósito de placas en las arterias que puede conducir a su obstrucción.
La uva es también una buena fuente de potasio, un factor favorable para el sistema cardiovascular por su efecto protector contra la hipertensión.
¿Podría ser la uva la fuente de la juventud?
Sus cualidades benéficas para el sistema cardiovascular también podrían deberse a la presencia del resveratrol, una sustancia en la que también encontramos propiedades anti cancerígenas.
Existen tres grandes categorías de uvas: las uvas negras, uvas blancas y uvas verdes.
La uva blanca contiene un valor energético más importante que la uva negra, 70 calorías por cada 100 g contra 62,1 calorías por cada 100 g. Es al mismo tiempo más rica en azúcar, ya que contiene 16,1 g de azúcar por cada 100 g de uvas contrariamente a la uva negra que sólo tiene 12,2 g.
Ambos jugos de estas uvas aportan cantidades importantes de minerales, especialmente potasio y vitamina B9 (ácido fólico).
Conozcamos algunas otras diferencias.
La uva es la fruta de la energía por excelencia ya que contiene numerosas azúcares fácilmente asimilable es como la glucosa y la fructosa, además de vitamina B, vitamina C, sales minerales y oligoelementos como el calcio, el potasio, hierro y también el magnesio.
Ya que posee todo lo mejor que la naturaleza tiene para ofrecernos, los beneficios de las uvas están más que demostrados. Las uvas blancas y las uvas negras cuentan con otros beneficios: una acción beneficiosa sobre el funcionamiento del sistema nervioso y muscular y es una fruta que tonifica y está indicada para todos aquellos quienes necesitan energía como son los niños que están en pleno crecimiento o los deportistas.
Durante las épocas invernales, los beneficios de la uva blanca y de la uva negra permiten afrontar mejor las enfermedades propias del frío.
La uva es una de las frutas más ricas en glúcidos junto con el higo y la banana.
Sobre la uva negra también podemos agregar que es rica en polifenoles, potentes antioxidantes que poseen virtudes protectoras que actúan a distintos niveles. Éstos antioxidantes protegen el sistema cardiovascular retrasando todo tipo de envejecimiento y limitando la formación del colesterol malo al mismo tiempo que vuelve más resistentes los vasos sanguíneos.
Por otra parte, la hoja de la uva es el ingrediente estrella que sirve para combatir el cansancio y las piernas pesadas. Otro beneficio de la uva es su acción fluidificante, que ayuda a drenar las toxinas y mejora de esta manera la circulación sanguínea reduciendo los problemas de retención de líquidos.
Los polifenoles se encuentran en mayor concentración en las uvas negras en comparación a las otras.
Uvas, frutas de la belleza.
Si las uvas son buenas para la salud, esto se debe mayormente a los polifenoles que contiene. Estos se encuentran principalmente concentrados en las semillas y son los encargados de combatir los radicales libres, la polución y el envejecimiento de la piel.
Los polifenoles son 10 mil veces más activos que la vitamina E y refuerzan el colágeno y la elastina natural de la piel. Consumir de manera regular uvas, beneficia tu piel además del resto del organismo gracias a todas sus propiedades.
Pero también la pulpa de la uva contiene oligoelementos y minerales como el potasio y el calcio, que son la llave para obtener una piel y un cabello saludables.
¿Un tratamiento natural? Aplasta algunas uvas y mézclalas con miel, extiende sobre la piel y deja actuar 20 minutos. Enjuaga y aplica luego una crema hidratante. ¡Tu piel lucirá renovada!
Uvas anticancerígenas.
El consumo de jugo de uvas podría tener un efecto protector contra el cáncer. Un estudio llevado a cabo en ratones demostró una reducción de la multiplicación de las células cancerígenas de la glándula mamaria y una disminución del peso de los tumores en función de la dosis de jugo de uva administrado.
Además, tres estudios in vitro demostraron un efecto protector del jugo de uva roja contra el cáncer de colon y los cáncer de glóbulos blancos (leucemia y linfoma, por ejemplo). Otros estudios están en marcha para determinar en qué medida esto podría ser aplicado en seres humanos.
¿Y qué pasa con el vino tinto?
Bien sabemos que el vino tinto es un derivado de las uvas y en consecuencia cuenta con muchos de los beneficios que obtenemos de esta fruta. Una copa de vino diaria podría protegernos de trastornos cardiovasculares.
Encontramos en esta bebida muchos de los flavonoides que contienen la piel, las semillas y la pulpa de las uvas.
Algunos estudios atribuyen al vino tinto un poder antioxidante superior al jugo de uva natural. En efecto, durante la fabricación del vino la fermentación del mosto permite extraer una gran cantidad de flavonoides que no encontramos simplemente en el prensado de la uva. Para beneficiarnos con las bondades del vino, es necesario consumir el triple de jugo de uva.
¿En qué casos debemos evitar consumir uvas?
- Si eres alérgico a la aspirina, no debes consumir uvas porque contiene una gran cantidad de salicilato, uno de sus compuestos.
- Si tienes los intestinos sensibles, no consumas uvas porque las semillas pueden ser irritantes.
- Si eres diabético, no consumas uvas porque contienen demasiada azúcar.
¡Qué fruta maravillosa es la uva! ¡Y deliciosa!
Las uvas son particularmente ricas en flavonoides, unos antioxidantes muy poderosos y con propiedades protectoras para el sistema cardiovascular.
