Cómo reconocer las causas de la hinchazón abdominal y trucos para eliminarla y lucir un vientre plano de una vez por todas
por
Vicky Vera
Vicky Vera
Puede que tu operación bikini personal no incluya conseguir los abdominales esculpidos de una modelo y, seguramente, has apostado por una opción más realista, pero eso no significa que te guste ir por ahí con un abdomen constantemente hinchado, distendido y bastante incómodo a la hora de ponerse ropa ajustada.Puede servir para alguien te ceda el asiento en el transporte público, pero para nada más.
La hinchazón abdominal, aunque no es un problema grave, resulta molesta y , generalmente, lo primero que debes hacer para acabar con ella es determinar qué es lo que lo está causando: una mala dieta, problemas de salud intestinal como el síndrome del intestino irritable, la intolerancia a la lactosa, el reflujo gástrico o el estreñimiento son los factores más comunes. E incluso si te encuentras hinchada sin saber por qué, hay algunos alimentos que, según los expertos, pueden ayudar a deshacerse de la hinchazón y así evitar apuros.
Ojo porque no estamos hablando de kilos de más, ni de grasa acumulada. Un tripa hinchada no tiene nada que ver con el hecho de tener más o menos kilos. Estamos hablando de una distensión abdominal temporal, que nos afecta a la mayoría de la población de vez en cuando.
Así que ten en cuenta que, a menos que esta hinchazón abdominal esté causada por un problema médico como el enfermedades en el hígado o cardíacas, la causa más común de esta hinchazón es el gas intestinal acumulado. Es un mito que la hinchazón del estómago sea por problemas de retención de líquidos. Entonces, ¿qué causa esta acumulación de gas que nos hace sentirnos menos seguras con nuestro cuerpo?
El estreñimiento
Demasiada poca fibra, una ingesta insuficiente de agua y la baja actividad física puede conducir al estreñimiento, que puede dar lugar a la hinchazón. Para evitarlo, apuesta por una dieta que incluya alimentos que comaten el esteñimiento. Es decir, una dieta que sea rica en fibra de granos enteros, frutas, verduras, legumbres, nueces y semillas. Además, bebe al menos entre ocho y seis vasos de agua al día y mantén una actividad física de al menos media hora, durante 5 días a la semana. Si no comes demasiada fibra, empieza introduciéndola poco a poco, asegurándote de que también bebes mucho agua para tolerarla mejor.
Cuidado con el gluten y la lactosa
Las alergias e intolerancias alimenticias pueden causar gases e hinchazón, pero estas deben ser confirmadas por tu médico. Muchas personas que se "autodiagnostican" estos problemas que no padecen están eliminando los productos lácteos y los granos enteros de sus dietas, sin necesidad de hacerlo ya que son completamente saludables para ellos. Por eso, antes de restringir tu dieta, si sospechas que puedes padecer alguna alergia o intolerancia, consúltalo con tu médico para que realice las pruebas pertinentes.
No comas muy deprisa
Comer rápidamente y no masticar bien los alimentos es una de las formas más sencillas de tragar el aire que conduce a la hinchazón. Así que echa el freno y disfrutar de tu comida, masticando y saboreando bien cada bocado y teniendo en cuenta que una comida normal debería durar al menos unos 30 minutos. Además, cuando te tomas tu tiempo para masticar y saborear la comida, merienda o cena, ésta se vuelve más satisfactoria y nos sentimos llenos ingiriendo menos cantidad, lo que nos ayuda a no ganar peso.
Cuidado con las burbujas y los chicles
Las burbujas de las bebidas carbonatadas (incluyendo las de los refrescos light) suelen ser responsables directas de la acumulación de gases. En su lugar, apuesta por fabricar tus propios refrescos y aguas con sabor a base de mezclarla con limón, lima, pepino, fresas, menta... O simplemente prueba a reducir el número de bebidas gaseosas que consume cada día. Por otro lado, los chicles también puede conducir a tragar aire que, como ya hemos visto, puede producir hinchazón, así que deshazte de este hábito.
Baja el consumo de sal
Los alimentos procesados tienden a ser altos en sodio y bajos en fibra, dos condiciones que pueden contribuir a un abdomen hinchado. Para evitar el comer demasiados alimentos de este tipo es importante que empieces a tomar conciencia y que adquieras el hábito de leer las etiquetas de los alimentos que vas a comer y así evitarás "falsos amigos" en tu nevera.
Cuando compres alimentos procesados, enlatados o congelados, evita todos aquellos que sobrepasen los 500 mg de sal y apuesta por los alimentos sin sal o bajos bajos en sal. Muchas opciones poco saludables tienen un sustituto que te beneficiará.
No abuses de las judías y algunos vegetales
Si no estás acostumbrado a comer judías, puedes encontrarte con un abdomen lleno de gas. También algunos vegetales como el brócoli, las coles de Bruselas o la coliflor, pueden producir muchos gases. Esto no significa que tengas que renunciar a estas verduras, que por otro lado son muy nutritivas y ricas en fibra, simplemente debes ir introduciéndolas en tu dieta poco a poco hasta que tu cuerpo se acostumbre a los compuestos que inicialmente pueden causar estos gases.
Menos cantidad de comida, pero más a menudo
En lugar de realizar tres comidas grandes a día, intenta comer comidas más pequeñas con más frecuencia, es decir cinco o seis comidas al día. Comer con más frecuencia también puede ayudarte a controlar el azúcar y, sobre todo, a sobreponerte a la sensación de hambre. Lo realmente importante es asegurarse de que la cantidad de alimentos y calorías que ingieres son proporcionales a tus necesidades.
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