Uno de los pigmentos que contiene la uva es la quercetina, que tiene la particularidad de regular las tasas de colesterol en la sangre y contribuir a impedir la oxidación del colesterol de tipo LDL (colesterol malo). Este fenómeno provoca el depósito de placas en las arterias que puede conducir a su obstrucción.
La uva es también una buena fuente de potasio, un factor favorable para el sistema cardiovascular por su efecto protector contra la hipertensión.
¿Podría ser la uva la fuente de la juventud?
Sus cualidades benéficas para el sistema cardiovascular también podrían deberse a la presencia del resveratrol, una sustancia en la que también encontramos propiedades anti cancerígenas.
Existen tres grandes categorías de uvas: las uvas negras, uvas blancas y uvas verdes.
La uva blanca contiene un valor energético más importante que la uva negra, 70 calorías por cada 100 g contra 62,1 calorías por cada 100 g. Es al mismo tiempo más rica en azúcar, ya que contiene 16,1 g de azúcar por cada 100 g de uvas contrariamente a la uva negra que sólo tiene 12,2 g.
Ambos jugos de estas uvas aportan cantidades importantes de minerales, especialmente potasio y vitamina B9 (ácido fólico).
Conozcamos algunas otras diferencias.
La uva es la fruta de la energía por excelencia ya que contiene numerosas azúcares fácilmente asimilable es como la glucosa y la fructosa, además de vitamina B, vitamina C, sales minerales y oligoelementos como el calcio, el potasio, hierro y también el magnesio.
Ya que posee todo lo mejor que la naturaleza tiene para ofrecernos, los beneficios de las uvas están más que demostrados. Las uvas blancas y las uvas negras cuentan con otros beneficios: una acción beneficiosa sobre el funcionamiento del sistema nervioso y muscular y es una fruta que tonifica y está indicada para todos aquellos quienes necesitan energía como son los niños que están en pleno crecimiento o los deportistas.
Durante las épocas invernales, los beneficios de la uva blanca y de la uva negra permiten afrontar mejor las enfermedades propias del frío.
La uva es una de las frutas más ricas en glúcidos junto con el higo y la banana.
Sobre la uva negra también podemos agregar que es rica en polifenoles, potentes antioxidantes que poseen virtudes protectoras que actúan a distintos niveles. Éstos antioxidantes protegen el sistema cardiovascular retrasando todo tipo de envejecimiento y limitando la formación del colesterol malo al mismo tiempo que vuelve más resistentes los vasos sanguíneos.
Por otra parte, la hoja de la uva es el ingrediente estrella que sirve para combatir el cansancio y las piernas pesadas. Otro beneficio de la uva es su acción fluidificante, que ayuda a drenar las toxinas y mejora de esta manera la circulación sanguínea reduciendo los problemas de retención de líquidos.
Los polifenoles se encuentran en mayor concentración en las uvas negras en comparación a las otras.
Uvas, frutas de la belleza.
Si las uvas son buenas para la salud, esto se debe mayormente a los polifenoles que contiene. Estos se encuentran principalmente concentrados en las semillas y son los encargados de combatir los radicales libres, la polución y el envejecimiento de la piel.
Los polifenoles son 10 mil veces más activos que la vitamina E y refuerzan el colágeno y la elastina natural de la piel. Consumir de manera regular uvas, beneficia tu piel además del resto del organismo gracias a todas sus propiedades.
Pero también la pulpa de la uva contiene oligoelementos y minerales como el potasio y el calcio, que son la llave para obtener una piel y un cabello saludables.
¿Un tratamiento natural? Aplasta algunas uvas y mézclalas con miel, extiende sobre la piel y deja actuar 20 minutos. Enjuaga y aplica luego una crema hidratante. ¡Tu piel lucirá renovada!
Uvas anticancerígenas.
El consumo de jugo de uvas podría tener un efecto protector contra el cáncer. Un estudio llevado a cabo en ratones demostró una reducción de la multiplicación de las células cancerígenas de la glándula mamaria y una disminución del peso de los tumores en función de la dosis de jugo de uva administrado.
Además, tres estudios in vitro demostraron un efecto protector del jugo de uva roja contra el cáncer de colon y los cáncer de glóbulos blancos (leucemia y linfoma, por ejemplo). Otros estudios están en marcha para determinar en qué medida esto podría ser aplicado en seres humanos.
¿Y qué pasa con el vino tinto?
Bien sabemos que el vino tinto es un derivado de las uvas y en consecuencia cuenta con muchos de los beneficios que obtenemos de esta fruta. Una copa de vino diaria podría protegernos de trastornos cardiovasculares.
Encontramos en esta bebida muchos de los flavonoides que contienen la piel, las semillas y la pulpa de las uvas.
Algunos estudios atribuyen al vino tinto un poder antioxidante superior al jugo de uva natural. En efecto, durante la fabricación del vino la fermentación del mosto permite extraer una gran cantidad de flavonoides que no encontramos simplemente en el prensado de la uva. Para beneficiarnos con las bondades del vino, es necesario consumir el triple de jugo de uva.
¿En qué casos debemos evitar consumir uvas?
- Si eres alérgico a la aspirina, no debes consumir uvas porque contiene una gran cantidad de salicilato, uno de sus compuestos.
- Si tienes los intestinos sensibles, no consumas uvas porque las semillas pueden ser irritantes.
- Si eres diabético, no consumas uvas porque contienen demasiada azúcar.
¡Qué fruta maravillosa es la uva! ¡Y deliciosa!
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